Capítulo 29 - Determinación

—Jefe, mañana es el día que dijiste que visitarías a la familia Fang. ¿De verdad irás?

En el camino de regreso de la sala de práctica de artes marciales, el gordito tenía una expresión seria mientras miraba a su Jefe.

El joven sonrió con indiferencia.

—¡Por supuesto que voy!

Durante más de 20 años en su vida pasada, siempre cumplió sus promesas; nunca tuvo la costumbre de faltar a su palabra.

Esta era una de sus reglas cuando trataba sus asuntos.

Si lo cambiara, entonces no sería el Ling Tian cuyo nombre una vez sacudió el planeta Tierra y sus diversos países.

El gordito guardó silencio por un rato. Después de un breve momento, preguntó:

—Jefe, ¿está seguro?

El joven se encogió de hombros. Las comisuras de su boca contenían una sonrisa cuando respondió:

—¿Quieres la verdad o una mentira?

—¡Por supuesto que quiero la verdad! —afirmó el pequeño gordo con toda seriedad.

—No estoy cien por ciento seguro.