Capítulo 679: Guerra (1)

Ok, primero que nada, quiero disculparme por haber estado fuera una semana, y ahora todo volverá a la normalidad.

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"¡Esto tiene que ser una broma!" - rugió el sumo sacerdote de los demonios mientras miraba a los generales que tenían diferentes expresiones en sus rostros.

El primer ataque que el ejército demoníaco había realizado, no solo había terminado en fracaso, sino que también gran parte de sus soldados habían muerto, y lo que era peor, ni siquiera habían llegado a tocar la puerta de la capital.

"¡Exijo una respuesta!" - rugió el sumo sacerdote mientras miraba alrededor.

Los generales agacharon la mirada, incluso Cattleya lo hizo, aunque por dentro ella estaba sonriendo, después de todo, de todos los presentes, ella era la que más soldados había conservado. Sí, ella había mandado algunos soldados hacia adelante para que los demás generales no notaran nada raro, aunque sus pérdidas no se comparaban con las de sus colegas.

"¡¿Y bien?!" - exclamó el sumo sacerdote mientras miraba alrededor, solo para sentir como su furia crecía con cada segundo de silencio dentro de la sala de guerras.

"Mi señor, es obvio que los humanos sabían que atacaríamos..." - dijo un general mientras miraba a su superior directo - "Es posible que tengamos un traidor entre nuestras filas"

"¡Imposible! ¡Todos, y cada uno de los que están dentro de esta habitación, somos 100% leales a nuestro dios!" - rugió el sumo sacerdote mientras sus pupilas se contraían - "¡¿A caso estás diciéndome que somos tan estúpidos como para dejar que un espía llegue tan alto en la cadena de mando?!"

"No, no me refería a nosotros, pero es posible que nuestros subordinados directos sean un peligro para nuestros objetivos" - respondió el general mientras su cuerpo temblaba por la enorme presión espiritual que irradiaba el puesto del clérigo.

El sumo sacerdote gruñó, aunque tenía que admitir que las palabras de este soldado tenían sentido.

Cattleya soltó un suspiro de alivio cuando vio que la culpa estaba ahora recayendo en un pobre soldado de medio rango, aunque sinceramente estuvo a punto de maldecir por el miedo de que podría haber sido descubierta.

"Creo que es mejor que dejemos el buscar culpables para luego de tomar control de la capital de los humanos" - dijo otro general mientras miraba alrededor - "Nuestra presencia fue descubierta y nuestras tropas sufrieron un duro golpe"

"Y no podemos regresar porque nuestros hechiceros usaron gran parte de su maná para poder realizar la teletransportación de nuestras tropas" - musitó Cattleya mientras fruncía el ceño - "Comparto el pensamiento de que es mejor que nos preocupemos del problema que tenemos delante de nosotros, después de todo, no sabemos cuánto tiempo tenemos antes de que lleguen los aliados de esos sucios humanos"

"Tus palabras tienen mucho sentido, Cattleya-dono" - asintió el sumo sacerdote de la religión demoníaca - "Es cierto, estamos en medio del territorio enemigo, y podemos ser rodeados sin mucho problema por las fuerzas militares de los humanos que habitan cerca de la capital, así que esta es una guerra contrarreloj"

"Estamos en ligeros problemas, aunque tenemos que encontrar una forma de poder solucionar el problema del espía antes de que cause más daño a nuestra operación, así que tengo una propuesta" - dijo una mujer musculosa, ella era una de las pocas mujeres que habían llegado al rango de general, así que era tratada con mucho respeto por las demás mujeres demonios. Ella era muy diferente a Cattleya, quien había llegado a su puesto general gracias a su enorme poder demoníaco.

"Habla" - dijo el sumo sacerdote mientras miraba a la general.

"Es simple, si como usted dice, ninguno de nosotros es el traidor, entonces solo tenemos que mantener vigilados a nuestros subordinados más importantes" - musitó la general mientras sonreía ligeramente. Ella estaba liberando un ligero encanto a pesar del tamaño de sus músculos - "Mantenerlos junto a nosotros todo este tiempo, así también nos mantendremos a nosotros en la mira de los demás"

"Pensé que habías aceptado mis palabras de que no había traidores entre nosotros" - dijo el sumo sacerdote mientras fruncía el ceño.

"Oh, las acepto, aunque es mejor prevenir que curar, ¿Verdad?" - sonrió la mujer demonio mientras se lamía los labios.

El sumo sacerdote se quedó en silencio antes de asentir - "Me parece bien, haremos eso"

"Muchas gracias" - sonrió la general femenina mientras cerraba los ojos para que el sacerdote continuara con sus órdenes.

"Bien, ya que decidimos esto, es tiempo de que continuemos con los preparativos para la guerra con los humanos" - dijo el sumo sacerdote, sin notar como Cattleya hacía un casi imperceptible movimiento de manos e invocaba una esfera que cayó sobre la mesa.

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[Bien, entonces lo que haremos es lo siguiente, el general Reiss tomará al 10% de todas sus tropas e iniciará un ataque frontal, mientras los demás atacamos las otras puertas...]

[Me parece bien, aunque creo que es mejor que tome más soldados porque siento que si somos muy pocos, esos humanos podrían descubrir que algo va a suceder]

[Reiss tiene razón, más soldados podrían crear una mejor pantalla de humo para nuestro verdadero ataque]

[¿Qué piensas Cattleya?]

[Pienso lo mismo que ustedes, aunque siento que es mejor que mantengamos algunas tropas en nuestra base en caso de que el ataque salga mal...]

[¿A caso estás diciendo que somos débiles?]

[Rivali, fuiste tu misma la que dijo que era mejor prevenir que lamentar...]

[Tch, no me gusta que usen mis palabras en mi contra, aunque tienes un punto, sin contar que los magos son inútiles en nuestra situación actual con lo débiles que están luego de usar el hechizo de movimiento dimensional...]

[Cierto, si los dejamos solos y los humanos lograran matarlos, entonces todos nosotros terminaríamos muertos, y si por algún casual llegáramos a sobrevivir, posiblemente terminaríamos en un muy mal estado físico o mental]

"Interesante..." - murmuró Cloud mientras acariciaba su mentón, después de todo, Cattleya estaba haciendo un excelente trabajo como espía - "Aunque es una lástima que ya sepa sobre todo lo que harán"

Cloud se quedó en silencio unos segundos antes de pensar con calma la situación general.

"Esta es una buena oportunidad para poder usar, aunque voy a tener que arriesgar un poco la seguridad de esta capital, después de todo, soy el único que puede usar mis minas elementales" - musitó Cloud mientras continuaba escuchando la conversación de los generales demoníacos - "No, tengo a alguien para poder acelerar el proceso..."

Cloud rápidamente sacó una esfera de comunicación y llamó a Rika para que viniera a su habitación.

La mujer de cabello morado llegó pocos minutos después con una expresión seria porque era obvio que la llamada de su líder no era para tener una noche placentera.

"¿Qué necesitas?" - preguntó Rika mientras levantaba una ceja.

"Es simple, quiero que planes mis bombas en las demás entradas de la capital mientras yo continúo con esta batalla" - respondió Cloud mientras le lanzaba un anillo.

Rika levantó una ceja antes de escuchar la voz de la mujer demonio que la había atacado hace tiempo, así como muchas otras voces desconocidas - "¿Estás escuchando a los generales enemigos?"

"Sí" - respondió Cloud con calma mientras le indicaba a la mujer que fuera a hacer su trabajo.

Rika frunció el ceño antes de salir de la habitación, después de todo, ella tenía mucho trabajo que hacer ahora que sabía que los demonios atacarían las otras entradas. Sí, ella lo había deducido sin mucho problema, después de todo, ese era el único motivo por el cual el rubio le daría esa órdenes tan extrañas.

Cloud volvió a concentrar su atención en la conversación de los demonios, aumentando en el proceso su apreciación por Cattleya y su excelente trabajo como espía. Ella no solo había logrado ganarse la confianza del resto de la cadena de mando del ejército demoníaco, sino que también había logrado culpar su traición a algún otro idiota desafortunado.

"Es una lástima que no haya una afinidad entre los dos, ella podría convertirse en una excelente espía para los mundos futuros" - pensó Cloud antes de negar con la cabeza - "Aún puedo conseguir invocarla, aunque esto será mucho más restrictivo que convertirla en uno de mis subordinados..."

El rubio se quedó en silencio mientras escuchaba la discusión de los demonios, aunque su expresión cambió cuando escuchó algo que lo sorprendió.

[Por cierto, su excelencia, encontramos rastros de un humano con un enorme poder oscuro]

[Oh, no tienes que preocuparte por él, ese chico es uno de los nuevos subordinados de nuestro dios, él antes era el héroe más poderoso del grupo que fue invocado por el imperio]

[Interesante, la última vez que lo vi, él no era la gran cosa...]

[Las personas cambian, Cattleya, y tú eres la viva imagen de estas palabras]

[Entonces. ¿Cómo es posible que un humano de otra dimensión se convirtiera en el subordinado de nuestro todopoderoso dios?]

[Nosotros no tenemos que preocuparnos por ese tipo de cosas, general Razzes, nosotros, sus devotos seguidores solo tenemos que asegurarnos de que voluntad sea escuchada]

[Lo siento, su excelencia, no traté de faltarle el respeto a nuestro dios, solo tenía curiosidad por saber qué era lo que ese sucio humano lo hacía tan especial]

[Tal vez sea el simple hecho de corromper al héroe más poderoso de ese grupo de gusanos]

[Tienes un punto, Cattleya ~]