[Konohagakure, Prisión, 11 días antes de los Exámenes Chunin...]
"Este lugar es acogedor" - dijo una voz que Minato reconoció de inmediato - "Aunque siento que hace falta algo para que sea perfecto"
Minato simplemente guardó silencio mientras levantaba la mirada, observando detenidamente a su visitante, un hombre de piel pálida con ojos de serpiente.
"Ha pasado tiempo, Minato-kun, aunque estoy sorprendido ver lo bajo que has caído" - dijo Orochimaru con una sonrisa llena de desdén.
Minato entrecerró los ojos mientras sentía cómo su ira crecía, aunque rápidamente se calmó - "Qué quieres..."
"Simple, destrucción de Konoha y la muerte de su gente, algo que siento que tú también deseas" - respondió Orochimaru con una enorme sonrisa sobre sus labios - "¿Qué opinas?"
Minato se quedó en silencio mientras sus ojos brillaban ligeramente - "Habla..."
"Es simple, te ayudaré a escapar, y los dos destruiremos esta aldea hasta sus cimientos" - respondió Orochimaru con un brillo lunático en sus ojos - "Aunque obvio, aparte de tu ayuda, también deseo otra cosa..."
Minato guardó silencio, con una mirada que le decía al ninja traidor que continuara.
"Es simple, quiero a tu hijo" - murmuró Orochimaru con una sonrisa traviesa en su rostro - "He visto su potencial, y tiene el poder de ser superior a ti"
"Obvio, es mi descendencia, a pesar de que no podría darme más lo mismo su existencia" - respondió Minato con repudio, como si sintiera asco de solo mencionar que tenía un hijo.
Orochimaru encontró esto raro, aunque rápidamente negó con la cabeza - "Entonces... ¿Qué dices?"
"Trato hecho" - respondió Minato mientras sentía cómo el sello que bloqueaba su chakra, desaparecía, devolviéndoles todos sus poderes, así como su odio por Konoha y su gente, en especial contra esos bastardos de cabello rojo.
"Es bueno tener un aliado tan confiable como tú, Minato-kun" - dijo Orochimaru mientras soltaba una pequeña carcajada, ignorando al dúo que los estaba escuchando desde las sombras, aunque no era como si importara mucho, después de todo, esos dos eran simples peones en este juego de ajedrez.
Midori guardó silencio mientras sentía cómo su corazón se rompía, la poca esperanza de una vida feliz como familia había desaparecido por completo. Ella sabía muy en el fondo de que ella no fue más que una herramienta para lastimar a Kushina, así como una forma de liberar los instintos del hombre rubio, mientras que su hijo no era más que un error, uno que Minato nunca amó, y solo entrenó para ser una herramienta más debido a su talento y poderoso chakra.
"Entonces... tenemos un trato, Minato-kun" - dijo Orochimaru mientras le daba la mano.
Minato simplemente le devolvió el apretón de mano mientras una voz muy en el fondo continuaba maldiciéndolo, aunque él ya estaba acostumbrado a esto.
Los dos hombres rápidamente salieron del lugar, dejando un rastro de cadáveres por todos lados, incluyendo el de los prisioneros.
Midori, simplemente guardó silencio mientras salía de su escondite con una expresión desolada, mientras que su hijo, Menma Namikaze observó la silueta de su padre salir del lugar.
"Madre..." - murmuró Menma en voz baja - ". . ."
"No..." - respondió Midori mientras negaba con la cabeza - "¡No voy a dejar que ese perturbado abuse de ti!"
Menma simplemente agachó la cabeza mientras sentía cómo algo dentro de él cambiaba, su madre, la única persona que de verdad lo amaba, estaba sufriendo por su culpa.
"Lo siento, madre, si fuera más fuerte, podría haber matado a padre, o podría haberte ayudado a vengarte del clan Uzumaki..." - murmuró Menma con una mirada vacía.
"Eso podemos hacerlo luego, ahora tenemos que escapar" - dijo Midori luego de pensarlo - "Tu padre no nos salvará, de hecho, estoy segura de que él hará cualquier cosa para eliminarme luego de entregarte a Orochimaru"
La expresión de Menma se distorsionó cuando escuchó esto, mientras que una furia silenciosa invadía su interior - "No... no voy a dejar que eso pase, los dos estaremos juntos por siempre, madre"
Midori se quedó en silencio unos segundos mientras su corazón roto daba un salto, mirando a su hijo con una extraña expresión en su rostro, debido a que él se parecía demasiado a su padre.
"¿Madre?" - preguntó Menma mientras fruncía el ceño.
"Lo siento, solo estaba pensando" - respondió Midori mientras volvía a guardar silencio, ideando un plan loco, un plan que podría considerarse un tabú por algunos, pero que no era tan raro si se veía con más cuidado - "Escapemos de aquí, ya no necesitamos estar más en esta prisión"
"Entendido, madre" - murmuró Menma mientras los dos se movían por los mismos pasillos que Minato y Orochimaru habían usado.
*****
[Konohagakure no Sato, dos días antes de la invasión]
"La seguridad en Konoha ha aumentado drásticamente" - murmuró Midori mientras apretaba sus labios con molestia - "¿A caso ellos se enteraron de la situación con Orochimaru?"
Un profundo silencio invadió el lugar, dejando a la mujer sin respuesta.
"¿Qué opinas, hijo?" - preguntó Midori mientras miraba a Menma, la única persona que no la había abandonado, el único hombre que de verdad la amaba.
La barrera se había roto, él no era simplemente su hijo, él también era lo único que la amarraba a su casi nula estabilidad mental, él era su todo, y por la mirada errática en su mirada, era obvio que él no parecía disgustado con este cambio.
Menma simplemente guardó silencio mientras negaba con la cabeza.
"Ya veo..." - murmuró Midori, como si hubiera descifrado el significado oculto de la reacción de su hijo - "¿Crees que deberíamos de enviar una carta anónima para revelar la verdad?"
"No, Konoha tiene que caer" - respondió Menma con un tono frío y sin emociones.
"Correcto ~" - sonrió Midori con una tétrica sonrisa - "Te he enseñado bien ~"
Menma guardó silencio.
"Alguien tendrá una recompensa esta noche ~" - ronroneó Midori con una mirada salvaje en su rostro, una que ya no mostraba las emociones de una madre, sino más las de una depredadora.
Menma mantuvo su silencio mientras soltaba un suspiro pesado porque esto era lo único que él podía hacer para ayudar a su madre, si ella quería hacerle algo, entonces él lo permitiría, después de todo, esta era la única forma en la que él podía pagar por el amor incondicional que ella le había entregado todos estos años.
"Continuemos, Menma-chan, tenemos que movernos antes de que los Anbu de ese puto viejo detecten que hay algo raro en esto" - dijo Midori mientras su hijo asentía en silencio, los dos moviéndose hacia una casa que conectaba con los túneles subterráneos, el lugar que ellos habían estado usando como base hasta que iniciara el ataque contra Konoha, momento que ellos usarían para escapar.
"Vamos, bebé ~" - ronroneó Midori con una mirada lujuriosa.
Menma asintió con debilidad mientras los dos llegaban a su residencia especial.
*****
[Konohagakure no Sato, actualidad...]
"Ha pasado tiempo, Kushina Uzumaki" - dijo Minato con una sonrisa dentuda mientras miraba a la mujer de cabello rojo.
"Minato" - respondió Kushina con una clara hostilidad, aunque por primera vez en años, ella sintió que había algo raro en la expresión de su exesposo, algo que al mismo tiempo era familiar - ". . ."
"¿Este es el Yondaime Hokage de Konoha?" - preguntó Tobirama con el ceño fruncido mientras miraba a Minato, solo para mirar a Hiruzen con una expresión seria - "¿Tan mal escogiste, Saru?"
"El no siempre fue así" - respondió Hiruzen con pesar - "Él era un shinobi ejemplar hasta que sucedió el ataque del Kyuubi no Kitsune y algo salió mal"
Hashirama simplemente guardó silencio mientras usaba una de sus habilidades para sentir al recién llegado porque algo raro tenía, solo para abrir los ojos, sorprendidos al notar algo que no debería haber sucedido.
"¿Por qué no guardas silencio, Senju?" - preguntó Minato con un tono frío y sin emociones - "No destruyas la sorpresa"
"Kyuubi" - murmuró Hashirama, ignorando las palabras del hombre rubio - "Tú eres el Kyuubi no Kitsune"
La expresión de todos los presentes se congeló cuando escucharon esto, solo para mirar a Minato cunado este empezó a reír con locura.
"¿Kyuubi?" - repitió Orochimaru con ligero interés, solo para fruncir el ceño ante esta situación tan familiar - "Eso explica muchas cosas..."
"Imposible..." - murmuró Kushina con el rostro pálido, aunque rápidamente los detalles del sellado del Kyuubi aparecieron en su mente - "El chakra hizo mutar a Kuro-chan, mientras que la mente y alma del Kyuubi entró en la persona que usó el Jutsu..."
"¡Felicidades por descubrir la verdad, Kushina Uzumaki!" - exclamó Minato con una sonrisa dentuda, aunque no había rastro de felicidad en esta - "Lástima que no haya premio..."
"¡¿Qué le hiciste a mi estudiante, maldito zorro?!" - rugió Jiraiya al comprender la verdad, no era que su estudiante había cambiado para peor, sino que su cuerpo había sido controlado por otra entidad.
"Sigue vivo, aquí a mi lado, viendo todo lo que he hecho, lamentándose todos los días por no ser lo suficientemente fuerte como para detenerme" - respondió Minato, o mejor dicho, el Kyuubi a través del cuerpo del rubio - "No saben lo satisfactorio que es por fin revelar la verdad y ver sus expresiones, en especial la tuya, Kushina Uzumaki, mi vieja carcelera"
Kushina se quedó en silencio, sin saber qué decir en esta situación.