19: Noche de locura (+18)

"¡Mierda ~!" - exclamó Kushina mientras el chico que había cuidado durante tantos años, estaba succionando sus pechos de la forma más erótica y placentera posible - "¿Cómo eres tan bueno ~?"

Los dos habían estado en esto por 30 minutos, empezando con una extraña intoxicación, para luego de unos segundos dejar que sus instintos guiaran sus acciones.

Kushina sabía inconscientemente que esto estaba mal, que no debía continuar, que Mikoto se pondría triste cuando descubriera lo que habían hecho, pero no había vuelta atrás. La presa que bloqueaba el río de pasión que estaba seco por años, se había roto por la presión de sus celos y conexión de sangre con el chico.

Los ojos de Kurama también parecían intoxicados, como si el aliento alcohólico de Kushina hubiera hecho que él también se embriagara, aunque ese no era el menor de los problemas, sino que al igual que la mujer de cabello rojo, él también sentía que esto estaba mal, pero el placer de hacer algo que no debía era demasiado fuerte para ignorarlo.

"Deja que tus instintos sean libres" - murmuró Kushina, aunque ella no sabía si se lo estaba diciendo a Kurama, o a si misma.

Los ojos del joven de cabello rojo brillaron ligeramente mientras sentía cómo algo despertaba dentro de él. Sin pensarlo dos veces, él se puso igual de desnudo que la mujer de cabello rojo, sorprendiéndola porque su masculinidad erecta era más de lo que ella pensó.

"Supongo que tengo que agradecer que nosotros nos desarrollemos tan rápido" - dijo Kushina mientras se lamía los labios.

En su cultura, la primera vez de un shinobi, normalmente estaba durante los primeros días de su salida de la academia, después de todo, estos tenían que estar preparados para lo que tuvieran que hacer, eso incluía seducción, sin contar que si tenían edad para matar, tenían edad para acciones más salvajes.

El desarrollo de los habitantes de las [Naciones Elementales], siendo más específicos, las personas con Chakra, era mucho más rápida que los civiles, debido a que estaba integrado en su ADN la guerra. Este era un método para que las líneas de sangre pudieran continuar a pesar de los miles de pérdidas por años de los miembros de clanes.

Kushina se mordió el labio mientras su respiración se aceleraba porque habían pasado años, incluso más de una década desde que había tenido la compañía de un hombre.

"Eres mía, Kushina" - murmuró Kurama con un extraño sentimiento posesivo que venía desde su sangre.

Kushina se mordió el labio mientras sentía cómo el joven de cabello rojo invadía su interior sin juego previo, haciendo que soltara un gemido ahogado, a la par de que él liberaba su eyaculación, pintando su vagina con su esencia - "¡Ah ~!"

Kurama estaba ligeramente avergonzado porque no esperaba que la sensación de los pliegues de Kushina le dieran tanto placer.

"Tranquilo, esto es normal" - dijo Kushina mientras recuperaba por unos segundos la claridad, aunque esta desapareció tan rápido como volvió, debido a que ella estaba sintiendo cómo la lujuria controlaba su accionar. Esto era muy poco para todo el tiempo que había esperado, así que simplemente empujó al chico al suelo y se sentó sobre él, volviendo a introducir su miembro en su jardín secreto.

Kurama apretó los dientes mientras intentaba resistir el volver a correrse, cosa que la mujer de cabello rojo encontró lindo.

"No te burles" - murmuró Kurama mientras notaba la expresión de la mujer que le había quitado la virginidad, aunque sus palabras tuvieron el efecto contrario.

Kushina a duras penas podía contenerse, una mujer con experiencia y sedienta del afecto de un hombre, una mujer que había aguantado los celos estúpidos que había desarrollado por los sentimientos de su mejor amiga, una mujer que había roto los pocos inhibidores que le quedaban, así que sin pensarlo empezó a moverse de la forma más salvaje posible.

Kurama soltó un gemido de placer mientras veía cómo la seductora mujer de cabello rojo rebotaba sobre su duro miembro, liberando su segunda eyaculación en su interior, y haciendo que Kushina soltara un agudo gemido de placer.

"¡Más ~!" - exclamó Kushina mientras volvía a mover sus caderas.

Kurama estaba apretando los dientes mientras veía cómo su 'oponente' hacía lo que quería con él, una situación similar a cuando los dos entrenaban.

"¿Pensé que habías dicho que era tuya, Kuro-chan ~?" - dijo Kushina con un tono seductor y bromista.

Kurama sintió cómo algo dentro de él se rompía, e inconscientemente movía sus manos a la cadera de la mujer, solo para darle una estocada que hizo que su pene entrara hasta la parte más profunda de su 'oponente', y haciendo que ella soltara un agudo gemido de placer, a la par de que volvía a eyacular en su interior.

"¡Mierda!" - exclamó Kushina mientras arqueaba la espalda en éxtasis - "¿Me quieres embarazar ~?"

Las palabras de Kushina parecieron despertar algo en lo profundo del chico de cabello rojo, quien rápidamente sintió cómo la energía volvía a su masculinidad.

"¿Oh ~?" - Kushina volvió a mirar a Kurama a los ojos, solo que esta vez parecían haber descubierto algo - "¿A caso es eso?"

Kurama no respondió, él simplemente volvía a mover sus caderas, dándoles estocadas profundas a la mujer, quien simplemente respondió con gemidos de placer, notando con sorpresa cómo el chico, a pesar de su inexperiencia, parecía estar aprendiendo rápido.

"¿A caso sientes posesión por mí ~?" - preguntó Kushina, solo para soltar un grito de placer al sentir cómo Kurama había descubierto otro punto sensible en su interior - "¡Ah ~!"

Kushina estaba en lo cierto, con esta experiencia, Kurama estaba despertando un extraño sentimiento posesivo por ella, como deseara todo lo que ella pudiera darle, todo esto junto a un deseo primitivo de reproducción, algo único de miembros del mismo clan al borde la destrucción, algo que ella también estaba desarrollando.

"Es como si nuestros cuerpos desearan revivir al clan" - pensó Kushina mientras su mirada era cada vez más lujuriosa mientras más aceptaba el semen del chico que había cuidado.

"Es como si este sentimiento tabú" - dijo Kurama con una respiración entrecortada - "Esta extra compatibilidad, hubiera sido predestinada"

Los ojos de Kushina brillaron ligeramente mientras sentía que sus inhibidores se destruían por completo.

"¡Sí, esto tiene que ser algo predestinado ~!" - exclamó Kushina mientras usaba sus piernas para atrapar la cadera del chico como si fuera un candado. Ella había aceptado las palabras de Kurama como si fueran la verdad absoluta porque necesitaba algo para poder echarle la culpa - "Sí, esto no fue porque somos débiles y la carne es fuerte, todo esto es el destino porque los dos somos Uzumaki ~"

Los minutos pasaron más rápido ahora que los dos habían aceptado su 'destino', a la par de que los dos parecían descubrir cada vez más de su pareja.

Lo que había empezado con algo que era cuestionable, ahora tenía un motivo para los dos, revivir el clan Uzumaki de la forma más pura posible.

"¡Córrete dentro ~!" - exclamó Kushina mientras se preparaba para recibir una nueva eyaculación en su interior - "¡Es nuestro deber como miembros del clan Uzumaki ~!"

Kurama apretó los dientes mientras volvía a liberar toda su esencia dentro de la mujer, quien rápidamente llegó a su orgasmo.

Los dos cayeron rendidos ante el placer mientras se miraban a los ojos, solo para acercar sus rostros y empezar a besarse.

Kushina soltó un gemido de placer mientras sentía cómo su sangre empezaba a hervir nuevamente. Era como si los dos no solo fueran extremadamente compatibles, sino que su sola presencia fuera un afrodisíaco ahora que los dos habían tenido relaciones sexuales.

"¿Lista para otro asalto?" - murmuró Kurama con una mirada llena de lujuria, agradeciendo que los dos tuviera una vitalidad tan fuerte.

"Por supuesto ~" - sonrió Kushina mientras se lamía los labios, agradeciendo a sus ancestros por tener una pareja que era miembro del mismo clan.

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"Eso fue genial, Kuro-chan" - dijo Kushina con el rostro rojo por la vergüenza.

Los dos habían continuado durante toda la noche debido a su fuerte resistencia, tiempo donde los dos habían recuperado su consciencia, haciendo que la situación fuera extremadamente incómoda.

"Kushina-chan, yo..." - dijo Kurama, sin saber qué decir, después de todo, los dos habían tenido relaciones sexuales durante tanto tiempo, y de tantas formas diferentes, que Kurama había aprendido más de lo que necesitaba.

"¡Ahem! N-No tienes que decir nada" - respondió Kushina mientras intentaba recuperar la compostura, solo para quedar en silencio junto a su ahora amante.

"¿Qué vamos a hacer ahora?" - preguntó Kurama luego de unos segundos de silencio.

"Luego de tantas veces que te corriste dentro de mí, más en un día inseguro, existe la posibilidad de que esté embarazada" - respondió Kushina con el rostro rojo por la vergüenza - "Lo cual técnicamente es bueno, porque estamos cumpliendo la misión que Hiruzen te dio..."

Kurama asintió con debilidad, solo para sonrojarse porque él no estaba seguro de que desearía ser padre tan pronto, aunque luego de ver a la hermosa mujer que había 'seducido', él pensó que era un mal trato.

"Ugh... esto será incómodo de hablar" - murmuró Kushina mientras se mordía el labio, aunque internamente ella tenía que admitir que lo había disfrutado como nunca. Oh, no la malinterpreten, su relación con Minato había sido fantástica, pero su resistencia no se podía comparar a la de un Uzumaki de sangre pura.

Ella no trataba de denigrar los esfuerzos de su exmarido, sino mencionar el motivo por el cual el clan Uzumaki normalmente se casaban entre ellos.

"Creo que es mejor que limpiemos la casa y nos vistamos antes de que alguien nos vea" - dijo Kushina luego de despertar de sus pensamientos.

Kurama asintió cuando escuchó las palabras de su ahora pareja.