Capitulo 63: Nii-san

Era un lugar hermoso, habían flores de distintos colores, la hierba y el pasto estaba de un color verde brillante y el melodioso sonido de los pájaros le daba al Jardín una atmósfera tranquila, si no fuera por las dos siluetas que se movían alrededor del lugar.

-Eres mejor de lo que pensaba, me has sorprendido. Subaru-dono-Dijo un anciano que aún mantenía la espalda recta, aunque se podía ver en su aspecto que estaba algo agotado.

-Haa... Haa... Así que este es el poder... Haa... de la experiencia...-Se detuvo Subaru con su respiración desigual, antes de volver a hablar- Muchas gracias, Wilhelm-san. Por ayudarme con esto-

-Mmmm. Tu forma de moverte es lo que dificulta la fluidez de tus cortes. Por supuesto, si tomas a tu oponente por sorpresa ese error no es muy importante, pero creo que deberías practicar tus movimientos, en vez entrenar tu cuerpo-

Subaru se secó el sudor de su frente y se levantó del suelo, el joven de cabello negro tuvo suficiente por hoy, así que decidió darle las gracias una vez mas al demonio de la espada.

-Es una lastima que Lady Crusch estuviera ocupada esta mañana, tal vez debería cocinarle algo-

-Mm. Creo que Lady Crusch agradecería el gesto, estoy seguro que el encantara tu comida- Dijo Wilhelm mientras se limpiaba el uniforme, el anciano estaba algo cansado, pero no estaba sudoroso como Subaru.

-¿Quieres algo tambien, Wilhelm-san-

-Ahora que lo dices un té estaría bien, ahora que lo pienso hace algo de calor...-

Subaru entendió lo que quería decir, el chico solo le dio un gesto respetuoso a Wilhelm y dijo.

-No te preocupes, buscare algunas frutas y haré el mejor té helado que pueda... Pero primero debo bañarme, no quiero apestar a sudor todo el día-

Wilhelm asintió con la cabeza, y se dio la vuelta, parecía que estaba pensando en algo. Subaru no quiso molestar mas y se dirigió al baño.

Claro, como invitado de Crusch, ella misma le dijo que podía ocupar el baño de invitados en vez que el de sirvientes, mientras Subaru caminaba por la mansión, pudo ver que distintas sirvientas lo miraban, el pobre chico solo había cocinado de buena gana el desayuno a los sirvientes. Los hombres le agradecieron con apretones de manos o unos simples "gracias", pero las mujeres habían sido las mas entusiastas, preguntando cosas como: -¿Tienes alguna amante?- -¿Estas casado?- e incluso hubo algunas otras que dijeron: -¡Eres mio!-.

Con la ayuda de los mayordomos logro escapar de sus garras, en silencio el joven guardaespaldas dio una rápida oración por los mayordomos que sufrieron a manos de las criadas. El observo a los mayordomos y muchos de ellos tenían vendada la cara y otros simplemente dejaron las marcas de uñas a la vista.

"Las mujeres a veces... dan miedo" Fueron los pensamientos de Subaru mientras empezaba a caminar lo mas rápido posible, porque empezó a notar las miradas de depredadoras proveniente de los ojos de las criadas.

Subaru llegó al baño, como era el único invitado si no contábamos a Rem, la cual fue muy insistente en quedarse con el. Pero Subaru sabía que aunque ella oliera su ropa interior, tenia la suficiente decencia para no intentar nada ilegal con su cuerpo, Rem en sí era como una pervertida de armario. Lastimosamente me recuerda a cuando habían dos siluetas femeninas en el otro lado del baño. Pensando en eso...¿Como estarán mis hermanitas?

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(En algún lugar de Japón)

(PoV - Tercera persona)

-*Estornudo*... ¿Alguien esta pensando en mi?- Una hermosa chica de 15 años como máximo estornudó, interrumpiendo la clase. La profesora solo le dirigió una mirada y dijo...

-Amamiya Rin, ten mas cuidado... En estos tiempos debemos cuidarnos todos, incluso si usas mascarilla al menos, tapa tu boca con el antebrazo- Dijo la profesora con un tono estricto.

-Hai, hai. Mochizuki-sensei-

La chica llamada Rin volvió a sus actividades anteriores, la chica de cabello café volvió a tomar su lápiz y empezó a escribir.

Todo sería muy normal, si Rin no estuviera escribiendo en su cuaderno la misma palabra, una y otra vez.

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Nii-san, Nii-san, Nii-san, Nii-san, Nii-san, Nii-san, Nii-san, Nii-san, Nii-san, Nii-san, Nii-san, Nii-san, Nii-san, Nii-san, Nii-san, Nii-san, Nii-san, Nii-san, Nii-san, Nii-san, Nii-san, Nii-san, Nii-san, Nii-san, Nii-san, Nii-san, Nii-san, Nii-san, Nii-san, Nii-san, Nii-san, Nii-san, Nii-san, Nii-san, Nii-san, Nii-san, Nii-san, Nii-san, Nii-san, Nii-san, Nii-san, Nii-san, Nii-san, Nii-san, Nii-san, Nii-san, Nii-san, Nii-san...

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Aunque eso es muy extraño, algo que lo es aún mas, y es que lo lleva haciendo desde hace un mes, siempre con una sonrisa llena de afecto en su cara. Pero su mirada estaba plagada de obsesión, locura y un poco de lujuria.

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Mientras estaba secándose después he haberse bañado, misteriosamente empezó a sentir escalofríos, el chico de cabello negro lo descartó como escalofríos por estar mojado mucho tiempo, así que decidió secarse lo mas rápido posible y salir del baño completamente vestido con su traje de mayordomo.

Cuando salió se encontró con Rem, la cual estaba mirando hacia Subaru con una sonrisa en su cara. Ella había esperado esto por mucho tiempo, tener unos momentos a solas con la ropa de su amado. Así que con una sonrisa recibió la ropa de Subaru, la verdad ella aún no se sentía lista para confesar. No sabía si era por pura vergüenza o porque le tenía miedo al rechazo. En el fondo ella sabía que su Subaru, no tendría el corazón para rechazarla. Eso solo hizo que se enamorara mas de el.

-Rem, ¿quieres acompañarme a la cocina?-

-Estoy algo ocupada lavando la ropa, pero después de eso estaré libre-

Subaru entendió y solo se dio la vuelta, pero antes de irse, dijo...

-Eso es perfecto, si quieres puedes hacerme compañía con mis deberes en la capital- Dijo Subaru y se fue por la puerta.

Al ver que Subaru se fue, la chica de cabello azul se sonrojo, y empezó a tener una sonrisa emocionada. Luego sin ninguna advertencia ella.

-¡Kyaaaa! Una cita con Subaru, ¿Que clase de lencería le gusta mas a Subaru?-

Luego Rem sacó de su cómoda tres pares de lencería diferentes. Uno era rojo, otro blanco y el ultimo negro. Ella lo pensó un poco mas decidió quedarse con la blanca y guardar las otras por si acaso.

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Subaru estaba en la cocina preparando un Quiche de queso, mientras le daba consejos a los cocineros de la Casa de Karsten, mientras dejaba la comida cocinándose en el horno, el joven mayordomo empezó a preparar Té helado natural, con Lemom y Jengibre. (Pd: No se, como se dice el jengibre en Re:Zero, así que para evitar malentendidos, lo llamare igual que en nuestro mundo).

Después de dejarlo 50 minutos, Subaru con unos guantes para hornear, saco el Quiche, Subaru lo partió en 4 partes iguales. Uno para Crusch, para su padre, para Felix y por ultimo uno para Kadomon. El joven de cabello negro aún se sentía en deuda con el hombre, así que como ultimo favor le cocinó el almuerzo.

Subaru se acerco a un sirviente, y le preguntó.

-Disculpe, ¿Como esta la tarta de Ringas que hice en la mañana?-

-Justo como sus instrucciones, dejaremos 6 pedazos para postre y 3 para que usted lleve en su viaje por la capital, Subaru-dono-

Subaru, sonrió feliz y luego agarró la bandeja y se fue en dirección al estudio de Crusch. Por cierto se preguntaran porque trae 3 pedazos, la respuesta es simple. Subaru tiene una debilidad por Plum, así que le gusta mimarla un poco.

Mientras Rem se estaba arreglando en la habitación de invitados, y Subaru estaba emocionado por salir a dar un paseo. Ninguno de los dos pudo haber predicho lo que iba a suceder.

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A/N: Autor aquí, disculpen la demora de nuevo. Tuve que librarme del agarre de mis primas y de terminar de cuidar a mi sobrina, mientras cocinaba para unas tías. Lo bueno es que no me enviaron trabajos, así que pude subir el capitulo mucho antes. Espero lo disfruten.

Se despide.

-KOTOMINE.

(PD: Voy a estar editando los primeros capítulos, y también haré una versión en ingles en los mismos. Dos capítulos en uno. En Español e Ingles. Solo diré que no lo haré demasiado seguido. Solo cuando tenga tiempo)