Extra 19: El mundo he de cambiar (16)

Luego de escuchar la situación general, Inuyasha empezó a perder la compostura, después de todo, no importaba el pasado, la persona que había sido insultada era la mujer que él había amado, y aunque no quisiera admitirlo, todavía la quería a pesar de haberlo sellado.

Muchos pensarían que esos más de 50 años habían sido suficiente para que él pasara página, aunque había que recordar que para él, solo habían pasado unos pocos minutos, y había otro detalle que tomar en cuenta, Kikyo no lo mató como lo habría hecho con otros Yokai, lo que significaba que a pesar de todo, ella todavía sentía algo por él.

Los pensamientos de Inuyasha estaban hechos un lío, aunque gracias a la presencia y apoyo de Izumi, él logró calmarse.

Izumi estaba un poco preocupada porque el chico que había ganado su atención, todavía tenía sentimientos por una chica que llevaba años muerta, aunque rápidamente decidió dejar estos pensamientos a un lado, después de todo, ella no quería reemplazar a esa mujer, no, ella quería ser la nueva persona especial dentro del corazón del chico, además, sentir celos por los muertos no era algo que ella haría.

Kagome no sabía qué decir, después de todo, los restos que habían sido robados eran los de su vida pasada, lo cual era muy incómodo desde su perspectiva porque prácticamente estaban robando su cuerpo.

Kurama notó el cambio en las expresiones de sus acompañantes, mientras que Yura seguía ignorando todo y continuando con su entrenamiento, después de todo, ella podía sentir como dentro de poco iba a tener el poder suficiente para poder cumplir con su deseo de tener un cuerpo verdadero.

"Entonces, ¿Qué es lo que haremos?" - preguntó Inuyasha mientras miraba a Kurama, quien estaba pensando.

"¿Qué es lo que quieres que hagamos?" - preguntó Kurama mientras entrecerraba los ojos.

"La verdad, me gustaría recuperar los restos de Kikyo" - respondió Inuyasha con ligera incomodidad porque podía notar que Kurama no estaba muy feliz con su reciente forma de actuar, aunque rápidamente recuperó la calma - "Por favor..."

"Tousan, yo también quiero pedirte que lo ayudes" - dijo Izumi mientras miraba a su padre.

Kurama volvió a fruncir el ceño antes de soltar un suspiros pesado - "¿Así se sentía Inoichi?"

Izumi sonrió ligeramente - "No, el abuelo Inoichi era mucho peor, o al menos eso fue lo que dijo Ino mamá"

Kurama soltó una carcajada cuando escuchó esto, aunque su expresión rápidamente volvió a ponerse seria - "Ok, voy a ayudarle, aunque espero que pienses bien en tus próximos movimientos porque si sucede algo que lastime a mi bebé, ni siquiera ella te salvará de mi furia..."

Inuyasha asintió con debilidad mientras que Izumi miraba a su padre con preocupación porque tal parecía que él sabía algo que no quería decir.

"Ok, vamos de inmediato" - dijo Kurama mientras él guiaba al grupo en la dirección donde había sentido que la mujer demonio había escapado.

* * * * *

Unas cuantas horas después, y siguiendo el olfato de Inuyasha, Izumi y Kurama, el grupo llegó a lo que parecía ser su destino luego de superar unas cuantas pruebas, las cuales la gran mayoría era destrozar a un pequeño ejército de muñecos de arcilla.

"Es aquí, el aroma de Kikyo junto a uno similar al de los muñecos de arcilla que hemos estado destruyendo, puedo sentirlos dentro de este lugar" - dijo Inuyasha con seriedad mientras fruncía el ceño porque era obvio lo que había sucedido.

La bruja Oni había usado los restos de Kikyo para poder crear una muñeca de arcilla, aunque los motivos de esto todavía estaban ocultos.

Kurama frunció el ceño porque podía sentir la extraña conexión con el reino de los muertos creándose en este lugar. Tal parecía que esta anciana sabía lo que hacía.

"Ok, esto es lo que haremos, entramos, pateamos a la vieja y recuperamos los restos de Kikyo" - dijo Inuyasha mientras se preparaba para destruir la entrada del "taller" de la bruja Oni, aunque cunado lo hizo, se sorprendió de ver como la puerta se abría sola - "?"

"Veo por fin llegan, los he estado esperando todo este tiempo..." - dijo Urasue mientras miraba con miedo a Kurama, para luego posar sus ojos en Kagome y sonreír enormemente - "Y veo que trajeron al último ingrediente"

La expresión de Inuyasha cambió a una de confusión mientras que Kagome tenía un mal presentimiento.

Kurama frunció el ceño porque él comprendía lo que estaba sucediendo, así que rápidamente se puso delante de Kagome y miró a la bruja Oni con frialdad - "Lo siento, pero el alma de Kikyo ya no existe, el lienzo en blanco ahora creó otra pintura, muy diferente a la original"

"No, solo pintaron sobre el lienzo, la pintura original sigue allí" - respondió Urasue mientras se lamía los labios - "Ven, jovencita, ayúdame a traer de regreso al mundo de los vivos a la sacerdotisa más poderosa de los últimos tiempos"

La mirada de Kagome se oscureció, como si algo estuviera controlando sus pensamientos.

Kurama intentó detenerla, pero cuando iba a hacer su movimiento, sintió como todo su cuerpo era apretado por lo que parecían ser unas extrañas cadenas invisibles.

Urasue pareció percatarse de esto, así que rápidamente soltó una fuerte carcajada - "Tal parece que el destino, oh gran Yokai de los zorros"

La expresión de Kurama se oscureció mientras sentía como las cadenas de su cuerpo estaban cada vez más apretadas, aunque al mismo tiempo podía sentir como su poder crecía con cada segundo que pasaba.

"¿Tousan?" - dijo Izumi mientras miraba como su padre parecía que estaba a punto de explotar - "Oh, esto es malo"

Inuyasha reaccionó con estas palabras, así que rápidamente corrió donde Kagome para intentar detenerla, solo para ver como una guadaña aparecía frente a su rostro, cortando su mejilla luego de que él diera un salto hacia atrás inconscientemente.

"Solo un poco más y habría cortado tu linda cabeza" - dijo Urasue con un tono falso de pena, aunque su expresión cambió cuando vio unos cabellos negros rodeando su cuerpo.

"En serio, estoy harta de que siempre me ignoren" - dijo Yura mientras miraba con desdén a la bruja Oni - "Oh bueno, ser ignorada tienes sus ventajas, como por ejemplo, poder emboscar a los idiotas..."

"¡Buen trabajo, Yura!" - exclamó Izumi con felicidad. Ella había querido ayudar a Kagome, pero no lo hizo porque su padre le estaba advirtiendo con su mirada.

"¡Hmph! Es obvio, he sido entrenada por Kurama-sama" - respondió Yura con desdén mientras caminaba donde Kagome, solo para ver como un rostro familia estaba delante de la chica del futuro - "Oh, creo que estamos en problemas..."

Inuyasha miró en la dirección donde estaba la chica Higurashi, solo para ver como alguien del pasado estaba caminando en su dirección - "Kikyo..."

"¡Perfecto!" - exclamó Urasue mientras reía con locura - "¡Sacerdotisa Kikyo, destruye a todos los presentes, empezando por el Kitsune que está restringido por una fuerza desconocida!"

Kikyo le lanzó una mirada fría a Inuyasha antes de mirar a Kurama, solo para levantar una ceja en sorpresa.

"¡¿Qué estás esperando?! ¡Termina con ellos!" - exclamó Urasue mientras sentía como su furia crecía con cada segundo que la sacerdotisa revivida la ignoraba - "¡¿Sacerdotisa Kikyo?!"

"Guarda silencio..." - murmuró Kikyo mientras miraba a la mujer Yokai.

"¡¿Cómo te atreves a hablarle así a tu maestra?!" - rugió Urasue mientras sentía un mal presentimiento.

"Guarda silencio..." - repitió Kikyo mientras continuaba caminando donde Kurama con una inconsciente y pálida Kagome en sus brazos.

"¡T-Tú, pequeña...!" - rugió Urasue, solo para sentir como todo a su alrededor se ponía blanco - "¿E-Eh?"

"Te dije que guardaras silencio..." - dijo Kikyo mientras bajaba su brazo.

Urasue no comprendió lo que había sucedido, aunque todos los demás lo vieron.

Kikyo había hecho un rápido movimiento de manos y había lanzado un disparo espiritual en dirección de la vieja bruja Oni, matándola en el acto.

La sacerdotisa revivida continuó caminando donde Kurama, ignorando por completo a Inuyasha, quien estaba con la boca abierta.

Izumi vio esto con pesar, mientras soltaba un suspiro, ella podía sentir como su corazón se hundía ligeramente en la desesperación, aunque su expresión cambió cuando vio como el rostro de su padre se oscurecía - "¡Oh, no!"

Kikyo caminó frente a Kurama, y puso a Kagome frente a él - "Puedo sentir un enorme poder espiritual dentro de ti, así como una extraña conexión con mi estado actual"

"Qué quieres" - dijo Kurama con neutralidad.

"Con tu poder, estoy segura de que puedes dividir el alma de esta chica para poder mantener nuestras dos existencias" - respondió Kikyo con un tono frío.

"¿Por qué lo haría?" - preguntó Kurama mientras entrecerraba los ojos - "Simplemente puedo quitarte el alma de Kagome y devolverla a su lugar original"

Inuyasha abrió los ojos cuando escuchó esto mientras sentía como su respiración se agitaba, una reacción que no pasó desapercibida por Izumi, quien solo bajó la cabeza.

La expresión de Kurama se oscureció aún más, la ya creciente furia que sentía por culpa de la intervención de la voluntad de esta dimensión, parecía que estaba a punto de explotar