Capitulo 113: Empieza la Caza de Oppais

Un nuevo día había llegado a Konoha y Kurama estaba saliendo de la aldea junto a un enyesado Jiraiya que solo podía moverse en silla de ruedas...

Ahora ustedes se tienen que estar preguntando el por qué Jiraiya estaba enyesado y en silla de ruedas, y el motivo es simple. Él intentó espiar el momento íntimo entre Kurama, Kushina y Mikoto, solo para ser paralizado por un sello de seguridad que la matriarca Uzumaki había puesto alrededor de su habitación, terminando en una pequeña sesión de tortura contra el 'pobre' Sannin.

"Aún me sorprende que sigas vivo luego de todo eso" - dijo Kurama mientras continuaba moviendo a Jiraiya - "Ahora respóndeme por qué debería llevarte conmigo"

"¡Hmph!¡Hmph Hmph! (¡Porque las probabilidades de que acepte, son mayores conmigo a tu lado" - murmuró Jiraiya.

"Estoy seguro de que estás equivocado" - respondió Kurama con calma - "No soy vidente y sé que ella te odia por algún motivo estúpido"

". . ." - Jiraiya solo guardó silencio mientras lloraba lágrimas de sangre.

"¿Y bien?¿Donde vamos primero?" - preguntó Kurama con calma.

"¡Hmph!(Norte)" - respondió el Sannin lastimado.

"Ok... gracias por ser tan específico" - respondió Kurama mientras le giraba los ojos.

* * * * *

Un día después, Kurama estaba caminando solo por la ciudad porque Jiraiya ya estaba lo suficientemente sano como para moverse solo.

Él estaba usando una ropa diferente, un yukata dorado y no estaba usando su protector de frentes de Konoha para poder pasar desapercibido.

"Sigue impresionándome el hecho de que ese idiota se recupere con tanta facilidad..." - murmuró el pelirrojo - "Ahora... si fuera una mujer de 50 años alcohólica y con problemas monetarios por culpa de la ludopatía... ¿donde estaría? Los casinos... Dah..."

Kurama sin pensarlo dos veces, caminó hacia el casino más cercano y entró con calma.

Lo que observó, no lo impresionó en lo más mínimo. Cientos de hombres jugando y riendo mientras tomaba la cintura de una mujer con poca ropa con una mano y con la otra tomaba sin control.

"Hola guapo" - dijo una chica de unos 30 años con una gran sonrisa - "¿No eres muy joven para estar en este tipo de lugar?"

"¿No eres muy hermosa para estar en ese lugar?" - respondió el pelirrojo con una sonrisa - "Y para tu información, soy mucho mayor a lo que aparento... digamos que mi Clan se caracteriza por su su larga longevidad"

"Una cualidad envidiable si me permites decirlo" - sonrió la mujer - "¿Quieres que sea tu guía?"

"Sera un placer" - asintió Kurama mientras extendía su mano.

La mujer se quedó congelada unos segundos pero aún así asintió y le tomó la mano, solo para que Kurama sintiera como temblaba cuando sucedió. Él por dentro frunció el ceño porque esto era extraño proviniendo de una acompañante, más cuando sintió el creciente odio dentro de la mujer.

"¿Sucede algo?" - preguntó la mujer con una sonrisa un poco forzada.

"No... solo tenía curiosidad por saber en donde puedo encontrar al jefe de este lugar" - dijo Kurama con calma - "Tengo algo importante de que hablar con él"

"El Jefe normalmente se encuentra en el tercer piso y solo sale cuando la situación es mala para sus ganancias, como por ejemplo, alguien que hace trampas o que gana mucho sin perder nada" - dijo la mujer con calma.

"Ok... supongo que voy a tener que romper un poco el lugar" - murmuró Kurama con una gran sonrisa mientras miraba a sus manos.

* * * * *

30 minutos después, Kurama estaba al lado de la mujer cargando una gran cantidad de sacos con dinero.

". . ." - la mujer solo podía abrir la boca en sorpresa al ver lo rápido que había cambiado todo.

"Nada mal..." - asintió Kurama mientras su sonrisa se hacía mucho más grande cuando notó a un grupo de hombres de traje caminando en su direcci��n - "¿Sí?"

"Nuestro jefe quiere hablar contigo" - dijo uno de los hombres.

"Yo también quiero hablar con su jefe" - sonrió el pelirrojo mientras los seguía, pero no sin antes mirar a la chica - "Gracias por tu ayuda, toma"

La mujer se sorprendió cuando el pelirrojo le lanzó una bolsa pequeña con unos cuantos miles de Ryo.

"Nos vemos luego" - dijo Kurama mientras se retiraba.

La mujer frunció el ceño cuando miró la bolsa mientras un sentimiento de irritación nació en su interior - "Tranquila... no hiciste nada denigrante para ganar esto..."

* * * * *

"Es impresionante que un hombre tan joven como tú, haya causado tantos problema en mi negocio" - dijo un hombre gordo que estaba sentado al lado de dos bellas mujeres - "Pero siento que más todo fue intencional... así que voy a preguntarte... ¿qué es lo que quieres conmigo?"

"Digamos que estoy buscando a alguien que estoy seguro de que tú conoces bastante bien" - dijo Kurama con seriedad mientras le entregaba una foto que le había pasado Shikaku.

"Senju Tsunade..." - dijo el hombre mientras fruncía el ceño - "Sí, la conozco bastante bien... me debe al menos la mitad de lo que has conseguido hoy.. ¿Qué quieres saber de ella?"

"Su posible ubicación actual" - respondió Kurama con calma.

"Hmm... puedo tener una idea de donde puede estar... pero no creo que tenga por qué decírtelo... ¿no lo crees?" - dijo el hombre mientras le daba una pequeña sonrisa.

"Cierto... no tienes por qué hacerlo..." - asintió Kurama mientras desaparecía y reaparecía frente al hombre con una sonrisa sádica. El dueño del casino sintió como si la muerte estuviera viéndolo directo a los ojos pero se calmó cuando notó que él volvió a su lugar original - "Aunque es preferible que cooperes.. sacarás más así..."

". . ." - el dueño del casino suspiró con pesar mientras se limpiaba el sudor - "Bien... voy a decirte donde estás... pero quiero hacer un trato contigo"

"Habla" - asintió Kurama con calma.

"Quiero que me pagues todo lo que ella me debe" - dijo el hombre con seriedad.

"Tranquilo, Konoha pagará la deuda de Tsunade... te recomiendo que le digas esto a los demás dueños de casinos que ella debe..." - dijo Kurama con calma - "De hecho, voy a pagarte ahora mismo con el dinero que gané... el resto puedes considerarlo como pago por la información que me darás"

El dueño del casino sonrió con debilidad al ver que no había conseguido ninguna ganancia pero al menos seguía con vida, aunque viéndolo del punto de vista objetivo, el dinero que ganó el pelirrojo que estaba frente a él, ya no era su dinero, así que si tuvo una ganancia.

"Ok..." - suspiró el hombre con cansancio - "¿Sabes sobres los Cuarteles Tanzaku?"

"He escuchado de ese lugar mientras caminaba hacia aquí... supuestamente es la ciudad de las apuestas" - dijo Kurama mientras se acariciaba el mentón.

"Exacto, Tanzaku es el lugar más famoso para gastar dinero" - dijo el hombre de traje - "Allí puedes hacer lo que desees siempre y cuando tengas el dinero... apuestas, mujeres, guardianes, todo es posible en ese maravilloso lugar libre de reglas"

"Suena como un lugar que ella probablemente estaría" - dijo Kurama con una sonrisa - "Gracias por la información"

"Lo que sea, solo no vuelvas más a mi casino" - dijo el hombre con irritación - "Enserio, desde hoy, quedas baneado de este lugar..."

"Tranquilo, no planeo volver" - dijo Kurama con calma mientras se encogía de hombros - "Solo vine porque este lugar es el más probable que tenga información de mi objetivo"

"Si no es mucho problema... me gustaría saber para qué estás tratando de encontrarla" - dijo el hombre - "Ella me causó grandes daños así que me gustaría saber su destino"

"Ella está siendo llamada nuevamente a su hogar" - dijo Kurama con calma.

"Ya veo..." - asintió el hombre - "Ok, gracias por saciar mi curiosidad"

* * * * *

"Veo que te fue bien" - dijo la mujer que lo había acompañado por media hora cuando notó que Kurama estaba regresando sin ningún rasguño.

"Sí... conseguí lo que quería" - asintió el pelirrojo, aunque por dentro frunció el ceño cuando notó que un aura oscura provenía de la mujer.

"Sé que es un poco repentino... pero me gustaría invitarte a salir" - sonrió la mujer - "¿Qué te parece?"

"No tengo problema" - dijo Kurama pero por dentro estaba empezando a tener curiosidad por esta mujer que claramente no era una acompañante.

"Nos juntamos a las 8 de la noche en la entrada del casino" - dijo la mujer mientras se retiraba, solo para cambar la sonrisa que tenía por un ceño fruncido.

"Veamos que te traes... kunoichi-san..." - sonrió el pelirrojo mientras miraba a la mujer. Él había logrado sentir un pequeño parpadeo de Chakra mientras conversando, demostrando que ella estaba usando un Henge y que estaba a punto de desactivarse, posiblemente por falta de chakra.

"¡Hola, Gaki!" - dijo Jiraiya mientras venía acompañado por dos mujeres - "¿Cómo te fue?"

La ceja del chico se contrajo ligeramente mientras miraba la sonrisa pervertida del Sannin - "Veo que no tan bien como a ti..."

"Etto... ¿Kurama?" - dijo Jiraiya con terror.

"¿Qué fue lo que dijimos, Jiraiya?" - dijo Kurama con seriedad.

"Qué yo intentaría conseguir información en la zona norte mientras tú lo hacías en la sur" - respondió el Sannin con miedo.

"Entonces... ¿por qué no me respondes que estás haciendo con estas bellas señoritas?" - dijo Kurama con frialdad mientras las mujeres le daban una mirada coqueta al escuchar su cumplido.

"¿Reunir información importante?" - respondió Jiraiya, solo para que luego de unos segundos, sus gritos de dolor resonaran en toda la ciudad.

* * * * * * * * * * **Capítulo reescrito el día 14-05-2020.Lamento incongruencias con capítulos próximos.