-¡No te metas conmigo mujer! ¡¿Quieres una golpe en esa cara bonita?!-
-No te apresures, plebeyo. Aquellos de baja calaña gozan de un apropiado destino humilde-
Se oían varias voces discutiendo, y tres hombres rodearon a la solitaria mujer en el estrecho callejon, cortando sus vias de escape.
"Aunque no creo que necesite escapar de todos modos" Penso Subaru divertido ante la idea de ver al trio TonChinKan nuevamente.
Claramente para Subaru, este era un estereotipado encuentro con vandalos callejeros, pero lo que dejo un poco impresionado al chico de pelo negro fue la hermosa apariencia de la chica que ni se inmutaba por la atmosfera que se cernia sobre el estrecho callejon.
Su cabellor era de un naranja brillante, como el mismo sol, fluyendo a traves de su unico pasador antes de caer sobre su espalda. Su vestido era carmesi y, sobre todo, la belleza abrumadora de la chica misma en el sordido entorno. Incluso unos ojos inexpertos podrian decir a simple vista que las joyas en su cuello, orejas y dedos eran de la mas alta calidad. Y, sin embargo, todas esas joyas extravagantes eran incomparables con su rostro.
Ella tenia los ojos rojos y desafiantes. Sus labios ligeramente rosados enfatizaban el tono de su piel, blanca como la mas pura nieve. Sin duda esta chica era Priscilla Barielle, una de las candidatas al trono del reino de Lugunica.
Priscilla cruzó los brazos en una postura tranquila que solo acentuaba sus abundantes pechos. Subaru estaba pensando en mejor curso de accion, tratar de entrar y hablar informalmente con ella solo causaria una mala primera impresion. Esos eran los pensamientos del chico de pelo negro, sabiendo que la arrogancia de Priscilla estaba a niveles astronomicos.
Entonces el mejor curso de accion seria entrar y vencer al trio TonChinKan, para despues despedirse de Priscilla dejando asi que el interes por el aumente.
-Disculpe por la interrupcion, pero puedo ver que estan molestando a la señorita. Podrian hacerme el favor de irse de aqui antes de darles una leccion sobre el trato con las damas-
Subaru espero unos minutos solo para darse cuenta, de que mi entrada dejo al trio TonChinKan con una expresion de sorpresa. Ellos se quedaron unos segundos en silencio antes de fruncir el ceño.
-Oi, Oi, Oi. Mira lo que tenemos aqui, un mayordomo jugando al heroe. ¿Por que no mejor te vas a servir el Té o algo asi?-
El trio TonChinKan empezo a reirse pensando que Subaru era un simple mayordomo, lo cual estaban un tanto equivocados.
-*Suspiro*... No digan despues que no les adverti-Dijo Subaru mientras materializaba, un shinai pero ese shinai tenia algo en especial... Si algunos ya lo descubrieron, ese Shinai tenia un adorno de tigre en el mango. Esta espada de entrenamiento estaba basada en el ToraShinai de Taiga Fujimura...
Despues de eso, Subaru inmediatamente se lanza hacia ellos causando un poco de sorpresa, los tres no pudieron reaccionar rapidamente. Haciendo que el trio cayera a manos de la lluvia de ataques impuesta por el mayordomo.
-Agh...- Ouhg...- -Itai...-
Subaru al ver como el trio no se levantaria pronto, se dio la vuelta para mirar cara a cara de Priscilla, solo para despues inclinarse haciendo una reverencia formal.
-Lamento mucho que haya tenido que ver tan poco estetico, Lady Barielle-
Mientras exprimia cada gota de formalidad en mis palabras, Priscilla solo dio un pequeño resoplido exasperado mientras negaba con la cabeza.
-Les sirve bien a esos plebeyos, creian que podian hacer algo contra mi y quedar libres de castigo- Dijo Priscilla con una ligera sonrisa llena de arrogancia.
-Ciertamente, Lady Barielle-Dije antes de poner recta mi espalda, esta vez puse mi manos sobre mi pecho mientras bajaba la cabeza.
-Bueno, fue un verdadero gusto conocerla. Su belleza va mucho mas alla que los rumores, pero me dobo ir, hasta luego. Lady Barielle-
Despues de decir eso me di la vuelta, iba a dar el primer paso hacia adelante, cuando...
-...Espera-
-¿Hm?-
-¿Que hay en esa bolsa de alli? Muestrame-
Sabiendo que algo asi pasaria, Subaru solo levanto un poco la bolsa y la abrio para mostrar su contenido... Una montaña de fruta madura y roja.
-No las reconozco. Estas frutas... ¿Que son?-
-Son Ringas, El fruto del conocimiento. Son sabrosas cuandos se cocinan, ¿No lo cree, Lady Barielle?-
Parpadeando debido a la repentina respuesta, la chica resoplo mientras miraba a Subaru como si fuera un imbecil.
-Mientes. No me hagas reir. Las ringas son blancas, ¿entiendes? Nunca he visto frutas como estas-
Solo pude sacar una discreta carcajada, al pensar en lo increible de esta conversacion... Despues de todo Priscilla nunca ha visto unas ringas que no esten peladas.
-Bueno, son blancas cuando las pelas ...-Subaru hizo una pequeña pausa antes de continuar-... ¿Tal vez solo ha visto ringas sin cascara, Lady Barielle?-
-Mm, nunca he visto una que no estuviera sobre la mesa en la cena. Muy bien. Entregamelas-
Aunque era un poco rara la situacion, Subaru se estaba divirtiendo hablando con Priscilla, pero sintio un poco extraño ver alguien que se ha quedado viuda siete veces. Bueno, es el mundo de un anime... que se le va a hacer.
-Entregamelas. Voy a tomar uno, lo partire y lo vere por mi misma. ¿O solo son mentiras las que salen de tus labios?-
-Para nada, Lady Barielle-
Y asi Subaru saco una Ringa de la bolsa para entregarsela a Priscilla la cual estaba segura de que tenia razon.
La chica tomo la ringa dandole la vuelta como si estudiara la sensacion sobre su palma. Luego, su mano izquierda se dirigio hacia la ringa, cortandola vertical y horizontalmente en cuatro partes iguales. La chica lamio el jugo de la fruta que estaba sobre sus dedos, satisfecha con la muestra que tomó.
-Agridulce... Sin duda, este es el sabor de una ringa. Te perdonare la vida-
-Gracias por su misericordia, Lady Barielle-
Dijo Subaru un poco divertido al escuchar esas palabras contundentes que salieron de la boca de Priscilla. Solo pude negar con la cabeza mientras daba una sonria cortes.
-Bueno, ahora que termino de probar las ringas. Me despedire...-
Pero justo antes de que Subaru terminara, fue interrumpido por un grito.
-¡¡Ab-so-lu-ta-men-te no!!-
Su declaracion, cruzo la linea de una conducta arrogante a una tiranica, hizo que Subaru solo se encogiera de hombros mientras seguia jugando con Priscilla.
-¿Sucedio algo mas, Lady Barielle? Necesito las necesito para hacer mi famosa tarta de ringas con un toque de lemom-
-Basta de parloteo. ¿Que te parece esto?-
La chica señalo la bolsa, con curvando los labios en una sonrisa ironica.
-Apostaremos por ellos-
-...¿Apostar?-
Sin saberlo la joven Priscilla habia caido en la trampa de Subaru, despues de todo el chico de pelo negro planeaba que esta situacion sucediera. Esperaba hacer que la chica le debiera un favor para que despues lo ayude con Betelgeuse o la ballena blanca.
-Si, una apuesta simple. Algo facil, lanzar una moneda y adivinar si es cara o cruz. Una sola ringa dependera de cada intento. ¿Que te parece?-
Subaru solo pudo sonreir ante la proposición de Priscilla, sabiendo que la arrogancia de la chica de vestido carmesi no la dejaria salir de la apuesta, el chico decidio hacer su jugada.
-Hmm, eso es un poco aburrido, ¿Que tal un todo o nada?. Si yo pierdo te dare todas mis ringas, pero si yo gano me deberas un favor ¿Le parece bien, Lady Barielle?-
Priscilla se llevo la mano a la barbilla para pensar, unos segundos despues asintio con la cabeza.
-Me parece justo-
-Para hacerlo mas interesante, digo que escojamos cara o sello unos segundos antes de que caiga-
Priscilla parecio estar de acuerdo y saco una moneda, ella tenia una mirada confiada de que iba a ganar. Y con eso la chica lanzo la moneda hacia arriba.
-Viento-san, ¿Podrias ayudarme?...- Susurro Subaru con una sonrisa suplicante, lo cual 1 segundo despues fue respondido.
-...Cara...-
Justo cuando estaba apunto de caer, Subaru grito.
-¡Cara!-
Entonces Priscilla solo se encogio de hombros y hablo.
-Sello-
Dos segundos despues se escucho el sonido de algo metalico cayendo al suelo, el resultado de la apuesta dio un ganador.
El ganador fue...
-Parece que he ganado, Lady Barielle-
-Hm, no me los esperaba...-
Priscilla estaba confundida mirando a la moneda, mientras estaba pensando en como pudo haber perdido. Fue la primera vez que le paso algo como esto.
-Bueno, si usted tiene a la diosa de la suerte de tu lado...- Mientras Subaru hablaba Priscilla presto total atencion a sus palabras.
-Entonces yo tengo a la diosa del viento del mio-
Al terminar de decir esas palabras, Subaru dio una sonrisa amigable a Priscilla la cual estaba atonita por lo que decia el chico de pelo negro.
-Tu nombre...-
-¿Disculpe, Lady Barielle?-
-Dime tu nombre, plebeyo-
Subaru penso que Priscilla queria saber su nombre para que despues el pueda venir a reclamar su favor.
-Me llamo Subaru Natsuki, Lady Barielle-
Lo que el chico no esperaba era que las palabras que diria la chica de pelo anaranjado fueran totalmente impactantes.
-Eres digno...- Luego de escuchar esas palabras, Subaru sintio como unos brazos se cruzaban por sus hombros y la sensacion de algo suave tocando su espalda.
-Tu me pertences, Subaru Natsuki-
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[Felicidades, has abierto la ruta con la Heroína Priscilla Barielle]
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¿¡QUE?!
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A/N: Autor aqui, bueno el capitulo fue editado para que sea en tercera persona. De hecho me gusto mas asi que antes... Ademas hice el capitulo un poco mas largo de lo normal... Ya que algunos decian que se les hacia muy corto.
Tambien quiero darle las gracias a:
Daoist815835
eltoxico69
SeRaPHin
Por votar por este fic, le doy las gracias porque veo que les gusta lo que escribo. Eso me da motivacion para seguir escribiendo... Para ustedes y todos mis lectores.
¡Muchas Gracias!
Se despide.
-KOTOMINE