Capítulo 41 Una gran recompensa

—¡Beep!

Uno a uno, los mensajes inundaron su lista de amigos.

Monje Desafiante le escribió: —Eres un profesional ¡realmente mataste al jefe!

Jaja, ¡sabía que podías hacerlo!

Muerte Nívea le dijo: —¡Hermano! ¿Peleando contra el jefe sin invitar a tu hermano? ¡Vamos, hermano!

Cientiros le simplemente comentó: —¡Felicitaciones!

Gordo Han le dejó dicho: —Carajo, hombre. ¿Cómo que las perras antes que los hermanos? Hay dos chicas lindas ahí¿y no me dejas ninguna?

Fuego Carmesí y Nieve Sedosa también mandaron saludos, él sabía que había celos y envidia escondidos tras sus palabras.

—¡Está bien, está bien! Ya son grandes. Dejen de actuar como niñas, voy a saquear el cuerpo —suspiró Zhang Yang, ya no podía tolerarlas a esas dos. Ellas estaban tan intoxicadas con el dinero que sus ojos brillaron con un extraño símbolo de dinero.

—¡Ding! Has obtenido 40 piezas de plata en la distribución.