Extra 20: C.A.O.S. (16)

Al día siguiente...

"¿Ella está bien?" - preguntó Kushina con preocupación, después de todo, Hitomi estaba en medio de trabajo de parto. Esto sucedió de la nada, en un momento ella estaba hablando con las demás mujeres del clan Uzumaki, y al otro ya estaba dentro de la enfermería y siendo atendida por Hikari junto a las gemelas, porque Tsunade estaba ocupada con una operación en el hospital.

"Sí, esto es normal para los miembros de nuestra raza, sin contar que Hitomi-san ya estaba a poco de poder conseguir la vitalidad suficiente para dar a luz" - respondió Lilith mientras negaba con la cabeza. Las otras 5 Succubus asintieron ante estas palabras porque no había nada raro en ellas.

Las demás mujeres se miraron entre ellas antes de aceptar esta situación.

Kurama estaba ocupado en estos momentos acompañando a Hitomi mientras que las demás estaban esperando afuera por la noticia de la nueva hija del clan, porque sí, las Succubus solo podían tener descendencia femenina, mientras que los Incubus podían tener descendencia de los dos géneros, esto se debía a que los Incubus podían embarazar a una mujer, pero las Succubus tenían que gestar por años para poder tener descendencia y continuar así la especie.

"¿Cuánto se demora el parto de una Succubus?" - preguntó Kushina con curiosidad.

"No mucho, la verdad" - respondió Lilith mientras chasqueaba la lengua porque a pesar de que su relación con su maestro era mucho más cercana que en su dimensión hogar, ella todavía no estaba embarazada - "Nosotras podemos cambiar las cualidades de nuestras vaginas para hacer que el bebé nazca en pocos minutos"

"Cierto, olvidé ese detalle" - dijo Anko mientras le giraba los ojos - "Iba a decir algo raro, pero luego recordé que este no es tiempo para bromas"

Lilith se encogió de hombros porque más o menos podía entender qué era lo que esta mujer iba a decir, aunque al mismo tiempo le importaba poco, más que nada porque no era como si esto le afectara. Ella sabía que la habilidad de poder cambiar el interior de su intimidad, era un poder extraño, pero esto era uno de los pocos beneficios que tenían las Succubus y el motivo por el cual ellas eran tan cotizadas como amantes.

"Pueden entrar, ella ya está aquí con nosotros" - dijo Hikari con una sonrisa. Las gemelas estaban detrás de ellas con una expresión de sorpresa porque no esperaban un parto tan fácil y rápido.

"Se los dije" - Lilith simplemente se encogió de hombros mientras caminaba donde la Succubus que acababa de dar a luz y miró a la bebé, solo para sorprenderse al notar que la recién nacida no era una Succubus - "Imposible..."

"No, esto se debe a que su sangre Succubus está dormida" - dijo Hitomi al comprender el motivo de la sorpresa de su compañera - "Eva-chan nació con la habilidad de poder activar sus dos ascendencias a voluntad, vimos cómo ella podía sacar una cola de zorro y otra de Succubus"

"Impresionante..." - murmuró Lilith mientras sentía cómo sus manos temblaban ante la presencia de la niña, no porque tuviera celos o miedo de ella, sino porque podía sentir cómo un enorme sentimiento de maternidad se apoderaba de ella, algo que las demás Succubus también estaban experimentando.

Hitomi sonrió ligeramente porque esto también era algo que sucedía en su dimensión. Cuando había una Succubus recién nacida en una comunidad, todas las miembros del grupo entraban en un tremendo estímulo de maternidad, acompañado de un inmenso incremento en su líbido gracias a su instinto de reproducción.

Kurama sintió un escalofrío en su espalda mientras veía cómo las Succubus empezaban a babear.

"Kurama, ve con ellas o las cosas se pondrán feas" - dijo Kushina al comprender la situación.

Las Succubus parecieron escuchar esto como permiso para hacer lo que quisieran, porque tomaron los brazos de Kurama y lo arrastraban fuera de la habitación.

"Sabía que las Succubus estaban sedientas de sexo, pero no pensé que fuera a este nivel" - dijo Anko mientras negaba con la cabeza.

"No es como si pudiéramos culparlas, yo también quiero un bebé" - dijo Luna mientras Wiz asentía.

"Hmm, no suena como una mala idea que Kurama-sama me embarace y luego me abandone a mi suerte" - murmuró Darkness mientras las demás mujeres le daban una mirada en blanco.

"Ni siquiera Hinata-chan se atrevió a tanto, y eso que ella es una masoquista nivel 9" - dijo Ino mientras veía como Hinata se sonrojaba.

"Eso significa que Lalatina-chan es una masoquista nivel 99" - dijo Hanabi mientras veía cómo Darkness se retorcía en el suelo ante la mención de su verdadero nombre.

"Yo creía que con todo este tiempo ella ya debería de haberse acostumbrado a que la llamáramos por su verdadero nombre" - dijo Mikoto mientras las demás se encogían de hombros.

* * * * *

Dos semanas pasaron volando, y en estos momentos Kurama estaba caminando con dificultad. Sí, por primera vez en su vida él estaba agotado, el dios del sexo había sido derrotado, y todo gracias a 6 Succubus que habían absorbido su vitalidad como si no hubiera mañana, como si quisieran que su vitalidad la usaran para que toda su raza sobreviviera, aunque esto tuvo algo bueno, al menos para las Succubus, porque todas ellas terminaron embarazadas, y por sus estómagos redondos, se notaba que tenían unos 6 meses de gestación.

"¿Estás bien?" - preguntó Luna mientras miraba al Kitsune de cabello plateado.

"Ayuda..." - dijo Kurama antes de caer inconsciente.

* * * * *

"Ahora que lo pienso, esto me recuerda a cuando Tsunade lo dejó encerrado con ella durante su primer ciclo luego de recuperar su juventud" - dijo Kushina mientras veía a Kurama reposando en la cama - "Qué recuerdos..."

"Sí, unos muy malos, todavía recuerdo lo mortificada que estaba, aunque fue gracias a eso que tuve a mis bebés" - sonrió Tsunade mientras negaba con la cabeza al recordar los problemas y la felicidad que consiguió al quedar embarazada.

"Dejando eso de lado, ¿Cuánto tiempo creen que tome para que se recupere?" - preguntó Wiz con preocupación - "¿Y quieren que traiga una poción?"

"De las buenas o de las que intentas vender en tu tienda?" - preguntó Anko con una mirada inocente.

"No eres amable, Anko-san" - dijo Wiz con el ceño fruncido - "Son de las que hago yo misma"

"Oh, entonces sí" - asintió Kushina con una pequeña sonrisa.

Wiz soltó un suspiro porque sabía que ella no era la mejor en tomar decisiones a la hora de comprar productos, de hecho, muchos de los habitantes de esta dimensión la llamaban la comerciante maldita, no porque fuera una mala persona, sino porque la gran mayoría de los objetos que intentaba vender estaban malditos, o terminaban haciendo algo que no deberían, como por ejemplo la vez que ella vendió una linterna, esta terminó explotando y mojando toda la habitación en la que estaba, y haciendo que ella tuviera que pagar por los daños causados.

"Ahora que lo pienso, ¿Cómo es que una linterna terminó causando una explosión de agua?" - preguntó Anko mientras todas las mujeres dentro de la habitación le daban una mirada en blanco.

"¡Entiendo, no voy a comprar más cosas de dudosa procedencia!" - exclamó Wiz con lágrimas en los ojos.

"En serio, deberías aprender cuando detenerte, Anko-chan" - dijo Kushina con el ceño fruncido.

"Claro, porque tú eres la mejor capacitada en ello" - respondió Anko con sarcasmo - "Seamos honesto, tú eres la peor de todas, en especial cuando se trata de objetos de caligrafía"

"Solo busco la mejor calidad para mis sellos" - respondió Kushina con molestia.

"Sí, claro" - dijo Anko mientras las demás decidían no meterse en esta discusión.

"¿Pueden dejar de gritar? Me duele la cabeza" - dijo Kurama mientras se sentaba en la cama - "Ugh, y un poco la entrepierna..."

"¿Estás bien?" - preguntó Hikari mientras miraba a su esposo.

"Sí, aunque un poco adolorido, no me sentía así desde el incidente con Tsunade todos esos siglos atrás" - respondió Kurama mientras negaba con la cabeza.

"Una se vuelve ninfómana por un mes y te lo recuerdan por el resto de tu vida" - bufó Tsunade mientras las demás le giraban los ojos.

"No creo que eso sea algo que olvidaremos cuando casi lo matas por deshidratación" - dijo Mikoto con desdén.

"Mejor cambiemos de tema" - dijo Kurama mientras negaba con la cabeza - "¿Qué fue lo que pasó luego de que estuviera encerrado en esa habitación? Y por favor que alguien me diga que puso una barrera de silencio..."

"Fue lo primero que hicimos, en cuanto a los sucedido, no ha pasado nada raro, de hecho, Yoruichi-san y las demás han estado hablando que sería una buena idea ir a explorar este mundo" - respondió Kin mientras las demás se miraban entre ellas.

"Ya veo, podemos ir cuando me recupere" - asintió Kurama con calma, después de todo, había pasado un buen tiempo desde que él había visitado el mundo humano como turista, y ahora que por fin había dejado el mando de esta dimensión, no había nada que lo detuviera.

"Necesitaba un cambio de ropas en mi armario, así que este viaje me viene como anillo al dedo" - dijo Ino con una feliz sonrisa.