-Y así el estafador de un paso adelante. No tengo recuerdos de tal cosa. Encontré a este hombre gracias al destino... ¿Tienes pruebas de que este sea uno de tus sirvientes?-
Priscilla dio una respuesta astuta. Sin embargo, Roswaal recibió su pregunta encogiéndose de hombros.
-Afooortunadamente, las tengo. Tengo la costumbre de marcar lo que es mío. La cresta de mi familia debería estar bordada en el forro de su uniforme-
Cuando el payaso termino de hablar, la cara de Priscilla quedó sin expresión. Miró a Subaru como si buscara confirmación de los hechos. Ante su mirada, Subaru le dio una mirada de disculpa y mostró la parte posterior de la manga de su saco. Ahí estaba bordado algo parecido a un halcón, Subaru lo mostró por unos segundos antes de ocultarlo de nuevo.
-Un truco barato. Bueno, está bien. Jugar con el bufón y la imbécil ha alejado mucho de mi tedio en el proceso... Los dejare por ahora, nos vemos luego. Subaru-
-Hasta luego, recuerde que para la próxima vez le pediré que pruebe de mi tarta. Lady Priscilla-
Priscilla asintió con la cabeza y empezó a caminar hacia Emilia, la chica de pelo plateado se tensó cuando Priscilla se acercó, pero la chica de vestido rojo pasó de largo sin prestarle la menor atención. Mientras Priscilla se iba, Al le dio un gesto de despedida a Subaru antes de seguirla.
Después de unos segundos, Emilia y Roswaal se voltearon a ver a Subaru.
-Pero debo deciiir, que llamaste la atención de Lady Priscilla después de todo... Tu desgracia ciertamente es considerable. Me pregunto si sufrirás el mismo destino que los otros seis-
-¿Hablas de los otros seis esposos fallecidos de Lady Priscilla, cierto? Bueno, no es como si me casara con ella-
Al escuchar esas palabras Emilia dio un suspiro de alivio y puso una mano sobre su pecho. Por otro lado Roswaal solo dio una sonrisa sospechosa, la cual puso de los nervios a Subaru.
"El libro de la sabiduría en posesión del payaso le debió haber dicho algo, o esta planeando algo extraño... Las dos posibilidades son igualmente peligrosas" Pensaba Subaru mientras trataba de ignorar la sonrisa de Roswaal.
-¿Entonces, como entraste al castillo? Esperaba que alguien me pidiera una confirmación a mi o a la señorita Emilia para que te dejaran entrar-
-Lady Priscilla me pidió... No, mas bien me obligo a acompañarla. Estaba yendo al mercado cuando Al apareció y me dijo que lo acompañara, ademas me ahorro tiempo de viaje y logre entrar sin ningún problema-Subaru se detuvo un poco para tomar aire antes de seguir-También evite causarles problemas a usted y Lady Emilia-
Subaru termino de hablar, se volteo para ver a Roswaal el cual tenia un brillo de diversión en sus ojos, mientras Emilia se acerco a mi y me dio un ligero golpe en el brazo. Pude notar que la chica de pelo plateado no estaba enojada, si no estaba preocupada y un poco celosa de Priscilla.
-Estaba preocupada, bobalicón-
Al ver lo linda que puede ser Emilia, decidí darle unas caricias en su cabeza, mientras murmuraba...
-...¿Quien dice bobalicón en estos dias?...-
Emilia cuando escucho mis murmullos, solo puedo hacer un puchero aun mas tierno, mientras decía las palabras que mas veces salieron de su boca en este mes.
-Mooooou, ya no soy una niña. Subaru-
Iba a responderla cuando...
-... Todos han sido reunidos. El Concejo de Sabios puede entrar-
Las grandes puertas se abrieron una vez mas. El caballero de armadura posicionado en la puerta dirigió a un grupo de ancianos hacia la cámara. Todos los hombres vestían túnicas que identificaban su estado. Cada paso solemne dejaba claro que estos eran hombres de gran dignidad y experiencia... De hecho los colores de sus túnicas representan la realeza, poder y sabiduría, Subaru logro reconocer a dos entre todos lo ancianos que habían.
El primero, un hombre mayor de arrugas, calvo y cejas grandes de color azul. Su forma de caminar y la expresión que muestra demuestran que es un hombre franco, honesto y directo. El nombre del anciano si Subaru no recordaba mal era...
Bordeaux Zellgef.
El segundo y el que mas destacaba, era un hombre de cabello blanco de barba tan larga que casi tocaba el suelo. Aunque su espalda no estaba encorvada, medía casi una cabeza menos que Subaru. Incluso entre los otros, las profundas arrugas de su rostro lo hacían parecer especialmente viejo, pero sus ojos eran tan afilados como para cortar el acero. Este hombre era el líder del Consejo de Sabios...
Miklotov McMahon.
Subaru observo todo en silencio, al ver a los ancianos decidió tomar una postura perfecta y quedarse quieto esperando que empezaran las elecciones.
Al, guardando silencio hasta ese punto, señaló con su mentón hacia una sección con Caballeros de la Guardia Real cuidadosamente alineados.
-Es hora, hermano. Debemos alinearnos allá, no acá-
Los reunidos se habían ordenado naturalmente, con caballeros y oficiales a la izquierda, y funcionarios civiles y nobles a la derecha.
-Lo siento, solo quería disfrutar mis últimos segundos de paz antes de que todo ocurra-
Al saco una silenciosa carcajada, antes de darse la vuelta y dirigirse hacia los caballeros. Mientras decía...
-Se como te sientes hermano, es un poco hilarante para nosotros los extranjeros estar aquí. Especialmente hoy-
Subaru asintió con la cabeza entendiendo a lo que se refería, antes de despedirse de Emilia y Roswaal con una reverencia. Mientras seguía a Al con una sonrisa extraña en la cara.
"Este sera un largo día"
///
PoV- (???)
Estábamos yendo a japón por medio de un circulo mágico, Onii-sama estaba visitando a su prometida, mientras que yo solo estaba acompañando al resto de su nobleza.
Al dispersarse el fuego, yo esperaba ver a la nobleza de la prometida de Onii-sama al frente mio y a la nobleza de Onii-sama al lado...
Lo que no esperaba ver era una ciudad medieval con Carruajes, semi-humanos y personas vestidas extrañamente.
-Disculpe, ¿Se encuentra bien, Ojou-san?-
Un hombre me hablo desde mi lado izquierdo, tenia cabello verde, una gran cicatriz en su cara y un puesto de manzanas al lado suyo.
-*Tos* Normalmente no hablo con plebeyos, pero esta vez sera una excepción... ¿Puedes decirme donde estoy?-
-Haaa, por eso es molesto tratar con nobles...-El hombre de cabello verde susurro una palabras irrespetuosas, no le preste mucha importancia porque estaba respondiendo una pregunta mía- Ten encuentras en la capital real del reino de Lugunica, Lugunica-
Lugunica, ¿Donde queda eso?, necesito mas información...
-¿Que tan lejos nos encontramos de Japón?-
El hombre me miro confundido antes de negar con la cabeza.
-¿Japón? No se donde queda ese reino, Ojou-san-
Cada segundo que pasaba me ponía mas nerviosa, no podía evitar preocuparme, no quisiera que fuera cierto lo que pienso....
-¿Puedes decirme las naciones mas cercanas?-
-Hmmm, El Reino Sagrado de Gusteko, El Santo Imperio de Vollachia, Los Estado de la Ciudad Kararagi y por ultimo el reino en el que te encuentras, El Reino del Dragón de Lugunica-
No... Por favor... Dime que es mentira...
-U-una ultima p-pregunta ¿Sabes lo que es el planeta Tierra?-
El hombre me miro unos segundo antes de hablar.
-No he escuchado nada como eso, ¿Es algún tipo de alimento?-
Al escuchar esas palabras, desesperada intente transportarme en un circulo mágico al Inframundo solo para que el circulo mágico fallara.
Sentía como la fuerza de mis pierna se iba, y como se desvanecía mi conciencia...
-...Ojou-san...-
Escuche el hombre hablar antes de no escuchar nada...
No quería creerlo pero estoy en... otro mundo.
///
A/N: Ante de todo, me gustaría dar mis condolencias y apoyo a Mexico el cual sufrió un sismo 7.4, les quiero pedir que mantengan la calma y que se recuperen lo mas rápido posible, porque se que ustedes son un país fuerte y que podrá salir adelante de todo esto.
Ahora con lo otro, las elecciones reales. Oficialmente han comenzado, se vienen peleas épicas, caza de bestias, waifus, y tsunderes espero que les guste el capitulo, mientras yo sigo trabajando... El próximo capitulo saldrá a las 8 a mas tardar. Tal vez haya un tercero si no estoy tan ocupado pero no prometo nada.
Se despide.
-KOTOMINE