"Necesitaba eso" - dijo Mei mientras se estiraba.
Había pasado un día desde que los dos habían tenido sexo y en estos momentos se estaban preparando para regresar a Uzu, peor para su mala suerte, un invitado inesperado apareció frente a ellos.
"¿Clon? ¿Qué haces aquí?" - preguntó Kurama al ver a uno de sus clones aparecía de la nada - "Espera, tú eres el clon que envió e Oni no Kuni..."
"Lo siento jefe, pero tiene que saber algunas cosas" - dijo el clon mientras se rascaba la mejilla.
"Siento que esto será un dolor en el culo, pero por favor continúa" - dijo Kurama con neutralidad.
"No, creo que es mejor que lo vea usted mismo" - respondió el clon con incomodidad.
"Solo habla antes de que use ese Jutsu" - dijo Kurama con frialdad. Su mal presentimiento era cada vez mayor al ver la expresión desesperada de su otro yo.
"Insisto" - respondió el clon con seriedad, solo para abrir los ojos en sorpresa cuando vio a un segundo clon aparecer - ". . ."
"Siento que llegué en un mal momento..." - dijo el segundo clon mientras miraba a su 'hermano' y a su original - "Supongo que volveré luego"
"Quédate y dime que mierda es lo que necesitan" - dijo Kurama con el ceño fruncido, para luego mirar al primer clon - "Tú también"
". . ." - los dos clones se miraron entre ellos, solo para asentir con firmeza. Sin pensarlo dos veces, los dos clones se golpearon con todas sus fuerzas, y en el proceso, 'suicidándose' de la única forma que era posible para ellos.
". . ." - Kurama se quedó en silencio unos segundos mientras analizaba todos los recuerdos que había recibido, solo para abrir los ojos en sorpresa - "¡Putos clones de mierda!"
* * *
"¿Qué fue eso?" - preguntó Mei con sorpresa porque nunca había visto al pelirrojo actuar de esa manera tan severa.
". . ." - Kurama no le respondió, él solo guardó silencio mientras seguía revisando sus nuevas memorias, solo para que su expresión se volviera cada vez peor.
"Kurama-kun..." - dijo Mei mientras ponía su mano en el hombre del joven, solo para notar como este por fin había reaccionado - "¿Estás bien?"
"No, no estoy bien" - respondió Kurama mientras negaba con la cabeza - "Esos putos clones de mierda lo hicieron esta vez..."
"¿Qué fue lo que pasó?" - preguntó Mei con seriedad mientras fruncía el ceño.
"El primer clon que apareció, fue uno que mandé a Oni no Kuni unos meses atrás para poder asegurarme de que Akatsuki no liberara a cierta abominación que estaba sellada en ese lugar..." - respondió Kurama con seriedad.
"¿Oni no Kuni? ¿Dices la tierra comandada por esa niña loca?" - preguntó Mei mientras levantaba una ceja. Ella había escuchado los rumores sobre la actual Daimio de Oni no Kuni, una chica de unos 16 años que también trabajaba como sacerdotisa principal - "Te pido por favor que me digas que no es lo que pienso que es..."
"No sé que es lo que piensas que es, pero estoy seguro de que es mucho peor..." - respondió Kurama con seriedad - "Voy a ir directo al punto, durante la estadía de mi clon de Oni no Kuni, ocurrieron algunas cosas imprevistas, un grupo de hombres intentó liberar al demonio, pero fueron derrotados con suma facilidad, al menos hasta que apareció un grupo de Zetsu Blanco, dejando en claro que Akatsuki tenía algo que ver en todo esto. Mi clon peleó contra esas cosas, así como con el demonio liberado y lo sellaron nuevamente, el problema viene ahora..."
"Suena como un final feliz, ¿Qué tipo de problemas podrían venir ahora que el demonio estaba sellado una vez más?" - preguntó Mei mientras levantaba una ceja.
"El problema es el siguiente, el clon decidió quedarse para poder asegurarse de que el sello se mantuviera firme, pero como no ten��a nada que hacer en ese lugar, decidió preguntarle a esa Sacerdotisa loca cuáles eran sus pasatiempos, el cual es uno normal... leer..." - respondió Kurama mientras su expresión palidecía - "El problema es que ella solo tenía historias fantásticas y poco a poco empezó a 'evangelizar' a mi clon para que la siguiera en sus fantasías..."
". . ." - Mei comprendió de inmediato el motivo de la expresión del pelirrojo, era la misma de una persona que tenía un pasado vergonzoso que poco a poco estaba saliendo a la luz, incluso ella podía escuchar los gritos internos de vergüenza que Kurama estaba tratando de contener - "Oh... ya veo..."
Kurama a duras penas podía resistir las ganas de azotar su cabeza contra el suelo mientras recordaba las poses y frases que su clon había dicho junto a la sacerdotisa loca - "Lo que lo hace peor, es que esa loca va a ir a Konoha para poder hablar con Kakashi sobre una posible alianza entre Konoha, Oni no Kuni y Uzu..."
"Oh... eso complica un poco las cosas, después de todo, ella va a venir con la escusa de diplomacia..." - respondió Mei mientras sus labios temblaban ante la risa.
"Sí... ríete de mis problemas" - respondió Kurama mientras le giraba los ojos a la mujer de cabello castaño rojizo - "Como sea, los problemas no terminan ahí..."
"¿El segundo clon?" - preguntó Mei mientras levantaba una ceja.
"Exacto, ese clon lo dejé en Haru no Kuni... antes conocido como Yuki no Kuni" - respondió Kurama mientras entrecerraba los ojos - "Fui allí luego de salir de Kiri por primera vez, lo que nunca pensé fue que me encontraría con un grupo de shinobis con la capacidad de manipular el hielo atacando a un grupo de civiles, así que hice lo que cualquier persona normal haría"
"¿Ayudarlos?" - preguntó Mei mientras ladeaba la cabeza.
"No, retirarme porque algo me decía que serían un sin número de problemas a futuro" - respondió Kurama con neutralidad.
Mei solo lo dio una mirada en blanco al pelirrojo porque no esperó esa respuesta de una persona que prácticamente era conocido como un héroe.
"He tenido tantos problemas con mis acciones de amabilidad, que he logrado desarrollar un sexto sentido para detectar estos problemas" - respondió Kurama con neutralidad - "Como sea, estaba a punto de retirarme, cuando uno de los hombres me vio y me pidió ayuda, como era de esperarse, los shinobis hostiles me vieron y como no querían dejar testigos, me atacaron primero porque era obvio que yo era una amenaza mucho mayor que un grupo de civiles... los resultados fueron obvios..."
Kurama no tenía necesidad de explicar más sobre que había sucedido porque cualquier persona con dos dedos de frente sabría sobre el fatídico final de ese grupo de shinobis enemigos.
"Como decía, luego de salvar a ese grupo, el líder me agradeció y al mismo tiempo me rogó que protegiera a una actriz" - dijo Kurama mientras suspiraba con pesar - "Ella era la descendiente directa del Daimio de Yuki no Kuni y estaba siendo cazada por su tío porque él deseaba mantenerse en el poder"
"Oh... ¿Típico escenario cliché de la princesa en peligro?" - preguntó Mei mientras el pelirrojo asentía - "Ya veo... continúa..."
"Yo me negué al principio, pero luego de un tiempo de que el hombre insistiera, acepté el trabajo... fuimos a su aldea, derrotamos a su tío, ella se volvió Daimio..." - respondió Kurama mientras miraba a la mujer de cabello castaño rojizo - "Ella me invitó a que me quedara en su mansión a descansar, se intentó meter en mi cama, intentó ponerle afrodisíaco a mi comida, incluso intentó entrar a las aguas termales cuando estaba relajándome... ahora que lo pienso, ustedes dos podrían llegar a ser buenas amigas con lo directa que son..."
"Mejor continúa..." - dijo Mei mientras le giraba los ojos.
"Veamos... luego de eso, decidí que necesitaba continuar con mi viaje, así que le dije que me iría de Haru no Kuni con destino desconocido. Ella me dijo que todavía no se encontraba segura porque podría haber todavía personas que la desearan muerta, así que me pidió que trabajara como su guardaespaldas..." - respondió Kurama mientras negaba con la cabeza.
"Y como no podías quedarte, dejaste a uno de tus clones" - dijo Mei mientras el pelirrojo asentía.
"Exacto, el problema es que parece que mis clones son medio estúpidos porque son fáciles de manipular si sabes como atacarlos" - respondió Kurama con el ceño fruncido.
"Kurama-kun, tú también eres fácil de manipular si sabes como hacerlo" - respondió Mei mientras le daba una mirada en blanco - "Ataqué tu orgullo y respondiste de manera inmediata"
Kurama intentó defenderse, pero luego de pensarlo, comprendió que las palabras de la mujer eran ciertas - "Ok, punto anotado... supongo que voy a tener que arreglar ese detalle o podrían usarlo mis enemigos..."
"Es bueno que aceptes tus defectos, Kurama-kun" - asintió Mei - "Ahora déjame adivinar, ella usó la misma táctica"
"Exacto, ella manipuló a mi clon para que fuera su coprotagonista en su última película, el problema viene siendo que en dicha película había una escena de sexo... y antes que lo digas, no, no hice nada con ella... el problema viene siendo que..." - dijo Kurama mientras suspiraba con pesar.
"Adivinaré de nuevo, la viste desnuda..." - respondió Mei mientras miraba al pelirrojo quien solo asintió - "¿En serio, Kurama-kun? ¿A caso no sabes que para una mujer Daimio, su pureza es lo más importante?"