Subaru solo pudo observar como las dos chicas se miraban fijamente, el chico de pelo negro estaba seguro de que si interrumpía la situación de daría vuelta contra el.
Justo cuando iba a retroceder un poco, la voz de un hombre de mediana edad entro en los oídos de Subaru.
-Hmm, para que entres en esta situación... No se, si tenerte envidia o lastima-
Subaru se dio la vuelta para ver a un hombre con una capa naranja, chaqueta verde, pantalones bronceados y un casco de de metal que cubría toda su cara, al ver su apariencia el joven sabia que esta persona era Aldebaran, también se le conoce como Al.
Aldebaran era un hombre que fue transportado a este mundo de fantasía desde japón como Subaru. Las razones por las cuales fue transportado aun seguían en misterio, el joven de pelo negro solo pudo darle una sonrisa amistosa antes de decir.
-Bueno, esto es algo que todo protagonista de historias con genero harem debe pasar. Supongo que estoy en la primavera de mi vida. Pero me hubiera gustado mas, que fuera en la escuela secundaria que en este mundo de fantasía-
Subaru dijo esas palabras para que el interés de Al por el subiera, la verdad al darle pistas de que pertenecía a la tierra, hará que el hombre le diga a Priscilla haciendo que ella este mas interesada en Subaru.
"Y luego cuando menos se lo espere, le daré un poco de mi comida haciendo que sus puntos suban" Esos fueron algunos de los pensamientos cuestionables que pasaban por la cabeza de Subaru.
Efectivamente, Al se quedo quieto mientras me miraba pero se recupero en unos segundos, mientras yo me volteaba para hablar con Emilia.
-Lo siento, Lady Emilia. Había escuchado los gritos de unos matones molestando al Lady Priscilla, dándome cuenta de tal injusticia es mi deber como persona ayudarla-
-*Suspiro* Esta bien, Subaru... y lo siento-
Subaru quedo bastante confundido ante las disculpas de Emilia, el joven mayordomo miro hacia los ojos de la chica de pelo plateado, solo para ver en sus ojos violetas un destello de arrepentimiento.
-¿Paso algo?-
Emilia al escuchar la pregunta, se puso un poco nerviosa. Empezó a jugar con sus delicados dedos juntando sus pulgares, mientras temblaba un poco.
-Yo no debí haberte dejado afuera, eres mi guardaespaldas y si algo me sucediera seria tu culpa... Y también te prefiero a ti que a Julius-
Lo ultimo Emilia lo dijo con una voz leve, aunque no lo suficientemente bajo para que Subaru no pudiera escuchar, la chica de pelo plateado tenia la cara roja por la vergüenza, parecía que estuviera a punto de desmayarse.
-Por favor, ¡No me dejes!-
Esa declaración hizo que tanto Al como Subaru quedaran impactados, por otro lado Priscilla dio un paso adelante y con gran ostentación declaro:
-Mmm. Cuan perspicaz es que me esperes justo en el lugar que acabé llegando. Tu lealtad es admirable, Al-
Sus palabras hicieron que Al saliera del impacto de la declaración de Emilia, y riera en voz alta.
-... Para ser sincero, quisiera decir que fue pura suerte el que haya pasado por aquí, pero eso solo la pondrá de mal humor. Estoy de acuerdo contigo, Princesa. Sip, ¡Es como dices!-
El se paro junto a Priscilla y agito su cabello naranja con la palma de su mano.
-Aparentemente, por pura coincidencia, la persona que la señorita estaba buscando y la persona que yo estaba buscando estaban juntas. ¿Tal vez podrías llamarlo destino?-
Después de que Aldebaran dijera esas palabras, Subaru estaba listo para contestarle a Emilia, pero antes de que pudiera un brazo se cruzo por debajo de su brazo izquierdo y otro por arriba del hombro derecho, de nuevo la sensación de algo suave chocando contra su espalda hizo que Subaru el cual era un hombre virgen de 29 años quedara paralizado.
-Es como dices, Al. Todo fue obra del destino, y creo que el destino hizo que encontrara a mi destinado... Por eso, me perteneces. Subaru-
Al terminar de hablar, Priscilla se acerco mas al joven mayordomo, haciendo que Emilia dejara de estar preocupada y pusiera un lindo puchero en su cara. Ella luego se acerco y pellizco a Subaru en el abdomen.
-Itai, Lady Emilia... ¿Por que?-
-Subaru, cabeza de chorlito. ¡Hmnp!-
Mientras todo eso sucedía, Al estaba mirando desde atrás riéndose de Subaru como si estuviera viendo una comedia. Subaru solo podía pensar en una cosa.
"¿Quien ocupa la palabra cabeza de chorlito en estos días?"
Las dos chicas se estaban mirando de nuevo. La mirada fulminante de Priscilla hizo que la voluntad de Emilia se debilitara, por otro lado Emilia no quería perder así que siguió el concurso de miradas con Priscilla.
Después de un par de segundos mas las chicas se dejaron de mirar, parecía que habían llegado a un acuerdo. Las dos chicas sujetaban a Subaru fuertemente, antes de mirarlo con una mirada extraña.
-Esto se va a poner bueno...-Dijo Al mientras adivinaba lo que iba a suceder.
-Entonces...-
Los miedos de Subaru parecían hacerse realidad mientras escuchaba las palabras, sus instintos después de pasar mucho tiempo jugando Eroges y viendo anime de genero harem, le decía que saliera inmediatamente del lugar.
-... ¿A Quien prefieres, Subaru?-
"Parece que llegamos a esto..."
-*Tos* Antes de decidir, ¿Podrían soltarme?, creo que me estoy ahogando-
Las dos chicas al escuchar sus palabras, se separaron un poco de Subaru, Emilia estaba un poco sonrojada, mientras que Priscilla se encontraba un poco reacia a soltarlo.
Subaru que vio la oportunidad apunto hacia un punto ciego, y grito:
-¡Miren es Reinhard van Astrea peleando desnudo contra un payaso manipulador!-
Al escuchar mis palabras Al, Emilia y Priscilla se giraron, lo que le dio la oportunidad perfecta a Subaru.
-¡Nigerundayooooo!-
Inmediatamente al escuchar el grito de Subaru, los tres se dieron cuenta de algo...
-¡Hahahaha, en verdad lo hizo!- (Aldebaran)
-Moooou. Subaru, cabeza de alcornoque- (Emilia)
-Tch, En verdad se escapo... Bueno, no es que importe, después de todo estamos destinados a encontrarnos de nuevo- (Priscilla)
No sabes cuanta razón tienes, Priscilla.
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Subaru se encontraba corriendo para alejarse de la masacre a la cual estaba destinado, el chico se disculpaba con Reinhard en su mente por ocupar una excusa tan mala.
"Lo siento, Reinhard. Espero que no haya un rumor del santo de la espada peleando desnudo por la capital"
Pero incluso al dirigirse a la residencia de Roswaal no se percato de que volvería a encontrarse con Emilia, estaba tan distraído que se olvido.
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A/N: Bueno, debo decir que este capitulo me entretuvo un poco, les daré una pista de lo que sucede después de la elección real... Tres palabras... Ballena, Pereza y Fénix...
Se despide.
-KOTOMINE.