"¿En serio no vas a intentar robar nuestro chakra?" - preguntó Sasuke con calma mientras miraba a la mujer.
"Como dije, no tengo ni la necesidad, ni la habilidad para hacerlo" - respondió Kaguya con simpleza - "Sin contar que más que mi deseo, era el deseo del Shinju..."
Ella no estaba mintiendo cuando dijo esto porque no había sido su decisión, sino los susurros del Shinju que había aprovechado la debilidad de su corazón para poder corromper su deseo.
"¿Por qué querías robar el chakra del mundo y hacer que todos los humanos se volvieran tu ejército de Zetsu Blanco?" - preguntó Kurama porque esta pregunta estaba rondando su cabeza por mucho tiempo.
"Como dije antes, nosotros los del clan Otsutsuki siempre estamos en par" - respondió Kaguya mientras miraba al antiguo pelirrojo - "Y si es así..."
"¿Dónde está tu compañero?" - preguntó Sasuke con seriedad y miedo porque sabía que si una Kaguya era peligrosa, no quería saber nada sobre un segundo Otsutsuki con igual o más grandes poderes.
"Escapó cuando lo dañé de gravedad" - respondió Kaguya mientras miraba al cielo - "Usé el hecho de que era mucho más débil que él a mi favor y lo ataqué con todas mis fuerzas"
"¿Por qué lo atacaste?" - preguntó Sasuke porque estaba realmente confundido.
"Primero que nada, quiero dejar algunas cosas en claro" - dijo Kaguya mientras miraba a los dos chicos - "Los que andamos juntos somos parejas decididas por el líder de nuestro clan, en otras palabras. El hombre que ataqué, podría ser considerado como mi prometido, pero sinceramente no me gustó lo que querían hacerle a este mundo, por eso lo ataqué y lo dejé herido de gravedad"
"Devorarlo lentamente..." - murmuró Kurama mientras Kaguya asentía.
"Exacto, el objetivo de mi compañero era consumir toda la vitalidad de este planeta para poder crear la fruta del Shinju" - respondió Kaguya con calma - "Lo que él nunca pensó, fue que la vitalidad de este mundo era mucho más fuerte de lo que pensaba y cuando me di cuenta de esto, decidí atacarlo para así tomar la fruta del Shinju para mi beneficio y así poder proteger este mundo tan maravilloso"
Ella no estaba mintiendo, se había enamorado de este mundo tan hermoso y lleno de colores, aunque en ese tiempo ella no era más que una joven que recién estaba dando sus primeros pasos hacia la adultez.
Los presentes no sabían como reaccionar ante las palabras de la mujer porque la imagen que ella estaba dando de sí misma, era muy diferente a la que ellos tenían.
La Kaguya frente a ellos era pura, amable y cariñosa, mientras la que ellos conocían era cruel, sádica y sedienta de poder.
"Sé que no me van a creer, pero lo que digo es cierto" - respondió Kaguya, aunque había dejado ciertos detalles fuera de la conversación, como por ejemplo la habilidad única de su clan de consumir miembros del mismo para potencial el poder de algunos 'elegidos', de hecho, ella estaba segura de que Kurama poseía esa habilidad por el color de su Rinnegan antes de que este evolucionara al Rinne Sharingan.
"Te creo" - respondió Kurama mientras cerraba los ojos.
"¡¿Kurama?!" - exclamaron los presentes con sorpresa porque no esperaron nunca que el Uzumaki aceptara tan rápido las palabras de la mujer que hasta hace poco era su oponente.
"Ella no gana nada con mentirnos, sin contar que puedo sentir cuando alguien lo hace" - respondió Kurama con seriedad mientras miraba a la mujer de cabello blanco, sin notar ningún cambio en su voz o frecuencia de chakra - "Ella está diciendo la verdad, lo cual explica algunas cosas que antes me tenían dudoso..."
Hagoromo había dicho repetidas veces que su madre no era una mala persona y que solo había sido influenciada por todas las emociones oscuras que alimentaron al Shinju. Ella era pura y amable, es por eso que cayó tan fuerte, después de todo, mientras más 'divino', peor es el resultado cuando estos caen de gracia.
"Gracias por creerme, Uzumaki Kurama" - respondió Kaguya mientras una pequeña sonrisa aparecía en su rostro, aunque esta rápidamente desapareció - "Pero volviendo al tema, estoy segura de que ese tipo volverá a este mundo para intentar capturarme, después de todo, yo poseo algo que el desea"
Sasuke se quedó en silencio mientras fruncía el ceño porque la situación había pasado de final feliz a 'esta historia continuará'...
"No tengo más que pedirte o preguntarte" - dijo Kurama mientras se ponía a pensar.
"Ok" - asintió Kaguya mientras la silueta de sus dos hijos aparecía frente a ella - "¿Hagoromo, Hamura?"
"Es bueno ver que has vuelto a la normalidad, madre" - dijeron los dos viejos hombres.
". . ." - Kaguya se mordió el labio al ver el estado de sus dos hijos, no porque eran prácticamente fantasmas, sino su apariencia - "Me perdí tantos años de su vida..."
"No fue tu culpa, madre" - dijo Hamura mientras tomaba la mano de su madre - "Todo fue por culpa del Shinju..."
"Hamura tiene razón, madre" - dijo Hagoromo con seriedad - "Si no fuera por el Shinju, tú no habrías cambiado"
". . ." - Kaguya asintió con debilidad mientras las lágrimas corrían por sus mejillas. Ella no podía creer como sus hijos se preocupaban por ella a pesar de todo el daño, sufrimiento y muertes que había causado.
"Creo que será mejor que los dejemos solos unos momentos mientras nosotros nos encaramos de desactivar el Mugen Tsukuyomi" - dijo Kurama mientras Sasuke asentía con firmeza. Los dos chicos rápidamente salieron del lugar y dejaron a los 3 Otsutsuki solos.
Los ojos de Kaguya brillaron ligeramente unos segundos antes de volver a la normalidad, pero este detalle no pasó desapercibido para sus dos hijos.
"Madre..." - dijo Hagoromo con incomodidad porque de alguna forma sentía que la predicción de la reencarnación de su hijo mayor se iba a cumplir.
"¿Qué sucede, Hagoromo?" - preguntó Kaguya mientras miraba a su hijo mayor.
". . ." - Hagoromo se le quedó mirando unos segundos antes de negar con la cabeza. Él había decidido no meterse en las decisiones de su madre, después de todo, ella ya era lo suficientemente mayor como para saber lo que hacía - "No, no es nada..."
Hamura por su parte, solo decidió que era mejor ignorar todo y concentrarse en el problema que los estaba acomplejando - "¿Es verdad lo que dijiste?"
"No he mentido" - respondió Kaguya mientras fruncía el ceño - "Puede que mi deseo por proteger este mundo haya sido distorsionado por el odio del Shinju, pero en verdad deseaba prepararme para el regreso de los miembros de mi clan"
Ella no había endulzado las cosas porque su clan eran como una plaga a pesar del bajo número de miembros. Ellos iban de mundo en mundo devorando ecosistemas para aumentar su poder a través del Shinju.
"Si es así, entonces estamos en problemas..." - murmuró Hagoromo mientras fruncía el ceño porque no esperaba este tipo de resultados. Él había pensado que con la liberación de su madre, todo habría terminado, pero ahora se daba cuenta de que solo era el comienzo.
"Ahora que estoy de vuelta en control, planeo entrenar con todo lo que tengo para poder detener a esos hijos de puta" - dijo Kaguya con seriedad. Ella no sentía ningún tipo de amor o conexión con su clan, ni siquiera con sus padres, de hecho, ella los odiaba a todos los Otsutsuki porque no aguantaba la idea de exterminar planes por el solo hecho de ganar poder.
"Supongo que nosotros tampoco podremos quedarnos con los brazos cruzados" - suspiró Hagoromo con pesar porque había pensado que esta sería su última misión y que por fin podría reencontrarse con la mujer que tanto amaba en el mundo puro - "Voy a entrenar a Indra porque todavía no controla bien sus habilidades"
"Yo tenía pensado quedarme un poco para poder encaminar a heredera, así como al último descendiente de mi clan" - respondió Hamura con seriedad - "Sin contar que tengo que sacarle esas estúpidas ideas elitistas a ese pobre joven porque algo me dice que su final estará cerca si sigue con ese camino..."
"Yo voy a entrenar a Ashura" - respondió Kaguya mientras miraba a sus hijos - "Si los dos continuamos fortaleciéndonos, entonces no habrá problema cuando los miembros del clan Otsutsuki lleguen a este mundo"
Los dos hermanos se miraron unos segundos antes de asentir. Ellos habían decidido dejar a Kurama en manos de Kaguya, después de todo, esa era la mejor manera de fortalecerse, peleando con alguien igual de fuerte.
Los Bijuu por su parte, solo guardaron silencio luego de escuchar la conversación entre los Otsutsuki, solo para mirarse entre ellos y asentir. Ellos no dejarían que Kurama peleara solo otra vez, después de todo, ellos también tenían su orgullo.
* * * * *
Kushina y los demás miembros del clan Uzumaki llegaron donde las fuerzas aliadas luego de ver como los capullos que rodeaban a la gente estaban marchitándose uno detrás de otro, demostrando que la batalla por fin había terminado y con la victoria de su esposo.
"¡Guía el camino, Izumi-chan!" - exclamó Kushina mientras alzaba a la pequeña princesa Uzumaki.
"¡No trates a mi hija como si fuera un perro o un detector de Kurama-kun!" - exclamó Mikoto con furia, solo para ver como las orejas y cola de zorro de la pequeña Uzumaki salían a jugar.
"¡Por allá!" - exclamó Izumi mientras movía su cola con emoción porque podía sentir el aroma de su padre a pesar de que ahora era un poco diferente.