14: Por cierto... Soy un chico

"No pensé que diría esto, pero me alegra verte, Kurama" - dijo Kiba con una sonrisa porque podía decir que si no fuera porque llegaron rápido, ellos habrían tenido que pelear contra Zabuza y posiblemente el ninja cazador, porque era obvio que él o ella no era lo que decía ser.

"Equipo 8 ha venido a dar apoyo, aunque tenemos muchas cosas de qué hablar, Tazuna-san" - dijo Kurenai mientras miraba con frialdad al constructor de puentes, para luego mirar a Kakashi, quien estaba herido - "Eso también va para ti, Kakashi, se supone que tendrías que haber regresado a Konoha cuando descubriste que esta misión estaba fuera del rango de tu equipo"

"Ellos aceptaron seguir, yo como su líder, acepté su decisión porque esta sería una buena experiencia para ellos" - respondió Kakashi con una sonrisa forzada mientras le pedía a Sakura que tapara su Sharingan porque mientras estaba activo, este gastaba demasiado Chakra.

Kurenai simplemente negó con la cabeza, decidiendo que era mejor que cumplieran rápido con la misión, así que todos se dirigieron hacia el hogar del constructor de puente.

3 horas después, el grupo estaba en su objetivo, una pequeña cabaña a las afueras del pueblo de Nami no Kuni.

 "¡Tsunami!, ya volví!" - exclamó Tazuna, solo para que luego de unos segundos una mujer familiar apareciera para gritarle.

"¿Mamá?" - dijo Sasuke, solo para avergonzarse cuando notó como la mujer que era una copia de Mikoto, levantara la ceja.

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"Supongo que es un buen momento para presentarlos, ella es Tsunami, mi única hija" - dijo Tazuna mientras apuntaba a la joven mujer.

"Es un placer" - sonrió Tsunami, quien como se había mencionado antes, era muy parecida a Mikoto, con la diferencia de que su aura era mucho más tranquila debido a su vida como civil.

"Y él es mi nieto, Inari" - continuó Tazuna mientras veía cómo un niño de cabello y ojos negros, observaba al grupo recién llegado. Él estaba vistiendo una camiseta amarilla y un peto verde.

"Algo me dice que estás a punto de decir algo tonto, así que mejor guarda tus palabras, jovencito" - dijo Kiba mientras interrumpía al niño.

"Te recomiendo que sigas su consejo, Kiba es experto en decir estupideces" - agregó Sasuke con desdén.

"Vuelvan a su aldea, este lugar no los necesita" - dijo Inari con hostilidad para luego salir de la habitación, después de todo, era obvio que el niño no quería hablar luego de que Kiba le interrumpiera a mitad de camino.

"¡Inari!" - exclamó Tsunami con sorpresa, solo para soltar un suspiro pesado al mirar a sus invitados - "Lamento eso, Inari es un buen chico, es solo que ha sufrido demasiado a manos de Gatou"

"No tienes que disculparte" - dijo Kurenai mientras movía sus manos - "Entendemos que el chico tiene que estar sufriendo"

"La verdad es que todos hemos sufrido por culpa de ese bastardo" - suspiró Tsunami mientras cerraba los ojos - "Pasó de un momento a otro, todos éramos felices en esta familia junto a Kaiza, un hombre que vino del exterior y que poco a poco se unió a nosotros..."

"¿Él era tu esposo?" - preguntó Kurenai con preocupación.

"No alcanzamos a casarnos, pero no estábamos tan lejos" - respondió Tsunami mientras una lágrima corría por su mejilla - "Inari lo amaba como a un padre, y yo como a mi esposo, pero todo terminó cuando Gatou apareció y sometió a nuestro pueblo... Kaiza intentó defendernos, pero los hombres bajo el mando de Gatou eran demasiados, y lo terminaron matando de la forma más cruel posible... Inari lo vio todo, cómo Gatou mataba a Kaiza y lo crucificaba frente a la aldea, es por eso que se rindió"

"Voy a revisar la aldea" - murmuró Kurama con el rostro frío y sin emociones.

"No hagas nada estúpido, Kurama" - dijo Kurenai con seriedad - "No podemos iniciar un combate sin información"

"Tranquila, no planeo hacer nada tan abrupto, aunque eso no significa que no limpiaré un poco la aldea" - respondió Kurama con frialdad.

Dicho eso, Kurama desapareció del lugar.

"¿Deberíamos ir con él para prevenir que haga algo estúpido?" - preguntó Sasuke con el ceño fruncido, aunque si era honesto, él quería unirse a la cruzada de su mejor amigo.

"No, ya es suficiente con Kurama como un agente fuera de control" - dijo Kurenai mientras negaba con la cabeza - "Además, creo que es mejor que iniciemos con su entrenamiento, después de todo, es bastante posible de que Zabuza regrese junto a ese cazador"

"Sigan ustedes, voy a buscar hiervas medicinales para ayudar a Kakashi sensei" - dijo Kiba mientras negaba con la cabeza - "Mi entrenamiento es diferente al suyo, normalmente, yo solo necesito entrenar mi físico para resistir los cambios que sufro durante mis Jutsus junto a Akamaru"

"Entendido, ve, Kiba, aunque no demores demasiado porque es mejor que entrenes tu control de Chakra de todas maneras" - dijo Kurenai con seriedad.

"Entiendo" - asintió Kiba antes de correr al bosque.

"Siento que Kiba simplemente no quiere entrenar" - dijo Sakura mientras ladeaba la cabeza, aunque ella no era la única que pensaba esto.

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"¿Qué piensas amigo?" - murmuró Kiba mientras miraba el suelo del bosque en búsqueda de hierbas medicinales. Sí, él había usado esto como escusa, pero no significaba que estaba mintiendo - "¿Cómo crees que pueda hacerme más fuerte?"Akamaru agachó la cabeza, como si no pudiera responder a la pregunta de su dueño.

"Tranquilo, no estoy tratando de sacarte respuestas, simplemente estoy pensando en voz alta" - suspiró Kiba mientras continuaba observando los alrededores.

Akamaru solo le dio unas pequeñas lamidas en la cara, como si le estuviera diciendo que no se preocupara porque todo estaría bien.

"Gracias" - sonrió Kiba mientras bajaba a su amigo al suelo, solo para recostarse en el pasto cercano, cerrando los ojos porque había pasado tiempo desde que había encontrado un lugar tan pacífico.

Akamaru se acercó a su dueño, aunque rápidamente levantó las orejas y empezó a ladrar.

"¡Muéstrate!" - exclamó Kiba mientras notaba cómo algo se movía de entre los arbustos cercanos que estaban siendo iluminados por el cielo que lentamente se estaba tornando de un intenso color naranja - "¡Sabemos que estás ahí!"

Lentamente, una persona salió de su escondite, una hermosa joven un poco mayor que él. Ella tenía el pelo largo y negro, la piel pálida, unos grandes ojos de color marrón oscuro, unas bonitas pestañas y una complexión delgada, la cual era protegida por una especie de kimono rosado sin mangas, con un obi blanco.

"Wow ~" - murmuró Kiba, solo para notar cómo su rostro se ponía tan rosado como el cabello de su compañera de equipo - "L-Lo siento, es solo que es primera vez que veo a alguien tan hermosa"

"Muchas gracias por el cumplido" - dijo la chica con una pequeña sonrisa sobre sus labios - "No esperaba encontrarme con un shinobi en este lugar"

"¿Cómo sabes que soy un shinobi?" - preguntó Kiba mientras fruncía el ceño, aunque rápidamente recordó que estaba usando su Hitai-ate - "¡Ahem! Pregunta estúpida"

"Eres divertido" - la sonrisa de la chica creció ligeramente mientras la vergüenza del chico aumentaba - "Mucho gusto, mi nombre es Haku y estoy buscando algunas hierbas medicinales para curar a un ser querido... ¿Qué haces aquí, ninja-san?"

"¿S-Son para tu novio?" - preguntó Kiba, solo para sacudir la cabeza - "Oh, lo siento, no me he presentado, mi nombre es Kiba, y estoy aquí por el mismo motivo"

"Oh, no, él es como un padre para mí" - respondió la chica mientras negaba con la cabeza - "Pero bueno, ya que los dos buscamos lo mismo, supongo que podemos ayudarnos entre nosotros"

"¡Por supuesto!" - exclamó Kiba mientras inflaba su pecho con orgullo - "¡Te prometo que terminaremos rápido con esto"

La chica empezó a reír ante la actitud del chico, solo para asentir.

Los dos simplemente buscaron hierbas medicinales en silencio, aunque Kiba le daba miradas ocasionales a la chica, sintiendo cómo su corazón latía a mil por hora.

Kiba intentó a pensar en miles de preguntas para intentar entablar conversación con esta hermosa chica, pero no importaba lo mucho que lo intentara, nada se le ocurría al chico porque era demasiado vergonzoso, al punto que luego de 10 minutos, los dos habían encontrado todo lo que necesitaban.

 "Gracias por ayudarme, Kiba-kun" - dijo Haku con una sonrisa de felicidad - "Si no fuera por tu ayuda, yo habría demorado hasta mañana en la mañana para encontrar las hierbas que necesitaba"

"No es necesario que me agradezcas" - respondió Kiba con una sonrisa forzada, porque honestamente él deseaba pasar más tiempo con esta chica que acababa de conocer.

Haku simplemente asintió antes de despedirse del chico del chico, aunque no sin antes decirle algo que dejó a Kiba completamente congelado - "Por cierto... Soy un chico"

Dicho eso, Haku se fue con una sonrisa bromista en su rostro.

"¡¿UN CHICO?!" - exclamó Kiba luego de unos minutos de quedarse congelado - "¡DIOS! ¡¿CÓMO ES QUE ALGUIEN TAN HERMOSO ES UN CHICO?!"

A lo lejos, Haku estaba riendo levemente - "Kiba-kun es alguien interesante... una lástima que seamos enemigos..."

Un profundo silencio invadió el bosque mientras Kiba a lo lejos continuaba maldiciendo su mala suerte."Aún así, me alegro de haber venido un poco antes a buscar las hierbas para Zabuza-sama" - murmuró Haku con una mirada vacía.