26: Muerte Prematura (1)

"¡Alto!" - exclamó un hombre armado mientras miraba al bus que venía en su dirección - "¡¿Quién eres y qué es lo que deseas en este lugar?!"

"Perdón por la molestia, mi nombre es Koichi Shido, y soy profesor de la escuela de la hija de tu jefe" - dijo Shido con una pequeña y amable sonrisa - "En cuanto a qué es lo que deseo, es simple, quiero pedir asilo en la mansión porque hemos estado viajando de un lado para otro sin descanso"

El hombre armado frunció ligeramente el ceño antes de mirar dentro del bus y notar cómo en el vehículo solo había chicos y por sus apariencias, se notaba que habían tenido unos duros últimos dos días.

"Espere un momento, voy a intentar contactar con la mansión" - dijo el soldado mientras el profesor continuaba sonriendo, aunque por dentro él estaba frunciendo el ceño con irritación.

Era cierto lo que había dicho, ellos habían estado conduciendo de un lugar a otro, buscando suministros para poder sobrevivir y mujeres para poder disfrutar, pero todas las mujeres que habían encontrado, estaban calificadas en dos categorías, las primeras eran zombis, y las segundas eran mujeres que estaban bajo el mando de otros grupos, y estos parecían ser especialmente posesivos con ellas, aunque no era como si pudiera culparlos, no cuando él solo había podido liberar su tensión con su propia mano, mientras que sus estudiantes fueron aún más salvajes, ellos habían usado al chico más débil del grupo como sacrificio. Oh, y hablando de ese chico, él en estos momentos estaba en la parte trasera del bus, con una mirada vacía y deseando la muerte luego de todo lo que sus compañeros le habían hecho. Sí, esto no era lo mejor que habían hecho, pero era la mejor decisión que podían tomar con lo que tenían.

Shido había pensado en unirse a la "diversión", pero su orgullo le impedía hacer algo tan asqueroso desde su perspectiva.

[¿Qué es lo que desean?]

"Soichiro-sama, tenemos a grupo de personas que desea entrar a la mansión" - respondió el hombre armado.

[Estoy ocupado, diles que vengan después...]

"Takagi-san, mi nombre es Koichi Shido" - dijo Shido con el ceño fruncido - "He venido a pedir asilo"

[Un Shido...]

"Así es, soy el hijo de uno de tus antiguos aliados" - respondió Shido mientras intentaba jugar la carta de la familiaridad.

[Lo siento, pero no puedo dejarte entrar, al menos por ahora porque digamos que tengo algunos pequeños problemas]

"Puedo ayudarte a solucionarlos" - dijo Shido mientras apretaba los dientes - "Mejor aún, podemos negociarlo cara a cara"

[... Dame un momento...]

Shido sonrió ligeramente porque tal parecía que había logrado convencer al patriarca Takagi, o al menos hacer que no lo ignorara tan fácilmente.

Los estudiantes estaban celebrando de que por fin podrían tener algo de diversión real, aunque primero tendrían que deshacerse de su antiguo compañero, porque así podría ocultar lo que habían hecho.

Le tomó 30 minutos a Soichiro llegar junto a Yuriko, quien simplemente frunció el ceño al ver a Shido.

Koichi Shido simplemente miró a Yuriko con lujuria, después de todo, ella era perfecta. Un aura madura, una figura seductora, una belleza comparable a la de una modelo, y unas tetas que rogaban ser tratadas como juguetes sexuales, Shido a duras penas podía contener su excitación mientras agradecía que su parte inferior no era visible desde el exterior.

"Ok, ya estoy aquí" - dijo Soichiro mientras entrecerraba los ojos - "Dime que es lo que quieres antes de irte"

"¿Perdón?" - preguntó Shido mientras su expresión se caía a pedazos - "¿Irme?"

"Sí, no puedo permitir tu estadía en este lugar" - respondió Soichiro con el ceño fruncido - "Ya hay caos suficiente"

La expresión de Shido se oscureció mientras sentía cómo su hostilidad crecía drásticamente - "Imposible, mi padre es tu aliado"

"Era, y honestamente siempre me repugnó, solo le ayudé porque no quería que esta ciudad se fuera a la mierda" - respondió Soichiro con desdén - "Dejando eso de lado, es tiempo de que te vayas y busques un lugar mejor, aunque no tienes que preocuparte, nosotros te daremos el suficiente sustento para poder sobrevivir una o dos semanas"

"¡No puedes hacernos esto, nosotros somos conocidos de tu hija!" - exclamó Shido con furia, aunque su expresión palideció cuando vio cómo los hombres armados le estaban apuntando - ". . ."

"Te recomiendo que pienses bien tus acciones y palabras, Shido" - dijo Soichiro con neutralidad - "Ahora vete, tengo mucho trabajo qué hacer"

Los estudiantes se miraron entre ellos antes de guardar silencio.

"¿En serio no me vas a dejar entrar?" - preguntó Shido con neutralidad.

"Dame un motivo por dejarte entrar a mi hogar, tomar mi comida y aprovecharte de nuestras mujeres" - respondió Soichiro con neutralidad mientras miraba directamente a los ojos al profesor - "Únicamente te pido eso, un motivo"

"Mi padre es un político de renombre, puedo facilitarte muchas interacciones con los altos dirigentes" - dijo Shido con frialdad.

"Eso es inútil en esta situación" - dijo Soichiro mientras negaba con la cabeza - "Primer Strike, Shido"

"Puedo usar el nombre de mi padre para crear un puente con los militares, su ayuda será más que suficiente para estabilizar tu situación como soberano de esta ciudad" - dijo Shido con seriedad.

"¿A caso no has visto lo que han hecho esos hijos de puta? Ellos han estado matando civiles" - respondió Soichiro con desdén - "Sin contar que soy un criminal, incluso si tengo conexiones con los políticos de la ciudad. En el momento en que le hable personalmente con ellos, es posible que al segundo siguiente tenga una bala en mi frente por ser demasiado peligroso para su puto intento de controlar la ciudad... Segundo Strike"

"Puedo ayudarte a controlar el ganado, estoy seguro de que tienes que tener a unos cuantos subordinados problemáticos" - respondió Shido mientras tomaba un largo respiro para calmarse - "Con mi ayuda, podrás sacarlos de tu camino, solo pido que me des un puesto lo suficientemente alto para poder disfrutar de mi estadía en tu mansión"

"Eso suena bien, aunque hay un problema..." - dijo Soichiro con neutralidad - "Eso significaría que te dejaría tener la influencia suficiente sobre mis hombres, lo que se traduciría a tener una serpiente en mi jardín que podría morderme en cualquier momento..."

Shido se quedó en silencio cuando escuchó esto.

"Ese es tu tercer Strike, Shido, será mejor que te vayas" - dijo Soichiro mientras negaba con la cabeza antes de volver a caminar hacia la mansión

Yuriko le dio una sonrisa llena de desdén al profesor antes de seguir a su esposo, lo que causó que su furia aumentara.

Shido apretó los dientes antes de abrir la puerta para que los hombres armados subieran unas cosas, sin embargo, esto era una golpe en la cara, un claro ataque hacia su orgullo como un Shido, y eso no lo iba a permitir.

Luego de cerrar la puerta del bus, Shido hizo que este retrocediera en reversa, solo para que una pequeña idea apareciera en su cabeza. Él sabía que si hacía esto, las cosas terminarían de forma horrible, pero eso no importaba, él solo deseaba una cosa, él quería venganza, quería la muerte de este hijo de puta, quería que él se retorciera sin poder mover un músculo mientras él se follaba a su esposa.

Todo el odio y estrés acumulado, había explotado y no había forma de controlarlo.

Una enorme y fría sonrisa apareció en el rostro del profesor mientras sentía cómo el raciocinio desaparecía dentro de él. No le importaban las consecuencias, él simplemente deseaba saborear la muerte de este hijo de puta que había causado que él perdiera el control.

"¿Sensei?" - preguntó un chico, pero su expresión cambió cuando vio cómo el profesor pisaba el acelerador con todas sus fuerzas - "¡Mierda!"

"¡Alto!" - exclamó el hombre armado al ver cómo el profesor cambiaba de parecer y aceleraba en dirección de su líder - "¡Mierda, abran fuego!"

A la señal del líder, un grupo de hombres armados apareció desde los edificios y disparó en dirección del bus.

"¡Mierda, le dieron a Keichi!" - exclamó uno de los estudiantes al ver a su compañero en el suelo del bus sangrando con una mirada que lentamente empezaba a apagarse - "¡Nos vas a matar, Shido!"

"¡¿Crees me importa?!" - exclamó Shido con locura.

Los alumnos rápidamente corrieron donde el profesor para intentar detenerlo, solo para caer uno detrás de otro por culpa de los soldados.

Shido continuó riendo con locura mientras aceleraba contra el jefe yakuza.

"¡Jefe, tenga cuidado!" - exclamó un hombre armado.

Yuriko miró hacia atrás, solo para abrir los ojos, sorprendido de ver al profesor conduciendo contra ellos - "¡Mierda, ese hijo de puta ha perdido la cordura!"

"¡Muere, muere, muere!" - gritó Shido mientras soltaba una carcajada.

Yuriko rápidamente sacó su pistola y le disparó al bus, lo que hizo que este empezara a perder el control e impactando todo a su paso.

Soichiro lentamente miró hacia atrás mientras pensó en algo.

"¿Soichiro?" - preguntó Yuriko mientras abría los ojos como platos cuando notó la mirada fría y calculadora de su esposo - "¡¿Qué estás haciendo?!"

"Creando mi mejor final" - respondió Soichiro mientras soltaba una carcajada, una igual de loca que la de Shido - "¿Quieres matarme? ¡Ven, inténtalo, Shido!"

Yuriko no podía creer lo que estaba viendo, esto era una locura, aunque al mismo tiempo esto parecía algo que su esposo haría. Él siempre fue alguien directo y sin miedo a la muerte, así que enfrentarse a su final era algo que él haría incluso si no tuviera una enfermedad terminal.

"Ven a por mi, hijo de puta!" - exclamó Soichiro mientras sacaba su pistola mientras intentaba apuntar en dirección del profesor con sus temblorosas manos. Si iba a morir, entonces lo iba a hacer peleando y si era posible, llevándose consigo al hijo de puta que quería su cabeza.