—¡Despierta Nath! Ya es lunes, debes ir a la escuela.
Como si de un sismo se tratara, sufrí una sacudida. No porque alguien me despertara de forma brusca, si no porque, apenas pude salir de mi fase de sueño, comprendí que era lunes.
Corrí a toda prisa por mi habitación, sin saber que hacer, por dónde empezar. Y al observar que me desperté una hora tarde, no quedaba más que aceptar que iba a ir a la escuela sin tomar un baño, y que, tal vez, tendría que perder la primera clase.
Al observar mi teléfono, y tras revisar mi reloj, comprendí cual había sido el problema. Al momento de establecer la alarma terminé poniendo 'pm' en lugar de 'am', cosa que no me ocurría por primera vez. Lamentablemente, mi mamá tuvo que entrar temprano al trabajo, por lo que apenas pudo decirme una vez que me despertara. Al parecer esta vez estaba por mi cuenta, y era justo el día que no tenía tiempo de sobra. Por ello tendría que hacer rápido mi desayuno, arreglarme para ir a la escuela, y preparar el almuerzo que iba a tomar en la escuela.
Tras optar por llevar dinero en lugar de almuerzo, recurrí a preparar mi desayuno, todo esto mientras trataba de recordar mis apuntes de matemáticas. Por Dios, justo hoy tenía que tocarme examen a la tercera hora.
—Un día vi una vaca sin cola...
Tratando de recordar la integración por partes no me percate de un detalle.
—¿Qué tanto dices? ¿Cuál vaca? jajaja...
Sorprendido y algo asustado voltee a la puerta de mi casa, solo para encontrar ahí a Dania con una cara de susto, extraño porque apenas estaba riendo...
—¡Ahhh! Vístete, degenerado.
Entonces recordé que estaba en bóxer y camiseta tratando de preparar mi desayuno.
Corrí cuanto pude tras de mi ropa, sentía como mi rostro ardía de vergüenza...
—Disculpa, creo que dije algo un poco cruel. No era mi intención, solo me sorprendió... ver qué... estabas... en... ropa interior...
Oí como poco a poco su voz se apagaba, lo cual me preocupó un poco, por lo cual me apresuré a vestirme para ver cómo estaba mi pequeña amiga.
—*—
Camino a la escuela iba recordando nuestra plática, la cual me pareció un poco extraña, como si en verdad fuéramos tan coordinados.
De un momento a otro pasamos de hablar sobre nuestro día a cosas demasiado Otakus, aunque, repito, no me gusta llamarlo así.
Al final, cuando llegue a la escuela, subí a mi salón, abrí la puerta, y ahí estaba ella.
Aquella hermosa chica, la que me traía como un loco desde hacía ya un buen tiempo.
—¿Cómo estás Nath?
Me sorprendió escucharla hablarme, tal vez fue porque me quedé bastante tiempo observándola.
—¿Listo para empezar la semana con todo?
—Eh... si, eso creo.
Entre apenado y feliz, traté de responder a su pregunta.
—Oh, vamos, no tienes por qué ser tan pesimista. Es como si no estuvieras aquí, debes ver el lado positivo de todo.
Al escuchar eso me sorprendí. Se le veía muy feliz todo era perfecto, hasta que...
—Laura, te habla tu novio, está allá afuera.
Por un momento olvidé que ella tenía novio...
Laura, la chica que se sienta a mi lado en clase. Una hermosa chica de cabello castaño. Al sentarme a su lado puedo sentir su suave perfume llegar a mi nariz cada mañana, es algo bastante refrescante. No hay comparación de poder voltear a verla y notar que está tan concentrada en clase, tanto que no nota incluso a veces cuando le hablo.
Lamentablemente me siento tan insignificante a su lado que no soy capaz de siquiera pedirle que salgamos alguna vez.
—Oye, Nath, ¿Sabes si teníamos tarea de cálculo?
Su suave voz me sacó de mi trance. Entonces recordé que no hice ninguna tarea el fin de semana...
—Ahhhh, si es cierto...
Dije con voz temblorosa.
—Había bastante tarea y no hice nada.
Caray, me he enfocado demasiado en cosas que tal vez no deberían tener gran importancia, y justo en la semana de entregas finales. Al final creo que tendré que tomar clases de apoyo en las vacaciones para poder pasar todas mis materias.
—Está bien, no te preocupes. El profesor avisó en la mañana que hoy no daría clase y que cambiaría la fecha de entregas. Solo quería ver como reaccionabas jeje...
Con una sonrisa muy dulce me hace saber que caí redondito en una broma que, para alguien que no va tan bien en sus calificaciones, no es muy divertida que digamos.
—Gracias... esta vez prometo hacerla con tiempo.
Por supuesto que mentía, y aunque no fuera voluntariamente, eventualmente perdería nuevamente el tiempo en mis cosas.
Mas tarde, la profesora tutora de nuestro grupo nos juntó antes de salir de clases a darnos los avisos de la semana.
—Buenas tardes, chicos. Ya saben, como siempre, los días Lunes los usamos para dar los avisos semanales y la información de eventos o cualquier otra cosa competente a la escuela. Ya sabrán que esta semana y la mitad de la que sigue son las evaluaciones...
La profesora habló y habló, tanto que me distraje haciendo garabatos en mi libreta. Primero solo hice líneas, pues me gusta dibujar patrones de líneas. Finalmente, cuando estaba detallando a una chica de un anime que me gusta mucho, escuché algo que me sacó de mi trance.
—Como algunos pudieron notar en el descanso de la anterior clase, yo me encontraba corriendo moviendo unos documentos. Y más aun sabiendo que ya vamos a mas de la mitad del semestre, pero me complace informarles que, a partir del día de mañana, tendremos no una, si no dos nuevas compañeras en el salón. (y vaya que hacían falta más chicas aqui...)
Me sorprendí tanto al ver a las personas que entraron que ya no pude ni escuchar lo que susurró la profesora al final.
Primero entró una chica algo bajita, de cabello castaño que le llegaba a los hombros. A primera vista me pareció muy bonita, pero tenía también un estilo muy... ¿rebelde? solo se que me interesó como vestía.
Y tras de ella entró otra chica un poco mas alta, pero no por mucho. Vestía una playera de tirantes y un pantalón acampanado. Me sorprendió mas ver que el estilo que usaba era mas el de una chica que, a mi parecer, uno creería que sería de una chica delicada y linda. Con un fino maquillaje en su rostro, uñas pintadas y con un aura refinada. Esto me fue mas aún sorprendente al ver que la chica que entro era...
—¿¡DANIA!?
Grité casi por reflejo ante toda la clase