Amenazada

Ella percibió como la atmósfera había cambiado drásticamente; incluso toda su piel se erizo. Lou mantenía una expresión aterradora, tanto que ella pensó que este hombre sí fuera capaz de sentir algún tipo de emoción.

Esta era la segunda vez que Lou hacia esa expresión.

<<Él... Da miedo, siento que me falta el aliento...>>

- Er... S-Si no quieres responder, esta bien... Necesito hacer algo, así que me voy. - dijo ella en un hilo de nervios.

Se dio la media vuelta, dispuesta a salir de ahí cuanto antes sin embargo al dar un paso, Lou la detuvo, sosteniendo su muñeca con mucha fuerza.

Mey: - ¡¡...!!

- ¿A dónde crees que vas?. - preguntó él.

Mey se le heló la sangre por la voz ronca y engrosada de Lou. Torció su cuello para verlo, tratando de aguantar el dolor que sentía en su muñeca.

- Eh... Yo... Yo... Emm... - balbuceo sin sentido. Ella no podía ni formular ni una frase.

Dentro de ella sentía el pánico que la inundaba.

No podía creer que este hombre ejercerá una fuerza bruta. Sin embargo, Lou no le importaba como reaccionará la chica, así que de un movimiento veloz, él jalo de ella, dejándola caer en el suave colchón y antes que Mey reaccionará, él se monto sobre ella. Dejando a una Mey en blanco.

Era una posición que de un momento a otro había cambiado la atmósfera.

De inmediato, Lou sostuvo los brazos de ella hacia arriba, justo tomándome sus muñecas, y con su otro brazo de él, la derecha, apretó con sutilidad el cuello de Mey.

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Mey jadeaba, la gran de mano ejercía fuerza sobre su cuello.

Con su voz entrecortada, ella dijo: - O-Oye... Me es-estás lastimando...

Lou solo ignoró el quejido de ella, así que habló sin inmutarse: - Escucha, humana, te dije que no debías diferir más sobre mí. Eres muy curiosa y problemática.

En ese mismo instante, ella recordó lo que él había dicho durante el desayuno de; se mordió la lengua por ser tan persistente o mejor dicho por preguntar algo que era evidente por la actitud de Lou.

Mey: - Er... Yo entiendo, solo sueltame... - suplicó con su voz jadeante.

Lou al contrario presionó un poco más de fuerza; él no la solitaria antes de decir una última advertencia.

Lou: - Humana, si te atreves a mencionar que soy un "extraterrestre"... Te voy a desaparecer de la faz de la tierra. ¿Entiendes?

A Mey solo se le aceleró su ritmo cardíaco siendo incapaz de mover un solo músculo. Ella asintió en breve, temiendo ahora por su vida.

Lou estaba siendo duro y seguro ante sus palabras.

Mey: - B-Bien, me quedo claro... Ahora por favor sueltame, me estas lastimando... Lou... - musitó.

Lou contempló la expresión asustadiza de ella y como empezó a temblar.

Para él fue suficiente ver como ella le temía de cierto modo.

Al siguiente segundo, él se quitó encima de ella. Mey de inmediato se tocó el cuello, tratando de mantener su compostura.

- ¡Cof! ¡Cof!... Hay algo... - pausó mientras se incorporó y logró sentarse. - Hay... Emm, debes de ver algo, en las noticias di...

- Ya lo tengo grabado. - interrumpió Lou con su voz ronca. Mientras que veía afuera de la ventana.Él ya sabía a que se refería la chica.

Mey se quedó incrédula ante sus palabras.

<<Él, ¿quiere decir que ya lo sabía?... Aaaah ¿en qué momento?. No puedo creer que él llegará a este punto de amenazarme... Dios ¿en qué lío me involucre?.>>

Por supuesto, Lou ya tenía todo calculado, era demasiado listo para no saber que los rumores se extendían por todo el mundo. Ayer que veía la TV logró captar en un segmento de programas de referentes a "UFO", que un objeto desconocido apareció en los cielos.

Él tenía en cuenta que eso era un problema. De esta forma, él quiso inspeccionar el lugar donde Mey lo había encontrado.

En conclusión, él no sabía nada de "A79" y "X87", ni de quién comandaba dicha nave.

Mey tenía la apariencia de una gatita asustadiza acechaba por un perro feroz. En su mente resonaba no dejar perderse en la belleza encantadora de Lou porque eso sería su perdición.

Estaba encogida, no sabía si salir o quedarse. Afortunadamente los golpes de la puerta principal, fueron su salvación para salir de allí. Ella alzó su cabeza y antes que dijera algo, él habló.

Lou: - Llegaron.

Mey: -...

Ella solo se preguntó a quien se refería él. Lou cerró las cortinas, quedando inmóvil.

Mey no lo pensó dos veces y caminó a zancadas para salir de allí.

Antes de ir atender el llamado de la puerta, corrió a su cuarto. Se contempló en el gran espejo de su armario, observando como las marcas de la mano de Lou estaban en su cuello y en sus muñecas.

Con su expresión aún atemorizada, busco unos guantes y una bufanda, se los puso en un santiamén y salió de su cuarto.

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Exhalo e inhalo para controlar su respiración jadeante.

Caminó con rapidez y abrió la puerta con una expresión gentil.

- Bueno Días, señorita. - saludo un oficial con la barba blanquecina que cubría su mentón.

Mey: - Buenos días. Er... ¿Lo puedo ayudar en algo oficial? - preguntó con una agradable sonrisa forzada.

Ella se percató de dos presencias misteriosas. Un hombre alto, que vestía un traje de sastre color azul marino y a su lado un joven, de menos estatura que sostenía una tablet. También vio que el guardabosques estaba presente sin embargo no lo conocía. Dejó de observarlo cuando el oficial habló.

- Si, claro jovencita, nos llegaron muchos reportes que antenoche se escuchó un fuerte estallido aquí en el bosque Darkness, ayer no fue posible venir por eso del año nuevo y por falta de personal. Ya pasamos en lo demás hogares. Como te podrás dar cuenta, hay oficiales y especialistas que inspeccionarán el lugar. Ahora necesito que me respondas algunas preguntas de rutinas. - anunció el viejo oficial.

Mey asintió en breve.

Antes que el viejo oficialmente se dispusiera a preguntar, el joven que sostenía la tablet, susurro en el oído del oficial.

Mey sólo se tenso por la misteriosa acción de este joven.

Desvío su vista hacia el guardabosques que se mantenía al lado del oficial y con una expresión de pocos amigos.

<>, se preguntó al no a ver Noa. El otro guardabosques que se encargaba de esta zona en particular.

- Hum... Señorita ¿nos permite pasar?. - inquirió el viejo oficial.

Ella no tenía de otra, tenía que actuar natural aún sintiendo esa enorme incertidumbre en su interior. - Bien, adelante por favor.

Abrió paso para que los cuatro hombres entrarán en su humilde hogar.

Ella los dirigió a la sala de estar, lo único raro fue que ambos hombres que tenían la apariencia de extranjeros, no tomaron asiento, sino que de quedaron de pie a una corta distancia pertinente.

Mey solo rogaba para que Lou no se le ocurriera salir de su habitación.

Era imposible para ella controlar sus nervios. El viejo oficial, observó la chica y dijo: - Antes de hacerle las preguntas jovencita, debo hacer una inspección en su hogar.

Mey solo hizo una expresión de confusión.

El viejo oficial atisbo enseguida su expresión y le comentó: - No se preocupe, es solo para observar si su hogar no sufrió ningún tipo de daño en cuestión del gran estadillo. Sólo para ver si no hay aberturas en la paredes. Ya que su hogar está más cerca del bosque y claro del lugar de accidente.

Ella se mordió sus labios y entendió, asistiendo ante la orden.

<<¿Está bien? pero ¿no cometí un error? ¿qué tal si se percatan de Lou?. ¡Aghr! creo que no debí... Estaré en problemas, no con ellos pero Lou... >>

Mey: - Er... Bien lo acompaño.

Antes que se moviera a la posición del viejo oficial, el guardabosques le explicó con un tono serio: - Nosotros nos encargaremos, usted esperé un momento.

A Mey no le quedó de otra que asentir una vez y sentarse a una distancia de ese par de presencias que emanaban una aura sombría.

Se sentía incómoda, no dejaba de tiritear sus dedos. Se mordía los labios sin darse cuenta que dicho hombre autoritario, tenía la mirada sobre ella.

Enseguida él y Mey conectaron miradas. Y de inmediato ella desvío su vista al percibir que un extraño frío le recorrió su espina dorsal.

<<¿Quiénes serán? Ese hombre, umm es alto y esa mirada de él, me intimidó ah no, me dio escalofríos. Esto es muy extraño>> no quiso voltear para nada.

Se sentía tensa más porque no dejaba de pensar que el oficial podría encontrar a Lou.

Mientras que Mey se mortificada por dentro; ese hombre misterioso con una aura de superiodad, mantenía su vista en la chica. <>.

De alguna forma, este hombre se dio cuenta del extraño comportamiento de la chica. Sus ojos ámbar emanaban un brillo de malicia.

En lo que no dejaba de asegurar que ella podría saber más de lo debido.