5: Academia Ninja

Una semana había pasado, tiempo en el que Kurama había usado para conocer a mucha gente interesante, empezando por un dúo padre e hija que atendían un pequeño restaurante de Ramen que su madre le presentó, y finalizando con la matriarca del clan Uchiha, sus hijos, Sasuke e Itachi, aunque las personas más interesantes fueron una linda chica rubia de ojos verdes, y su padre sobreprotector que fue noqueado por su esposa al entrometerse más de la cuenta, pero no sin antes anunciar su venganza.

Eso nos dejaba el día de hoy, el primer día en el que Kurama entraría a la academia.

"Suerte, Kuro-chan" - dijo Kushina mientras se iba luego de dejar a su protegido en la entrada de las instalaciones.

Kurama asintió en silencio mientras entraba a la sala de clases asignada, solo para encontrarse con unos rostros familiares.

"Hola, Kurama" - dijo un niño de cabello negro con un peinado en forma de culo de pato.

"Hola, Sasuke" - respondió Kurama con una sonrisa - "Veo que llegaste temprano"

"Mi padre es un dolor en el culo" - murmuró Sasuke Uchiha en voz baja mientras le daba una señal con la mirada a su nuevo amigo.

"¿Quién es el nuevo?" - preguntó un joven con peinado alocado mientras se cruzaba de brazos.

"Ni idea, Kiba" - respondió un niño de cabello negro con un peinado de piña - "¿Lo conoces, Choji?"

"No" - respondió un niño de pelo corto con marcas de espirales en sus mejillas, aunque el detalle más grade era su contextura gruesa.

"¿Tú lo conoces, Hinata-chan?" - preguntó una chica de cabello rosado y ojos verdes con ligera molestia al ver cómo el chico nuevo se sentaba al lado de su objetivo romántico.

"N-No" - respondió una linda niña de cabello azulado peinado en un estilo de princesa, solo para sonrojarse al notar cómo el chico nuevo la estaba mirando con curiosidad.

Kiba levantó una ceja, aunque no dijo nada al respecto, él simplemente se encogió de hombros por segunda vez mientras su pequeño cachorro se subía a su cabeza, ladrándole con preocupación - "¿Qué dices Akamaru? ¿Que ese chico es peligroso?"

"¿Peligroso?" - repitió Shikamaru, el chico con peinado de piña mientras fruncía el ceño - "¿Él no parece peligroso?"

"Akamaru dice que lo peligroso no es el sujeto, sino su aura, es opresiva" - respondió Kiba mientras calmaba a su compañero - "Es primera vez que Akamaru actúa de una manera tan preocupante..."

"¡Lamento la demora!" - exclamó una chica mientras entraba al salón, ella tenía el cabello rubio y ojos verdes, los cuales rápidamente se posaron en el chico nuevo - "¡Kurama-kun!"

"¿Ino-chan?" - dijo Kurama con sorpresa al ver un destello amarillo impactar contra él, así que por instinto, él sacó su cola de zorro la usó para proteger a la niña del impacto.

"¿Qué fue eso?" - se preguntaron los niños, sorprendido ante esta situación.

"¡Tan suave ~!" - murmuró Ino, quien no estaba sorprendida, debido a que Kurama la había atrapado de esta misma manera cuando se conocieron porque ella estaba a punto de caer desde un árbol.

Kurama simplemente negó con la cabeza, ignorando las miradas del resto.

"¿Lo conoces, Inocerda?" - preguntó Sakura, la chica de cabello rosado mientras caminaba donde su amiga.

"Sí, nos conocimos hace unos días, su nombre es Kurama Uzumaki, uno de los pocos miembros del clan con el mismo nombre con vida" - respondió Ino mientras explicaba todo lo que sabía - "Es un chico amable, así que no tienen que preocuparse por él, por cierto, él es nuevo en la aldea"

Los herederos de clan, rápidamente caminaron donde el chico nuevo y empezaron a presentarse, solo para volver a sus asientos cuando vieron que su profesor entraba a la sala.

"Mucho gusto, jóvenes, mi nombre es Iruka Umino y seré su profesor durante los próximos cuatro años" - dijo un hombre de piel bronceada que tenía una marca en forma de cruz en sobre su nariz - "Normalmente se les asigna dos instructores por clase, pero debido a que mi compañero está siendo investigado por traición, Hiruzen-sama me asignó únicamente a mí como profesor..."

Los niños empezaron a murmurar entre ellos, al menos hasta que Iruka golpeó su escritorio, indicándoles a sus estudiantes que se presentaran.

La clase avanzó rápidamente luego de que los niños se presentaran, aunque Kurama no encontró nada interesante, excepto a sus nuevos amigos, o al menos así los quería considerar, quienes eran los herederos de los clanes de Konoha, con la adición de Shino Aburame, quien era un sujeto tan silencioso que muchas veces pasaba desapercibido, incluso para Kurama.

"Bueno, el primer día de clases es solo para conocernos, así que tienen el resto del día para poder hablar entre ustedes" - dijo Iruka mientras asentía, aunque su mirada se posó ligeramente en Kurama, después de todo, este era el chico que Hiruzen Sarutobi le había dicho que prestara más atención, debido a que era el nuevo 'carcelero' de Kyuubi no Kitsune. Esto le trajo un ceño fruncido en el rostro, aunque rápidamente sacudió la cabeza porque no podía culpar a un niño por los daños causados por un monstruo de más de cien años de vida.

El joven maestro, estaba tan concentrado en sus pensamientos, que no notó cómo Kurama aparecía delante de él con una sonrisa - "¡Iruka sensei!"

"¿Qué sucede?" - preguntó Iruka mientras levantaba una ceja.

"Mis compañeros y yo, nos preguntamos si quiere venir con nosotros a Ichiraku Ramen para comer algo" - dijo Kurama con amabilidad.

Iruka se quedó en silencio, solo para soltar una pequeña risa al ver la expresión tan inocente del niño, nada comparado con el monstruo que había atacado a Konoha años atrás, lo que hizo que todo fuera mucho más fácil para él - "Bueno, no tengo mucho que hacer durante los primeros días de clase, así que supongo que puedo acompañarlos"

"¡Les dije que vendría, Iruka sensei parece una buena persona!" - exclamó Kurama mientras miraba al resto de chicos de su grupo que simplemente negaron con la cabeza - "Vamos, sensei"

"Ok, ok, solo dame un poco de tiempo para terminar con unas cosas" - dijo Iruka mientras negaba con la cabeza - "De hecho, mejor será que me esperen en el lugar, yo iré cuando termine con mis asuntos"

"Ok, vamos, chicos" - dijo Kurama mientras caminaba con el resto de herederos de clan.

"En serio, este chico parece demasiado amable para tener que cargar con algo tan pesado" - murmuró Iruka mientras fruncía el ceño ligeramente - "Menos mal que Kushina-sama se lo llevó de Konoha, o es posible que las cosas no fueran tan buenas como ahora..."

El solo pensar en todos los extremistas y personas que habían sufrido a manos del Kyuubi no Yoko, le hacía fruncir aún más el ceño, porque era obvio que ellos aprovecharían cualquier momento para aliviar el "dolor" dentro de ellos, incluso a costa de sacrificar a un inocente.

Dos horas después, los herederos se estaban despidiendo de su nuevo amigo, mientras que Iruka volvía a la academia para realizar los preparativos para los entrenamientos iniciales.

"¿Vas a ser un caballero, Kurama-kun ~?" - preguntó Ino mientras miraba a Hinata, quien todavía estaba en Ichiraku Ramen con ellos.

"¿Caballero?" - repitió Kurama, confundido con la situación.

"Significa que nos llevarás a casa" - dijo Ino mientras le daba una mirada en blanco.

"Supongo..." - murmuró Kurama mientras se rascaba la mejilla - "¿Qué dices, Hinata-chan?"

"C-Claro" - respondió Hinata con el rostro rojo por la vergüenza.

Ino encontró la interacción un poco divertida, aunque estaba también algo celosa porque Kurama parecía prestarle especial atención a la pequeña niña de cabello azulado.

Dicho eso, Kurama rápidamente llevó a Hinata a su hogar, porque este era el más estricto en cuanto al horario, despidiéndose de la chica quien solo pudo sonrojarse mientras entraba corriendo con una sonrisa en su cara ante su nuevo amigo.

"Tengo que ser más fuerte..." - pensó Hinata mientras observaba cómo Ino abrazaba el brazo de Kurama mientras caminaban - "N-No quiero quedarme atrás..."

Hinata pareció encontrar valor en este nuevo chico de Konoha, tal vez porque a pesar de sus defectos, este todavía intentaba incluirla en todo lo que pudiera, aunque sin presionarla para que no se sintiera incómoda.

"V-Voy a hacerlo" - murmuró Hinata con firmeza mientras apretaba su pequeño puño, sin notar cómo su padre la miraba con ligero interés, porque podía notar los cambios que ocurrían dentro de su pequeña.

Sin saber del apoyo que él le había dado a la heredera del clan Hyuga, Kurama llevó a Ino a la florería del clan Yamanaka, solo para sorprenderse al ver cómo cuando estaba por despedirse de su nueva amiga, Inoichi salía con una mirada llena de fuego.

"¡Te encontré!" - exclamó Inoichi con furia, solo para sentir cómo algo golpeaba su noca, siendo esta su esposa.

"En serio, deberías aprender a no entrometerte en la vida de tu hija" - suspiró la matriarca Yamanaka mientras arrastraba a su esposo inconsciente - "Suerte, bebé ~"

Ino estaba por decir algo más, cuando escuchó a su madre gritarle a su padre, para luego escucharse el sonido de algo rompiéndose.

"ARGH ~"

El grito desgarrador de Inoichi resonó en toda la aldea, causando que con esto naciera una nueva leyenda urbana, llamada las [Nueve Vidas de Inoichi], y que cada una pérdida de estas, este se volvía más fuerte, debido a la intensidad de su grito.