Pasado Roto, Futuro Indeterminable, Presente Anhelado

El autobús se estaciono en un camino que conducía hacia las afueras de la ciudad, en un entorno terroso, pero un tanto inhóspito, aunque vieron algunos Caminantes rondando, era más creíble encontrarse con criminales.

Después de tapar el autobús con algunas mantas de colores oscuros que obtuvieron, hicieron los preparativos para pasar la noche.

El día anterior, no habían dormido bien, gracias al miedo, estrés y nerviosismo, así, Shizuka decidió repartir una pastilla para dormir, aunque solo a la mitad, sobre todo para Sumire, Saya, Rei y ella misma.

Hirano y Nana harían la primera guardia, y como a las tres o cuatro, Saeko y Takashi los remplazarían.

El autobús era diferente del manga o el anime, podía albergar a cincuenta personas, aunque los asientos no eran los más cómodos del mundo, eran lo suficientemente espaciosos y adecuados para descansar, al menos una noche.

Shizuka y Saya se quedaron dormidas fácilmente, una al lado de la otra, demostrando su cansancio, Rei también se durmió con facilidad, acurrucada en Hisashi, que aunque tardo un poco, también se durmió,

Saeko se fue a descansar rápidamente, para estar en condiciones de hacer el siguiente turno, mientras que Sumire y Yuuki, se quedaron juntas.

Nana y Hirano subieron por una pequeña escalerilla, para llegar al techo del autobús, y se quedaron a vigilar, mientras Takashi se fue hacia la parte de atrás, y se recostó, mientras innumerables pensamientos pasaban por su mente.

En realidad, no le importaban los recuerdos obtenidos de su "sueño", si el primer recuerdo era una continuación del segundo, si había reencarnado en un manga, la forma o razón por la que sucedió tal cosa.

Tal vez, la ventaja de ser Takashi, combinado con que la incertidumbre y respuestas a esas cosas, no solo no cambiaría nada, sino que no modificarían su situación presente.

Las personas de este mundo, eran tan normales como las del "mundo anterior", exceptuando por algunas características, y el hecho de ser un poco mas talentosas y estéticamente más hermosas. No había realmente mujeres con cabello naturalmente naranja, a diferencia del anime, incluso Rei o la propia Saeko, no podían mandar a volar de un solo golpe, cuerpos con un peso muerto, de mínimo 80 kilogramos.

Quizás estos "protagonistas" eran "especiales" de algún modo, pero nada que realmente fuese inhumano o físicamente imposible, tenían sentimientos extremadamente complejos y debilidades básicas normales.

Los recuerdos del "sueño" y las similitudes de sí mismo con ellos, eran lo más problemático, le hacían sentir extremadamente común, inferior y empoderado, este último, era sobre todo una sensación muy molesta, pues sentía que se había convertido en un héroe, que solo es uno, gracias a una espada Divina que lo reconoció, pero cuando esta lo deje, solo será "uno más".

De pronto, sintió alguien cerca, cuando miro, aunque siendo ya más de media noche, y estando muy oscuro, pudo vislumbrar una silueta agraciada de pelo corto, pero con encantos muy admirables.

- ¿Puedo sentarme?, Hay algo de lo que me gustaría hablar –dijo una voz muy suave y exquisita, en un pequeño susurro.

Takashi inclino la cabeza pensativamente, pero asintió.

La chica alzo el reposabrazos del asiento, sin ninguna vergüenza y sin que el chico se lo esperara, se sentó en su regazo, estirando las piernas en el asiento en que debería haberse sentado.

- ¿… … esto es, para…? –pregunto Takashi, sintiendo su suave trasero en su pierna izquierda, y oliendo un aroma muy peculiar que venía de ella.

- … de esta forma podemos hablar sin despertar a los demás –respondió Yuuki Miku, mientras se recargaba y le hablaba al oído, con un susurro– … quiero asegurar mi posición en este equipo, no quiero ser abandonada cuando sea necesario.

- … eso no sucederá, mientras no comprometas la seguridad de nadie.

- … quizás, incluso cuando Miyamoto no me tiene mucho aprecio, sé que no simplemente me dejara morir, pero… yo fui de las que llego primero al autobús esta mañana, vi que habrías podido salvar a esa chica, pero para no comprometer tu seguridad, y sobre todo la de Miyamoto, preferiste no preocuparte de ella… no quiero que eso me suceda, cuando la ocasión lo amerite.

- … … eres más perspicaz de lo que pensé –dijo Takashi, ya que no creía que incluso Rei o Hisashi se hubieran percatado, pero aun así, decidió actuar duro, y con una sonrisa fría, que incluso sus ojos reflejaban, dijo– pero de verdad crees, que incluso si te tomo, ¿algo cambiara, en una situación similar?, o tal vez, pienses que soy un hombre muy patético, y un cuerpo bonito con un poco de sexo, es suficiente para manipularme.

- … no lo creo –respondió Yuuki, sin miedo, a pesar de que Takashi había puesto su mano en su cuello, aunque no tenía ninguna fuerza– si quisiera manipular a alguien de esa manera, creo que Kohta-chan sería la mejor opción, parece lo suficientemente capaz y solo un toque podría ser suficiente para que me convirtiera en lo más importante en su mundo, incluso si sabe de mis rumores, mientras que si soy lo suficientemente hábil, incluso Igou-kun sería más fácil de manipular, ya que es un buen chico…

- ¿Entonces? –corto Takashi, antes de que ella siguiera enumerando cosas que ya sabía.

- … es precisamente por eso, no pretendo ser ante tus ojos, tan importante como Takagi o Miyamoto, incluso Saeko, pero al menos quiero tener la importancia de Shizuka, y ante tus ojos, más importante que los otros.

- … –Takashi la miro seriamente e hizo la pregunta que estaba en su mente– ¿Por qué no fuiste con Shido?, si eres capaz de hacer esto, no deberías ser tan inescrupulosa, eso mismo va para Hisashi y Kohta.

- … … ¿me juzgas? –pregunto Yuuki con una voz un poco insatisfecha.

- … no. No hablemos de los rumores que no pueden ser verificados, incluso si lo son, no soy quien para juzgarte. Solo quiero comprender –respondió Takashi.

- … Kohta-chan parece muy inestable, Igou-kun no solo me protegería "igual que a todos", si no que de alguna manera, aunque tiene la apariencia de un chico malo, es demasiado blando para este mundo, mientras que con Shido… no soy tonta, simplemente no me importa, quizás no todos los rumores son verdad, pero es un hecho que haría lo que fuese necesario… aunque a veces no estoy segura de para que… Pero ser capaz de hacer cualquier cosa, no significa que quiera hacer cualquier cosa, cuando te vi luchando y luego se quedaron con el autobús, convencí a Sumi, de apostar por ti…

- … –Takashi no estaba seguro de que decir, así que dijo– pareces tenerle mucho cariño a esa niña.

- … fufufufu –para Yuuki, esa fue una señal de aceptación, así que se inclino de manera seductora, mordió suavemente el oído de Takashi, y luego paseaba por su cuello– tal vez deba agradecerle a ella, tener el valor de apostar por ti, el primer día pensé que había muerto, una niña desidiosa y cobarde como ella… no parecía poder sobrevivir, pero afortunadamente, fue esa cobardía lo que la salvo, y por coincidencia pude encontrarla… es una niña muy frágil, pero no solo nunca hizo caso a los rumores, nunca me juzgo, e incluso me envidiaba, envidiaba algo más que mi belleza… aunque no estoy segura, de que esa parte sea algo que valga la pena envidiar… pero ella puede ser mi única verdadera amiga, a pesar de ser tan distintas.

Luego, beso a Takashi, el cual respondió de una forma un tanto pasiva, pero cuando sintió la lengua de Yuuki explorando su boca y empezando a juguetear con su propia lengua, de una manera muy hábil, no pudo evitar corresponder con más ímpetu.

Yuuki tomo la mano izquierda de Takashi y la puso justo debajo de sus pechos, y la mano derecha en uno de sus muslos.

Luego paso su cabeza para besar el otro oído del chico, exponiendo su cuello.

Takashi, beso su cuello con un poco de avidez, al tiempo que su mano derecha sentía el suave y delicioso muslo de Yuuki, mientras le recorría por completo, incluso debajo de su falda, con su mano izquierda empezó a sentir sus suaves pechos, mientras la estrujaba contra su cuerpo.

Yuuki beso su cuello también, pero de una forma delicada, que le daban pequeños escalofríos de placer a Takashi, mientras que con su mano libre se desabotonaba la camisa, para dejar que tocara sus orgullosos pechos, de una forma más directa.

Takashi no dudo en meter su mano dentro, e incluso un poco por debajo de su sujetador, entonces pudo sentir una sensación muy suave y cálida, los pechos de Yuuki, definitivamente eran muy grandes, pero tenían una tensión muy exquisita, ante la cual no pudo evitar apretar con un poco de fuerza.

Un gemido reprimido sonó en su oído, mientras Takashi aprovechaba para bajar la cabeza y besar su clavícula, mientras acariciaba el muslo de Yuuki con un poco de fuerza, como si quisiera meter la mano debajo de su piel.

La respiración de Yuuki se estaba acelerando, así que Takashi quito fuerza de la mano en su muslo y bajo la otra mano a su cintura, luego volvió a besar su boca.

Yuuki parecía entender los pensamientos de Takashi, así que solo puso las manos en su cuello y correspondió el beso de una manera más delicada y suave.

Takashi tenía que admitir, que el "sabor" de Yuuki era delicioso y un poco adictivo, aunque más suave de lo que esperaba, pero lo hacía querer un poco más.

Sin embargo, no quería que Saya se diera cuenta, al menos no aun, el mundo había empezado a cambiar y ella tenía mucho que asimilar.

- … … no me importa cuánto de tus palabras sean verdad o mentira –empezó a hablar Takashi, separando sus labios de la boca de la chica, y oliendo su cuello, mientras susurraba en su oído– eres una mujer muy hermosa y complaciente, así que no te niego, ni quiero negarme, pero has de saber que soy muy posesivo… por no hablar de si muero, incluso si te quieres ir, no hare nada, pero si te atreves a meterte con otro tipo, mientras me perteneces… … veras, que malo soy…

- A cambio –continuo Takashi sin esperar a que Yuuki hablara– realmente hare lo más posible por mantenerte a salvo, solo debes entender, que para sobrevivir, esperar a que yo te proteja mientras actúas de forma mimada, no funcionara, esto es algo que no cambiara, incluso si te conviertes en la persona más importante de mi vida.

- … … lo entiendo, pondré todo de mi parte, después de todo, ya he apostado por ti –contesto Yuuki con una cara complicada.

- Aunque aun no lo entiendas, te ayudare a obtener o te brindare todo el poder que pueda y necesites… no te pido amor eterno, pero espero fidelidad.

- … … así será –respondió Yuuki, luego dirigió su mano hacia su entrepierna, que tenía una gran erección, y la acaricio suavemente, mientras decía– por ahora, déjame evitar que te quedes adolorido.

… … … … … … …

Takashi estaba en el techo del autobús, después de hablar un poco más con Yuuki, subió antes de que su turno empezara, y envió a Kohta y Nana a dormir.

Ahora estaba sentado con las piernas cruzadas y viendo el cielo, mientras algunos pensamientos "acosaban" su mente.

- ¿En qué piensas Komuro-kun? –pregunto la voz de Saeko.

- … … en lo sorprendente que eres Busujima-san.

- No hay necesidad de esquivar la pregunta de esa manera, si no te sientes cómodo al responder –dijo Saeko con una suave sonrisa.

- … no, de verdad pensaba en eso, ¿sabes?, no muchos están enterados, pero yo practique… artes marciales, no duro mucho, pero fui a algunos torneos, nada grande y todo privado, pero siempre obtuve buenos resultados, como mínimo el tercer lugar y varias veces el primer lugar –hablo Takashi, contando un "recuerdo" sobre su "sueño", cuyo sentimiento le daba sensaciones empáticas, pues había cosas con las que se identificaba– pero un día tuve una pelea "verdadera", era un hombre mayor, mas alto y físicamente más fuerte que yo, la lógica de mis capacidades, me decían que podía vencerlo… pero al final… me dio miedo…

- … eso es algo muy natural –dijo Saeko, sin comprender que tenía que ver ella con eso.

- No. Siempre fui resistente al dolor, y la vergüenza nunca me importo, incluso si aun hubiera un poco de temor a ello, lo que yo temía era perder, nunca supe guiar mi vida y nunca vi una verdadera imagen de mi futuro, siempre me sentí muy… común, así que tenía miedo de perder, que mis puños y patadas, que mi orgullosa "fuerza", fuera algo que solo servía para otorgar puntos en una competencia…

- … –Saeko abrió los ojos un poco y no sabía que decir a eso.

- … tu eres sorprendente, Hisashi también, supe que una vez tuvo un conflicto con unos estudiantes, eran dos o tres que se "creían" pandilleros, el pudo derrotarlos… con sus habilidades de karate, pero mi primera lucha, fue como si solo fuera un gánster que me revolcaba en el suelo intentando "sujetar" más fuerte que el otro, tuve que pasar por otros problemas, para entender que mis capacidades eran verdaderas, o desarrollarlas, pero todos ustedes, Hisashi, Rei y tu, pueden matar y destruir esas cosas como si fuese lo más común… entiendo que hay muchas cosas más involucradas, pero no me hace sentir mejor, que yo tuviera que pasar por prueba y error, para compararme con ustedes.

- … … –Saeko de verdad no sabía que decir, y pensó en la tensión obvia que había entre Muyamoto y Komuro esa tarde, y comprendió algunas cosas, así que pregunto– ¿Qué sientes por Miyamoto?

- … … no se –dijo Takashi, tomado un poco desprevenido, ya que no esperaba esa pregunta en un momento como ese.

- ¿De verdad?

- … –Takashi miro hacia el cielo, y sin pensar, empezó a hablar– cuando era niño, me gustaba mucho el manga y anime, y siempre pensé en tener siete esposas…

- … un poco codicioso eh.

- Jajaja, supongo, pensé en tener una esposa para "apoyarme", ese tipo de mujer confiable, que siempre tiene respuestas o la forma de consolarte, pensé en tener una para "proteger", ese tipo de niña linda que te hace resaltar las cualidades de un hombre, a la que siempre quieres ver a salvo y mantener feliz, una esposa "distante", esa a la que siempre te mueres por complacer, esa que, por el simple hecho de nunca querer decepcionar, te ayuda a seguir avanzando, una esposa "complaciente"… la que se esfuerza por hacerte sentir el mejor del mundo, que… siempre te complace en "ese" tipo de cosas, siempre me gusto el número ocho, y pensé en ese tipo de mujer que siempre está ahí para ti, y en la que rara vez miras, pero siempre se "sacrifica" por ti, y por último, una mujer que sea mi pasado, mi presente y mi futuro.

- Pero pronto comprendí, que entre muchas cosas, no podía tener varias esposas, pero que las mujeres son muy geniales, y mucho más complejas, así pensé que Rei podía ser todo ello, es un poco mayor que yo y siempre me apoya, es una mujer y debe ser frágil a su manera, siempre está viendo hacia delante, así que siempre intentaría estar a su altura, es una mujer con una crianza muy tradicional, y con su esposo, siempre seria fiel y se esforzaría por complacerlo, ella ya era mi pasado, pronto se convertiría en mi presente, y seria la ideal representante de mi futuro… pero falle, pensé… demasiado de ella, o tal vez, puse muchas expectativas, no era la mujer más fuerte, no ese tipo de fuerza, era muy frágil y no estuve ahí cuando necesito mi protección, lo estuvo alguien más, su "cariño", su… servilismo, ya ha sido ofrecido a otro hombre, ya complacía a otro… por lo que nunca se convertiría, ni en mi presente, ni en mi futuro, solo si yo quisiera rebajar mi orgullo y convertirla en alguien a la cual siempre perseguir… lo que me quedaba de ella, era un pasado cruel. Así que no se que sentir por ella.

- … … supongo que… –dijo Saeko, tragándose las palabras, "incluso los hombres son románticos", pero todo esto, la había hecho entender algo– ¿Por qué no mataste a Shido?

- … cambias mucho de tema Busujima-san… considere que nadie estaba listo para verlo ser asesinado.

- ¡Exacto! –dijo Saeko, como si hubiera ganado– la mujer que represente tu pasado, representa un lugar cálido y seguro en tu corazón, un lugar a donde regresar, como ahora se ha roto y consideras que ya no tienes a donde volver, por eso dijiste un "pasado cruel", a pesar de no odiar ni culpar a Miyamoto por sus decisiones, correctas o incorrectas, y esa imagen y otras parecidas, te hacen tener un sentido de inferioridad, por que otros tienen lo que tú no tienes, pero se te olvida, que una persona no es "lo que no tiene, o lo que es inferior a otros", una persona es "lo que tiene, y lo que sus acciones logran", eso mismo es un "hombre" Takashi-kun, eres diferente de Igou-kun, pero cuidas a todos, incluso a Miyamoto, de una manera que Igou-kun ni siquiera lo nota, esto también va por aquello que ocultas, quizás no seas el mejor líder, pero no significa que Igou-kun u otro, sea mejor que tu, solo por eso.

- … –Takashi se quedo sin palabras por ese discurso.

- ¡Eres un hombre! Actúa como tal, no te enmarañes en tus pensamientos, hasta ahora lo has hecho bien, no sé que pasara con la situación de Miyamoto, no se si puedes recobrar un sueño infantil, lleno de las esperanzas de los sentimientos puros de un niño, y obtener siete u ocho esposas, pero ahí tienes a Takagi, que aun necesita tu protección, quizás pronto encuentres a alguien de quien depender y quien perseguir, quizás ya hay alguien viendo por ti, tal vez tu pasado está roto y tu futuro es indeterminable, pero puedes luchar por tu presente –en este punto Saeko hizo una sonrisa entre burlona, critica, sarcástica e incluso un poco cómplice– respecto a quien te complazca… no parece tan difícil de buscar, solo asegúrate de no ser jugado, tu eres el hombre.

- … … –Takashi casi se ahoga por las últimas palabras de Saeko, mientras ella regresaba dentro del autobús.

Luego, no pudo evitar burlarse de sí mismo, pues era obvio que Saeko se había dado cuenta de algo con respecto a Yuuki.

De pronto, se dio cuenta que la pequeña pelea con Rei esta tarde, lo afecto más de lo que creía, pues aunque Saeko era confiable, normalmente no hubiera dicho sus pensamientos tan fácilmente.

Repentinamente, sintió que su vista era más clara y el aire era más fresco, y que lo único que tenía que hacer, era lo que siempre hizo, incluso en su sueño, un paso hacia delante, lo peor que podía pasar, seria morir.

- Es curioso, había olvidado que mi estado de ánimo, también influye mi alma, lástima que el que sea así de fácil de influir, también signifique que se acerca la Segunda Ola… pero mi presente es algo mas anhelante, pues la representante ideal de eso, la que camina a mi lado y en la que puedo dar mi espalda en este nuevo mundo, eres tú, Saeko Busujima… aunque pueda ser…