Extra 19: El mundo he de cambiar (27)

"Ugh... ¿Dónde estoy?" - preguntó Izumi mientras lentamente miraba alrededor y notaba cómo estaba en una habitación desconocida.

"Creo que la escuché hablar" - dijo una voz femenina.

"Entremos, aunque es mejor que lo hagamos con cuidado para que no piense que la hemos secuestrado o algo por el estilo, o sea, no sabemos cómo reaccionará al estar todavía débil por el veneno de Naraku" - respondió una voz joven masculina.

Izumi intentó levantarse aunque su cuerpo todavía estaba rígido, haciéndole maldecir que no consiguiera la inhumana inmunidad al veneno como su padre.

"No creo que nos ataque, o sea, te salvó la vida" - dijo la voz femenina.

"Tienes un punto, hermana, aunque es posible que solo haya querido cazar a Naraku" - respondió la joven voz masculina.

Izumi se quedó en silencio mientras veía como la puerta corrediza se deslizaba, mostrando a una chica de más o menos su edad de cabello color castaño oscuro junto a un chico de unos 12 años con un cabello del mismo color.

"Oh, ya has despertado" - dijo la chica mientras miraba a su invitada.

"¿Dónde estoy? ¿Quiénes son ustedes?" - preguntó Izumi mientras fruncía el ceño porque no recordaba qué era lo que había pasado, aunque por las palabras del chico, ella lo había salvado de un sujeto llamado Naraku.

"Mi nombre es Sango, y él es Kohaku" - respondió la chica ahora conocida como Sango - "Me gustaría agradecerte por haber salvado a mi hermano"

"Lo siento, pero no recuerdo haberlo hecho, y aunque lo hiciera, es normal que alguien ayude a una persona si la ve en problemas" - respondió Izumi mientras sacudía la cabeza.

"¿No recuerdas qué fue lo que pasó?" - preguntó Sango con sorpresa.

"No, todo está un poco borroso" - respondió Izumi con el ceño fruncido, aunque rápidamente sacudió la cabeza - "Lo siento, todavía no me he presentado... Mi nombre es Izumi Uzumaki, soy la princesa del clan Uzumaki e hija de Kurama Uzumaki y Mikoto Uchiha, es un placer"

"¿Clan Uzumaki?" - repitieron los dos cazadores de demonios mientras se miraban entre ellos.

"Oh, no se preocupen, mi clan no es muy conocido en este lugar, así que es obvio que nuestra información es un poco oscura" - respondió Izumi con calma.

"Si no es mucha molestia, me gustaría saber qué tipo de Yokai eres, Izumi-san" - dijo Sango mientras miraba a la bella chica de cabello negro con mechones rojos.

"Soy mitad humana, mitad Kitsune" - respondió Izumi mientras liberaba sus facciones de zorro.

"¿Mitad humana?" - repitió Sango con sorpresa.

"Si, mi padre es un Kitsune y mi madre es humana" - respondió Izumi mientras asentía - "He estado viajando con mi padre y por una discusión decidimos tomar caminos separados"

Los dos hermanos podían sentir la tristeza en las palabras de la chica, aunque ahora estaban mucho más confundidos porque el padre de la chica no estaba tan lejos como ella pensaba, lo que demostraba el enorme cariño que el hombre desconocido tenía por su cachorro.

"¿Y qué pasó con tu madre?" - preguntó Kohaku con curiosidad.

"Oh, ella no está con nosotros" - respondió Izumi con calma.

"¡L-Lo siento!" - exclamó Kohaku con vergüenza al ver que había pisado una trampa explosiva.

"Oh, no te preocupes, ella no está muerta" - dijo Izumi con una sonrisa serena - "Se podría decir que ella está sellada, es por eso que nosotros estamos viajando solos"

"Y-Ya veo" - asintió Kohaku mientras soltaba un suspiro de alivio al ver que todo había vuelto a la normalidad, después de todo, él no quería hacer sentir incómoda a la persona que le había salvado la vida.

"¿Cómo es tu padre, Izumi-san?" - preguntó Sango con ligera curiosidad porque el desconocido hombre de cabello platinado le había dado una enorme primera impresión.

"¿Tousan?" - repitió Izumi mientras fruncía ligeramente el ceño - "Bueno, él es una persona maravillosa, siempre está cuidando de mí y mis hermanos, aunque al mismo tiempo es un poco asfixiante con nuestra seguridad"

"¿Los sobreprotege?" - preguntó Kohaku con sorpresa.

"Sí, digamos que Tousan es nuestro héroe, él es la persona más poderosa del mundo, y antes de que piensen que estoy exagerando, tengo que decirles que él ha peleado con dioses" - dijo Izumi al ver como Sango estaba por interrumpirla - "Desde su infancia él ha estado peleando y no fue hasta hace poco que por fin su guerra terminó"

"Él se ha enfrentado a dioses" - murmuró Sango con aprensión, aunque rápidamente frunció el ceño - "Entonces, ¿Por qué no hemos sabido de él antes? Es extraño que alguien tan fuerte sea todavía un desconocido"

"Oh, eso es porque..." - respondió Izumi, aunque rápidamente guardó silencio porque se dio cuenta de que estaba a punto de decir algo que no debía - "Solo digamos que mi padre tiene sus métodos"

Sango entrecerró los ojos aunque rápidamente decidió dejar esto a un lado.

* * * * *

"No esperaba que ellos fueran tan fáciles de derrotar incluso con fragmentos de la perla" - dijo Yura mientras veía como los hermanos relámpago estaban inerte entre sus cabellos.

Kagome decidió ayudar a Shippo a darle a su padre un entierro digno mientras la demonio del cabello hacía su trabajo.

Yura rápidamente tomó los fragmentos de la perla con una enorme sonrisa porque ahora había confirmado que no había tomado la decisión errónea al seguir las instrucciones de Kurama, aunque tenía que admitir que la tentación de la perla era grande.

"Ahora que tengo el método para entrenar y los fragmentos de la perla, ¿Debería de escapar y empezar a reunir los demás fragmentos?" - se preguntó Yura, solo para soltar una carcajada ante lo ridículo que era pensar en esto. Ella estaba segura de que Kurama los estaba vigilando desde las sombras, así que hacer algo tan estúpido solo sería una sentencia de muerte.

Luego de pensar en esto, Yura caminó donde Kagome y Shippo, pero no sin antes destrozar los cuerpos de los demonios y conseguir el cabello del hermano mayor, después de todo, el poder controlar los rayos no era una mala habilidad.

"No importa como lo vea, esa mujer es mucho más fuerte que yo" - murmuró Inuyasha luego de ver que la demonio del cabello había ido donde la reencarnación de Kikyo - "Yo hubiera encontrado un tanto difícil el enfrentarme a esos dos, pero ella lo hizo sin mucho problema... ¿A caso esta es la diferencia entre un Yokai puro y un híbrido como yo?"

Inuyasha se quedó en silencio unos segundos antes de fruncir el ceño al pensar en esto - "No, la pureza de sangre no tiene nada que ver con esto, la diferencia es que ella tiene un método de entrenamiento consistente y la seguridad de que su fuerza continuará creciendo..."

El Hanyo no quería pensar más en esto, así que rápidamente salió del lugar para poder seguir entrenando con el sello que Kurama le había dado, solo para recordar todo lo que había pasado desde que había escapado de su sello, en especial las cortas memorias que había hecho con la hija del Yokai de cabello platinado.

"Prometo que te daré una respuesta cuando nos reencontremos" - murmuró Inuyasha mientras apretaba sus puños con furia al recordar la expresión triste de Izumi junto a la mirada apática de Kikyo.

* * * * *

Kurama miró detenidamente a la chica que había aparecido en su entrada - "Dime, ¿Qué es lo que deseas?"

"Quiero saber algunas cosas sobre las emociones" - respondió Kikyo con un tono confundido. Oh, no la malinterpreten, ella sabía lo que eran, pero luego de vivir tanto tiempo sin estas, todo era confuso para ella.

"Puedo darte una definición exacta sobre qué son las emociones, aunque estoy seguro de que eso no es lo que buscas" - dijo Kurama mientras le indicaba a la chica que se sentara frente a él - "Dime, ¿Qué es lo que deseas saber?"

"Felicidad" - respondió Kikyo con su típica expresión estoica, aunque si uno observara con mayor cuidado, podría notarse cómo esta expresión parecía estar rompiéndose lentamente.

"Oh, elegiste una complicada" - dijo Kurama mientras negaba con la cabeza - "Antes de responderte, quiero que me digas qué es lo que piensas que es felicidad para ti"

"Para mí, es vivir en paz, sin tener que estar protegiendo la perla" - respondió Kikyo con honestidad.

"No, eso es lo que la antigua Kikyo deseaba" - dijo Kurama mientras negaba con la cabeza - "Quiero que me digas qué es lo que TÚ consideras como felicidad"

Kikyo se quedó en silencio mientras pensaba detenidamente sin poder llegar a una conclusión clara. Había algunos deseos en su interior, pero ella rápidamente los consideró como los deseos de su mitad Kikyo, y otros como de su mitad Kagome. Ella de verdad se sentía extraña, era como ser dos personas y a la vez ninguna.

"No lo sé" - murmuró Kikyo mientras fruncía el ceño.

"Esa es una buena señal" - sonrió Kurama mientras sus ojos brillaban ligeramente - "Después de todo, eso significa que eres tu propia persona, no eres ni Kagome, ni Kikyo, tú eres tú"

Kikyo se quedó en silencio nuevamente antes de asentir.

"Estoy seguro de que pronto encontrarás lo que te hace feliz, y cuando lo hagas, te recomiendo que intentes conseguirlo con todas tus fuerzas porque la felicidad se puede escapar de tus manos" - respondió Kurama mientras le indicaba a la chica que se retirara.