Capítulo 739: Situación de Verbergen (1)

"Recuerda... yo siempre estaré a tu lado, mi princesa..."

"Ugh... siento como si un duende me hubiera golpeado la cabeza con su mazo..." - murmuró Shizuku mientras se tomaba la cabeza para alejar el enorme dolor que sentía.

"¿Estás bien?" - preguntó Cloud mientras veía cómo la chica se retorcía en sus brazos.

"¿Eh?" - Shizuku lentamente abrió los ojos, y vio Cloud mirándola con preocupación. Fue allí cuándo ella se dio cuenta de que estaba siendo abrazada, así que rápidamente soltó un pequeño grito e hizo un esfuerzo por separarse, después de todo, las memorias de lo que había sucedido en la ilusión todavía estaban frescas.

"¡Shizuku-chan!" - exclamó Kaori mientras corría donde su amiga y revisaba su estado - "¿Estás bien?"

"¿Eh? Oh... sí, estoy bien" - respondió Shizuku con el rostro completamente rojo por la vergüenza.

"Supongo que con esto estamos todas" - dijo Tio mientras asentía, aunque si era honesta, ella tenía curiosidad por el motivo de la reacción tan abrupta de la chica de cabello negro.

"¿Qué fue lo que soñaste, Shizuku?" - preguntó Yue mientras iba directo al punto.

"!" - Shizuku se sonrojó nuevamente mientras retorcía su cuerpo por la vergüenza, aunque las chicas podían ver cómo ella le daba miradas no tan discretas al chico rubio.

"Cloud, ¿Podrías hacernos el favor de revisar la zona mientras conversamos?" - preguntó Remia con tacto.

"Claro" - asintió Cloud, después de todo, él no quería incomodar a Shizuku, quien era la que la reacción más fuerte había tenido luego de verlo.

Las chicas sonrieron ligeramente antes de tomar a Shizuku y ayudarla a que se sentara cerca de la fogata para que pudiera comer mientras explicaba su sueño.

"¿Fue picante?" - preguntó Kaori mientras miraba a su mejor amiga, después de todo, ella no quería ser la única siendo llamada una pervertida.

"Kaori pervertida..." - dijo Yue con neutralidad.

"No creo que tengas derecho moral para llamarla así, Yue-san" - respondió Shea mientras le daba una mirada extraña a la chica vampiro.

Kaori entrecerró los ojos mientras que Yue miró a la chica conejo con molestia antes de sentir la fuerte respiración de su "oponente" - "Qué..."

"Dinos qué fue lo que soñaste, Yue-san..." - dijo Kaori con fiereza.

Las demás vieron esto con sudor corriendo por sus nucas mientras que Shizuku soltaba un suspiro de alivio al ver que había logrado salvarse de una humillación.

"No te sientas aliviada con tanta facilidad, Shizuku-san, yo todavía tengo curiosidad por tu sueño" - dijo Shea con una feliz sonrisa - "Y no te preocupes, yo también te contaré el mío ~"

Tal parecía que ella había celebrado demasiado rápido...

* * * * * * * * *

"¿Alguien ha visto a los conejos?" - preguntó un elfo al ver cómo el campamento de los miembros del clan Haulia había desaparecido.

"Ahora que lo mencionas, no los hemos visto por ningún lado desde hace al menos un día" - dijo un hombre oso mientras fruncía el ceño - "¿A caso escaparon?"

"¿Por qué escaparían si no han hecho nada malo?" - preguntó una mujer del clan de los zorros mientras ladeaba la cabeza - "Además, ellos nos han ayudado más de lo que deberían después de cómo los tratamos"

"¿Deberíamos de informarles sobre esto a los sabios?" - preguntó otro elfo mientras se miraban entre ellos.

"Es posible que esa sea una buena idea, después de todo, el rumor de que el señor Ulfric se enfrentó a ese extraño extranjero, se ha esparcido por toda el lugar" - respondió un hombre zorro mientras negaba con la cabeza.

"¿Alguien sabe el motivo?" - preguntó un elfo joven mientras levantaba una ceja.

"No lo sabemos, pero tiene que ser algo serio para que Ulfric hiciera algo tan extraño" - dijo una voz femenina.

"¡Señorita Mao!" - exclamaron los habitantes de Verbergen al ver a la gran sabia - "¿Qué hace aquí?"

"Decidí tomar un buen respiro porque estar tanto tiempo dentro de una habitación me estaba afectando" - respondió Mao mientras negaba con la cabeza - "Volviendo al tema, estoy segura de que Cloud tiene que saber algo importante, de no ser así, Ulfric no habría estado dispuesto a atacar luego de toda la ayuda que él nos ha dado, sin contar que la desaparición de los miembros de la tribu Haulia también es demasiada coincidencia"

"Veo que no soy el único que piensa lo mismo" - dijo una voz anciana.

"¡Sabio Guze!" - exclamaron los miembros del grupo de diversos habitantes de Verbergen al ver al líder del clan de los enanos.

"Aunque esto tenemos que hablarlo en puertas cerradas, líder Mao, después de todo, no queremos causar más problemas para Ulfric" - dijo Guze mientras miraba a la líder del clan de las harpías.

"Hmm, tienes razón" - asintió Mao mientras se daba media vuelta - "Aunque eso no significa que no enviaré a algunas de mis chicas a ver dónde se fueron esos conejos"

"También pienso que es una buena idea" - asintió Guze mientras se ponía a pensar - "Aunque es recomendable que no hagas otro movimiento más que observarlos desde la distancia si los encuentra, después de todo, esos conejos son mucho más peligroso que los demonios..."

"Lo sé, no planeo sacrificar a mis chicas" - murmuró Mao mientras caminaba lentamente fuera del lugar.

"Dejando eso de lado, es mejor que no sigan hablando sobre esto, después de todo, es mejor no preocupar demás a los habitantes de Verbergen" - dijo Guze mientras veía como los soldados de los diferentes clanes asentían con debilidad.

* * *

"Los rumores se esparcieron demasiado rápido, Ulfric, tal parece que tus movimientos no fueron tan discretos como pensabas" - dijo Guze mientras miraba a su viejo amigo y rival - "¿Qué fue lo que pasó?"

"Esperemos que lleguen los demás" - suspiró Ulfric mientras se tomaba el puente de la nariz, después de todo, esto estaba causándole un enorme dolor de cabeza - "¿Ha habido noticias sobre los miembros del clan Haulia?"

"En lo más mínimo, esos conejos desaparecieron en el momento en que ese chico rubio entró al gran laberinto" - respondió Guze mientras fruncía el ceño - "Honestamente, la desaparición del clan Haulia, es un duro golpe a nuestro poder militar ahora que estamos en una situación tan precaria"

"Lo sé, pero es algo que sentía que podría suceder luego de mi emboscada con su líder" - suspiró Ulfric mientras negaba con la cabeza - "Aunque no pensé que fuera tan rápido"

"La lealtad del clan Haulia con ese extraño es impresionante, aunque no debería de ser sorpresa luego de ver cómo él logró que el grupo de Hombres Bestia más débiles, terminara transformándose en uno de los clanes más fuertes de todo Verbergen" - dijo Guze mientras sacaba su pipa y empezaba a fumar.

"También estoy sorprendido, aunque parte de que ellos se hicieran tan fuertes, fue el equipamiento extraño que Cloud-dono les entregó" - musitó Ulfric mientras negaba con la cabeza.

"Cierto, esas maravillosas ballestas metálicas que disparan proyectiles de maná sólido" - dijo Guze con un brillo en sus ojos - "Estoy impresionado por el ingenio del creador de tan extraño, pero bello artefacto"

"Escuché por parte de Kam-dono, el líder del clan Haulia, que esos artefactos fueron creados por Cloud-dono, es por eso que decidí no seguir con mi ataque" - respondió Ulfric con seriedad.

"Es una lástima, me hubiera gustado saber cómo funcionaban esas armas" - dijo Guze mientras soltaba un suspiro - "En fin, ¿Ahora qué es lo que haremos?"

"Esperar, Cloud-dono dijo que iba a hablar con la princesa si lograba encontrarla, tal vez así podamos reconstruir Verbergen en el interior del laberinto" - respondió Ulfric mientras fruncía el ceño.

"Ok, tengo una cosa que decir" - dijo Guze mientras miraba a su amigo - "¿Estás seguro de que él nos ayudará?"

"Sí, es una promesa, y por lo que pude ver, él valora sus promesas" - respondió Ulfric mientras se ponía a pensar.

"Ok, voy a confiar" - respondió Guze mientras volvía a fumar su pipa.

"Ya llegamos" - dijo Mao mientras entraba a la habitación improvisada del líder de los elfos. Detrás de ella venían una mujer del clan de los zorros, y un hombre del clan de los osos.

"Veo que trajiste a los representantes de los dos clanes restante" - dijo Ulfric al ver a los recién llegados.

"Ha pasado tiempo, señor Ulfric" - dijo la mujer zorro con una pequeña sonrisa.

"Efectivamente, señorita Mika, mis condolencias por la muerte de su padre" - suspiró Ulfric mientras negaba con la cabeza.

"Mi padre no murió, él fue asesinado" - respondió Mika, la hija Loa, el antiguo líder del clan de los zorros - "Aunque no gano nada con enfurecerme, no cuando los causantes de su muerte, están todos muertos"

"Lamento tener que interrumpir esta tan interesante conversación, pero no creo que tengamos tiempo que perder con la situación actual de Verbergen" - dijo el hombre oso mientras miraba a los demás.

"Tienes razón..." - dijo Ulfric mientras fruncía el ceño porque no se sabía el nombre de este representante.

"Mi nombre es Ursa, el máximo general de nuestro clan" - respondió Ursa mientras soltaba un suspiro - "Fui elegido como representante luego de que nuestro sabio fuera ejecutado al ser descubierto revelando información a los leones"