Extra 19: El mundo he de cambiar (23)

"Eso no tiene sentido" - dijo Kikyo mientras fruncía el ceño - "No importa cuanto lo piense, sigo siendo tal como recuerdo"

"Es porque tu cuerpo todavía no se adapta al alma que tienes en tu interior" - respondió Kurama con calma mientras se detenía y miraba a la sacerdotisa con una casi imperceptible sonrisa - "Dime, ¿Qué es lo primero que se te viene a la mente si te menciono el nombre Kimi?"

"Mi madre" - respondió Kikyo de forma casi de inmediata, solo para abrir los ojos, sorprendida con sus palabras - "Espera, ella no es mi madre, no, sí lo es, ugh..."

La sacerdotisa rápidamente calló al suelo y se tomó la cabeza para poder quitarse ese molesto dolor de cabeza.

"Dime, ¿Qué es lo primero que se te viene a la mente con el nombre Sota?" - preguntó Kurama con calma.

"Mi hermano menor..." - respondió Kikyo con un dolor de cabeza mucho más grande - "No, yo no tengo un hermano menor, solo una hermana menor llamada Kaede, pero Sota es mi hermano menor..."

Kikyo podía sentir cómo su cabeza estaba a punto de explotar por el dolor, aunque rápidamente empezó a sentir como todo volvía a la normalidad luego de que una extraña corriente pasara por todo su cuerpo. Ella lentamente abrió los ojos y notó como Kurama tenía su mano sobre su frente, aunque esto la confundió aún más.

"Como dije, tu cuerpo todavía está adaptándose al alma dentro de ti" - respondió Kurama mientras negaba con la cabeza - "Se podría decir que en estos momentos tú no eres Kikyo, ni tampoco Kagome, eres una mujer diferente que tiene en su interior las experiencias de las dos chicas"

Kikyo frunció el ceño cuando escuchó esto porque no le gustaba cómo se sentía - "¿Estás diciendo que no volveré a ser yo misma?"

"No, tú no has cambiado, has sido igual desde que renaciste, aunque esto hizo que tú dejaras de ser la antigua Kikyo" - respondió Kurama mientras intentaba explicarse - "Tu cuerpo es el de Kikyo, pero tu alma no es el de la sacerdotisa, tu mente es una mezcla perfecta entre las experiencias de la Kikyo original, junto a los conocimientos, emociones y deseos de Kagome, tu reencarnación, eso te hace una entidad diferente a las dos chicas que te crearon"

Kikyo se quedó en silencio mientras sentía cómo todo su mundo se venía abajo, después de todo, Kurama le estaba diciendo que ella no era la persona que ella pensaba.

"En fin, este viaje puede servir para que te conozcas a ti misma" - dijo Kurama mientras continuaba caminando en silencio.

Kikyo se quedó en silencio antes de seguirlo en silencio, después de todo, las palabras de su acompañante le habían llegado hasta el fondo de su corazón.

"¿Quién soy?" - se preguntó Kikyo antes de caminar al lado de Kurama.

* * * * *

"¿Cómo es que terminé así?" - murmuró Kagome con una expresión oscura en su rostro.

¿El motivo?

Bueno, ella corrió felizmente al lugar que vio unos destellos similares a los de la Perla de Shikon, solo para descubrir a los dos demonios que habían matado al padre de Shippo, los hermanos del trueno. Ellos eran uno que parecía ser un hombre apuesto, mientras que el otro era alguien quien honestamente no había sido bendecido por la genética.

Cuando vio que eran enemigos, Kagome intentó escapar, solo para ser capturada por el menos agraciado, quien rápidamente quedó flechado por su apariencia y decidió convertirla en su nueva esposa.

El hermano más apuesto solo pudo sacudir la cabeza cuando escuchó esto mientras murmuraba algo sobre cómo esta era la quinta mujer de los últimos cinco días.

El rostro de Kagome palideció cuando escuchó esto, pero no hubo mucho que ella pudiera hacer en esta situación, más que nada porque ella no tenía la fuerza física para poder oponerse a los Yokai, sin contar que había dejado su arco junto a sus demás cosas.

"Esta no fue mi mejor idea" - murmuró Kagome mientras suspiraba con pesar.

"¿Dijiste algo, mi bella futura esposa?" - preguntó Manten mientras miraba a Kagome.

"No..." - respondió Kagome con el ceño fruncido.

Manten entrecerró los ojos porque nuevamente podía sentir cómo esta chica no parecía feliz con la idea de casarse con él. Esto lo enfurecía porque todas las chicas iban donde su hermano mayor, quien había heredado todo lo bueno de su padre, mientras que él había heredado la apariencia de su madre. Manten amaba a sus padres, aunque al mismo tiempo él siempre maldecía que su padre se casara y tuviera hijos con una mujer como su madre, después de todo, si no fuera por ella, él sería igual de apuesto que su hermano mayor y en el proceso no tendría problemas en conseguir chicas.

El hermano menor siempre estuvo celoso de lo fácil que era para su hermano mayor conseguir a todas las chicas lindas, mientras que él tenía que quedarse con las sobras o con los "sacrificios" para poder aplacarlo. Solo pensar en eso, hacía que un enorme impulso asesino invadiera su interior porque odiaba que la gente lo mirara como un monstruo mientras alabaran la apariencia de Hiten.

Kagome retrocedió un poco podía ver como un sin número de rayos empezaban a salir del cuerpo del Yokai de apariencia extraña.

"Maten, controla tus emociones o matarás a tu nueva esposa" - dijo Hiten mientras venía volando donde su hermano menor - "En serio, si sigues así, el mundo terminará sin mujeres"

Maten apretó los dientes con furia cuando escuchó esto mientras sentía como algo dentro de él se rompía - "¡¿Y tú que sabes de mis problemas?!"

"¿Estás bromeando? Soy la persona que más te conoce desde la muerte de nuestros padre, soy yo quién ha estado a tu lado todos estos años" - respondió Hiten con el ceño fruncido.

"¡Y no te has dado cuenta de la diferencia entre las miradas que nos dan a los dos cuando aparecemos!" - rugió Maten con furia mientras entrecerraba los ojos - "¡Mientras que a ti todas las mujeres te miran con ojos soñadores, yo soy mirando como una basura, un monstruo que no merece haber nacido! ¡Es por eso que odio a mamá y a papá, yo no debería de haber nacido con esta apariencia!"

"¡¿A caso estás escuchando lo que estás diciendo, Maten?!" - exclamó Hiten mientras entrecerraba los ojos - "¡No voy a permitir que le faltes el respeto a nuestros padres luego de todo lo que hicieron por nosotros!"

Los dos hermanos empezaron a discutir mientras que Kagome aprovechaba la oportunidad para poder escapar.

* * * * *

"En serio, esta chica es una idiota" - murmuró Yura mientras caminaba hacia el hogar de los hermanos relámpago.

"Lamento no haberles advertido que esos dos estaban cerca..." - murmuró Shippo con pesar porque sentía que parte de la culpa del secuestro de Kagome, recaía sobre sus pequeños hombros.

"No tienes que disculparte, la culpa la tiene esa idiota que decidió avanzar sola y sin pensar en las consecuencias" - respondió Yura mientras acariciaba al pequeño Kitsune - "Tal vez con esto, ella aprenda a pensar antes de actuar"

"Ok" - asintió Shippo mientras los dos continuaban caminando hacia el hogar de los hermanos Yokai, sin notar como Inuyasha los estaba siguiendo en silencio.

"¿Qué crees que le haya pasado a Kagome?" - preguntó Shippo con el ceño fruncido.

"Tranquilo, ella estará bien, puede que no lo creas, pero esa chica tiene muy buena suerte" - respondió Yura mientras los dos continuaban avanzando hasta que escucharon el sonido de alguien acercándose.

Yura rápidamente se puso en guardia mientras hacía que sus cabellos rodearan la zona para prevenir que los emboscaran, aunque su expresión cambió cuando sintió un aura familiar de la persona que venía en su dirección - "¿Kagome?"

"¡Yura-san! ¡Shippo-chan!" - exclamó Kagome con lágrimas en los ojos - "¡Estaba tan asustada!"

Yura rápidamente retrajo sus cabellos y miró a la chica del futuro con una expresión de confusión porque no se esperaba que lograra escapar tan pronto - "¿Cómo lo lograste?"

"Los hermanos empezaron a discutir entre ellos por problemas familiares y aproveché la oportunidad para poder escapar, el problema es que cuando lo hice, descubrí que ellos tenían fragmentos de la perla" - respondió Kagome con el ceño fruncido - "Y estos son los primeros que hemos encontrado, así que no creo que podamos dejarlos pasar, el problema es que ellos son fuertes, puedo sentirlo"

"¿Comparados conmigo?" - preguntó Yura mientras levantaba una ceja.

"No estoy segura, aunque creo que podrías derrotarlos si vas uno contra uno" - respondió Kagome con el ceño fruncido.

"Creo que me estás menospreciando más de la cuenta, Kagome" - dijo Yura mientras negaba con la cabeza - "He estado haciendo la rutina que Kurama-sama me dio por semanas y mi nivel de poder está acercándose peligrosamente la nivel de un Daiyokai gracias a la extraña energía que mi señor me confirió"

"¿Dices que puedes derrotarlos?" - preguntó Kagome mientras levantaba una ceja.

"Es posible, aunque voy a hacerlo a mi manera, voy a tender una trampa para poder separarlos y luego derrotarlos uno a uno como tú dices" - respondió Yura con calma - "Es posible que esto sea innecesario, peor es mejor prevenir que lamentar, ¿No?"