Extra 17: To Love Ruto (25)

"¿Es esto cierto?" - preguntó Lala con el ceño fruncido mientras miraba a Zastin.

"Sí, hemos detectado el movimiento de una nave que está en nuestro sistema de datos, y sinceramente es un problema" - respondió Zastin con el ceño fruncido - "Ella es un problema demasiado grave como para jugar con ello, más cuando incluso yo tengo problemas si me enfrentara a ella"

Lala se quedó en silencio mientras una expresión de preocupación invadía su rostro - "¡Esto es malo, si lo que dices es cierto, entonces nos estamos enfrentando a una de las asesinas más fuerte de la galaxia!"

"Lo sé, pero al mismo tiempo esto es extraño" - dijo Zastin con el ceño fruncido - "Ella no caza a personas que no sean pecadores"

"Eso significa que el cliente le mintió, tal vez todavía tengamos la oportunidad de poder solucionar esto sin muchos problemas" - asintió Lala, pero su expresión cambió cuando escuchó como el comunicador de su habitación empezaba a sonar - "¿Le contaste a alguien sobre mi comunicador?"

"No, es posible que alguien haya hackeado la señal y esté conectándose directamente a su comunicador, Lala-sama, recuerde que este planeta no tiene tecnología avanzada, así que su comunicador es el único medio para poder enviar y recibir información del resto del universo" - respondió Zastin mientras se ponía a pensar - "Eso hace que sea fácil el poder contactarlo si el responsable tiene los medio suficientes para hacerlo"

Lala frunció el ceño antes de responder la llamada, solo para sentir un enorme asco al reconocer a la persona al otro lado de la señal.

[Es un placer volver a verte, Lala-tan ~]

"Lacospo" - dijo Lala con el ceño fruncido al ver la pequeña criatura verde que estaba rodeada de cuatro chicas, quien parecían estar con una mirada perdida.

[Es tan placentero escuchar tu hermosa voz. Lala-tan ~]

"Solo dime qué es lo que quieres" - dijo Lala con repudio.

[Es simple, he venido a recogerte para que nos cacemos, incluso tengo un puesto justo para ti, a mi lado como te mereces]

"Ni siquiera lo pienses, ya tengo un prometido" - respondió Lala con el ceño fruncido mientras notaba como las chicas seguían mirándola con ojos vacíos. Era obvio que ellas parecían estar bajo los efectos de algo, o al menos parecían haber perdido la esperanza.

[¿A caso te refieres a ese terrícola llamado Naruto Uzumaki? Je, será mejor que lo olvides, Lala-tan, él ya debe de estar muerto ~]

"¡Tú fuiste el que contrató a Konjiki no Yami!" - exclamó Lala con furia.

[¡Como se podría esperar de Lala-tan, sabía que lo descubrirías, aunque ya no hay nada que puedas hacer! Konjiki no Yami me acaba de enviar un mensaje diciéndome que iba a empezar la operación, y ya sabes lo que dicen sobre su trabajo, ella no parará hasta que cumpla su objetivo.]

Lala apretó el puño con furia cunado escuchó esto mientras miraba a Zastin por ayuda.

"Lo siento, Lala-sama, pero yo no puedo intervenir por órdenes directas de Gid-sama" - dijo Zastin mientras negaba con la cabeza.

Lala rápidamente salió de la habitación al ver que su prometido estaba en peligro.

[Es una lástima, me hubiera gustado poder seguir hablando más con ella]

"Lamento decirte que has cometido un error, Lacospo-sama" - dijo Zastin mientras miraba a la pequeña criatura verde.

[¡Hmm ~! ¿A qué te refieres?]

"Que tu destino está sellado" - respondió Zastin con seriedad.

Lacospo se quedó en silencio porque todavía no comprendía a qué se refería el caballero imperial.

"Es simple, si Naruto-sama lograra llegar a sobrevivir, tú conseguirías un poderoso enemigo, si él muriera, entonces tendrías que enfrentarte a su padre, y eso que no estoy contando a Konjiki no Yami, quien seguramente no estará feliz de que la hayas engañado para atacar a alguien inocente" - respondió Zastin mientras miraba a Lacospo como si fuera un cadáver.

[¿El padre de ese terrícola? Por favor, caballero imperial, él es una simple basura que no puede hacerme nada]

Zastin no respondió, él solo sonrió ligeramente.

Lacospo frunció el ceño cuando vio esto, así que rápidamente cortó la llamada, después de todo, ya no había motivos para seguir conectado, sin contar que ahora solo tenía que recibir la buena noticia de la muerte de Naruto Uzumaki, y él podría ir a recoger a su princesa, con eso él se convertiría en el emperador del universo y podría conseguir a todas las mujeres que quisiera, y no tendría que tener que usar drogas o tortura para hacer que ellas abrieran las piernas para él.

"Cuando consiga a Lala-tan, ustedes ya no serán de utilidad, así que espero que estén deseosas de complacer a mis subordinados" - dijo Lacospo mientras miraba a sus "concubinas", quienes no dijeron una sola palabra - "Tch, eso es lo malo de usar esa maldita droga, ustedes no están consciente y solo siguen instrucciones. Al principio fue divertido, pero luego de unos días ya me aburrí de ustedes"

Lacospo estaba preparándose para ir a su habitación para disfrutar una nueva sesión de placer carnal, cuando sintió un escalofrío recorrer su espalda. Él rápidamente miró alrededor y notó como ninguna de sus mujeres estaba por ningún lado, así que rápidamente llamó a sus guardaespaldas, aunque para su terror, nadie respondió a su llamada.

"Lo siento, creo que escuché que dijiste algo sobre mí" - dijo una voz fría detrás del príncipe verde.

Lacospo lentamente miró en esa dirección, y vio unos fríos ojos de diferente color que parecían haber salido del mismísimo infierno, como si estuviera viendo a la muerte directamente a los ojos - "¿Q-Quién eres tú?"

"¿Yo? Soy una simple basura terrícola" - respondió el hombre de cabello blanco con una inocente sonrisa adornando su rostro - "Pero dejemos eso para otro momento, ahora tengo algunas cosas que hacer en esta nave antes de hablar contigo"

Lacospo no sabía cómo este extraño había entrado a la nave, tampoco sabía qué es lo que quería hacer, aunque había algo que sí estaba seguro, y eso era que su vida estaba en peligro.

Kurama rápidamente salió de la habitación, dejando a Lacospo solo, quien rápidamente aprovechó la oportunidad para poder intentar escapar. A él no le importaba el bienestar de sus subordinados, tampoco si las mujeres que había manipulado estaban a salvo, él solo quería escapar, pero cuando intentó caminar hacia la puerta, sintió un agudo dolor recorrer todo su cuerpo - "¡ARGH!"

"Eso no fue una buena idea" - dijo Kurama mientras aparecía frente a Lacospo con una mirada fría - "Ahora, te recomiendo que te quedes quieto a menos que quieras sentir mucho más dolor"

"¿P-Por qué me haces esto?" - preguntó Lacospo con miedo y dolor.

"Porque hay pocas cosas que no soporto, y una de ellas son los violadores" - dijo Kurama con asco mientras entrecerraba los ojos - "Pude sentir el dolor, desesperación y una enorme miseria, desde la Tierra, algo que no debería de ser posible, aunque no es mucha sorpresa viendo todas las mujeres que tenías encerradas a la espera de ser controladas por esa droga"

Lacospo tragó saliva mientras sentía un profundo miedo porque algo le decía que él no tendría un final bonito.

Kurama nuevamente desapareció del lugar mientras él intentaba nuevamente escapar, solo que esta vez fue por la ventana, aunque para su dolor, tuvo el mimo resultado.

Lacospo estaba en el suelo, retorciéndose de dolor, cuando escuchó como la puerta de su habitación se abría de golpe. Él lentamente levantó la cabeza, solo para ver como un enorme grupo de mujeres estaba caminando junto a Kurama, y cada una de ellas estaba mirándolo con furia - "!"

"Él es suyo, pueden hacer lo que quieran" - dijo Kurama mientras negaba con la cabeza - "Luego de eso pueden usar la nave para regresar a sus hogares"

"Lo siento, pero no podemos hacer eso" - dijo una hermosa mujer de cabello blanco con largas orejas puntiagudas - "Muchas de nuestras familias fueron aniquiladas mientras nos secuestraban, y otras fueron sacrificadas por dinero, así que no tenemos a dónde regresar, sin contar que cuando se pase la voz de que matamos a esta basura, entonces el planeta Gaama estará detrás de nosotras"

Las demás mujeres agacharon la cabeza cuando escucharon esto porque aunque no quisieran admitirlo, las palabras de la chica eran ciertas. Muchas de ellas habían sido vendidas como esclavas, o no tenían familias a las cuales regresar, sin contar que muchas de ellas habían sido abusadas, y a pesar de que el aparato reproductor de Lacospo era pequeño y sus hímenes no habían sido rotos, que él hubiera abusado de ellas hacía que encontrar pareja en el futuro fuera difícil.

Kurama se quedó en silencio antes de contactar con Mikado, quien rápidamente intentó ayudar a estas chicas.

El hombre de cabello blanco soltó un pesado suspiro antes de decirle que él les daría asilo hasta que ellas descubrieran qué hacer de ahora en adelante, aunque para su suerte, el grupo no era muy grande, solo 10 mujeres, 4 las cuales recién habían sido curadas del estado de hipnosis que Lacospo las había mantenido por una semana. En cuanto a las demás, ellas habían sido torturadas hasta la muerte por los subordinados de Lacospo luego de que él se aburriera de ellas, un destino que estaban a punto de sufrir las cuatro que estaban mirando con odio al príncipe del planeta Gaama.