En el instante en que el anciano fue cortado en dos, las pupilas del hombre de mediana edad y del otro anciano vestido de gris se contrajeron. Sus rostros se enrojecieron, como si hubieran sido agarrados del cuello por alguien, completamente incapaces de recuperar el aliento.
Y en el mismo instante, se enfurecieron hasta el punto en que sus ojos estaban dividiéndolo todo. Solo vieron aparecer ante ellos, en un abrir y cerrar de ojos, una figura incomparablemente veloz.
En ese momento, sus latidos se detuvieron por completo.
¡Fisss!
Xiong Quan levantó su mano y resplandeció la luz de una espada verde. En la luz de la espada se cruzó un aura misteriosa.
¡Fuerza de Espada Avanzada!
En el lugar al que apuntaban las luces de la espada brotaron dos líneas de sangre.