-Parece que todos se han reunido-
Crusch dijo esas palabras y como si fuera una señal, las personas entraron en el gran vestíbulo de la mansión una tras otra. Todos estaban vestidos con ropas de combate y poseían severos aspectos. Sus varias piezas de equipamiento parecían bien hechas, Subaru pudo apreciar eso ya que estaba viéndolo desde las perspectiva de una persona normal, no de algo animado.
Subaru observó a las personas que estaban en una de las esquinas, en una línea, había cerca de diez hombres con una edad media bastante alta, era probable que ninguno de ellos tuviera menos de 55 años.
Como si hubieran notado la mirada de Subaru, uno de los hombres se volvió para mirar a su dirección. Al ver que el hombre lo miraba Subaru le dio una reverencia como saludo, el chico de cabello negro sabía que estos hombres fueron los que aceptaron el llamado de Wilhelm, cada uno de ellos quería vengarse de la Ballena Blanca.
Uno de los hombres se acerco y giro su mirada a Crusch.
-Lady Crusch, hemos llegado... ¿Es él?
-Sí, lo es-
La persona que le preguntó a Crusch con una voz tranquila, era un hombre de mediana edad, con tanto cabello como la barba con canas. El hombre asintió con la cabeza hacia Crusch y se dirigió a Subaru una vez mas, estirando una mano hacia su hombro. Luego habló.
-Gracias, muchacho-
-...- Subaru se quedó callado al sentir como el agarre del hombre empezaba a transmitir sus sentimientos, parecía que estaba apunto de llorar. Subaru lo miro con respeto, este hombre aún con tal avanzada edad vino aquí a pelear contra la Ballena con un solo motivo...
-Gracias a ti, nuestro deseo más preciado ha sido concedido. Nunca hemos estado más felices- El hombre estaba dándole su total gratitud a Subaru, su mano estaba casi temblando. El chico de cabello negro solo lo miró antes de negar con la cabeza.
-No tienes que agradecerlo, solo cortemos la cabeza de ese monstruo y saquemos su existencia de este mundo- Cuando Subaru dijo eso, el hombre asintió con la cabeza mostrando que tenía un respeto por el chico de pelo negro.
-Gracias- dijo el hombre, dándole palmadas al determinado Subaru en el hombro antes de alejarse.
Subaru estaba un poco nervioso, al ver el sentimiento que exudaban los veteranos, daba la sensación de una batalla entre los humanos y el Rey Demonio. Subaru hizo una mueca ante tal pensamiento mientras sentía que la tensión en su espalda aumentaba, Rem notó eso y agarró la mano de Subaru con extremo cuidado y cariño.
-Rem...- La criada de cabello azul estaba mirando a los ojos de Subaru, ella vio todos sus pensamientos con una simple mirada, ella siempre entendía como se sentía. Subaru sonrió con valentía, sabiendo que Rem estaba ahí para respaldarlo.
"Aunque Rem tiene el extraño pasatiempo de verme dormir, y ni hablar de oler mi ropa." Fueron los pensamientos de Subaru. Ella en el tiempo que estuvo viviendo en este mundo, siempre lo ha apoyado. Por eso...
-Porque soy tu Héroe, juro que los salvare... Es una promesa, Rem- Dijo Subaru mientras miraba a Rem y apretaba su mano, la criada de pelo azul se sonrojo un poco antes de darle una sonrisa llena de esperanza.
-¡Si, Subaru!-
Por otro lado, Crusch miró hacia arriba, hacia el cristal de tiempo encima de la entrada, con una luz extraña en sus ojos. Seguramente iba a dirigirse a las tropas antes de la partida, una especie de discurso motivador para aumentar la moral.
Justo cuando Crusch se marcho, Subaru vio a Wilhelm y a Felix entrando desde el vestíbulo. El chico con orejas de gato estaba vestido con el uniforme de la Guardia Real, el cual Felix vestía desde que estaba en el patio escogiendo un Dragón de Tierra.
Wilhelm seguía vistiendo su uniforme de mayordomo negro, aunque también llevaba una armadura ligera y minimalista que protegía solo los órganos mas importantes. Al igual que en el anime, llevaba un total de seis espadas delgadas, y parecía casi demasiado listo para pelear.
-Oh, entonces tú también estás aquí, Russell-san. Veo que estas un poco cansado...- Dijo Subaru con una sonrisa amistosa al ver al hombre de cabello dorado, la verdad Russell parecía que no había dormido en días aunque solo habían pasado horas desde las negociaciones.
-Hahaha... La verdad he estado ocupando mi Protección Divina para intentar evaluar la medicina que me diste como recompensa, estuve intentando toda la noche... Pero, lo único que logre sacar fue que era muy efectiva- Dijo Russell mientras se rascaba la nuca, aunque se veía un poco demacrado aún así parecía que estaba emocionado.
-Por cierto, Julius ha estado muy emocionado por un segundo duelo, y ahora que salió a flote lo del Culto de la Bruja, dijo exactamente esto: "Tengamos una batalla épica después de derrotar al Arzobispo, Subaru". Espero que puedas hacer tiempo libre para eso- Cuando Anastasia dijo eso, Subaru tuvo sudor en su frente. Parece que Julius se ha tomado su rivalidad muy seriamente...
"Parece que la salida de caballeros tendrá que esperar un poco mas" Pensó Subaru con un suspiro.
///
-... Cuatrocientos años-
La hora prevista llegó, y con esas palabras, Crusch empezó a dirigirse hacia las tropas reunidas. Subaru dejo de conversar con Russell y Anastasia, concentrándose totalmente en el discurso de la chica de pelo verde.
Su voz era grave y la atmósfera, tensa.
Con sensaciones agudas similares al dolor recorriendo su columna totalmente erguida, Crusch se mantuvo totalmente recta, con el pecho hacia adelante, mientras todos los ojos se dirigían a ella.
Las personas dejaron de hacer lo que sea que estaban haciendo y se concentraron en Crusch, la cual estaba de pie con una espada, la cual tenía la marca de la Casa de Karsten incrustada en ella, la espada era el Rampante León, ella enterró la espada con la vaina en el piso mientras observaba lentamente los rostros de todos los presentes y dijo:
-Cuatro siglos han pasado desde que la Bruja de la Envidia, la peor calamidad en toda la historia, amenazó al mundo. Durante este tiempo, la ballena blanca nacida de las manos de la Bruja ha hecho de este mundo su propio patio de caza, dominando y destrozando a aquellos mas débiles...-
Aunque Crusch estaba dando su discurso tan motivada, Subaru estaba aguantándose las ganas de corregirla diciendo que fue Daphne la cual creó a las tres grandes mabestias, aunque de seguro que si lo decía levantaría muchas sospechas.
-Las vidas que la Ballena Blanca ha tomado están mas allá de toda medida, Quizás es mejor decir, la naturaleza vil de la niebla misma asegura que nunca sabremos el verdadero número de victimas. A lo largo de cuatrocientos años, el numero de lapidas, y las tumbas que ni siquiera tienen nombres. solo han incrementado-
Las palabras de Crusch hicieron que algunos hombres viejos no pudieran aguantar mas, mirando al suelo y apretando los dientes mientras contenían sollozos. Había otros cuyos pechos contenían ferocidad, emoción inagotable, furia silenciosas que habían cargado con ellos, esperando por la oportunidad de dejarla explotar.
Las oscuras emociones de los viejos estaban dejando el vestíbulo en una atmósfera estancada llena de aires deprimentes y furia vengativa.
Subaru siguió mirando a Crusch esperando a que siguiera...
-Pero hoy, ese tiempo termina-
....
-Nosotros le pondremos fin. Cuando derrotemos a la Ballena Blanca mucha tristeza desaparecerá. Aquellos quienes no se les ha permitido un momento, finalmente se les dará la oportunidad de llorar-
Subaru al escuchar esas palabras, no pudo evitar recordar como sus hermanas se tomaran su desaparición, un sentimiento de volver a casa lleno su cuerpo, encontraría a la Diosa que lo llevo aquí y le pedirá que al menos lo deje despedirse de ellas.
-Terminaremos con esta patética Mabestia, obedeciendo incesantemente el mandato de su maestra muerta-
Todos, los jóvenes y los viejos. Los cuales se estaban estancando en la oscuridad, levantaron sus miradas y con una fuerte determinación miraron a Crusch.
La emoción estaba en su punto máximo.
-¡Marchamos! ¡A la carretera de Lifaus! ¡Al Gran Arból Flugel!-
-¡¡¡SÍ!!!-
Todo el discurso sirvió para que todos los soldados gritaran dando a conocer su determinación, los pechos de todos estaba bombeando sangre de forma orgullosa, Subaru se dio cuenta que el espíritu en el ambiente lo había hecho gritar también.
Entre todos ellos, Crusch permaneció mas fuerte y más alta mientras levantaba su espada quitandola de la vaina hacia los cielos e hizo una proclamación.
-¡Esta noche, por nuestra mano... ¡¡¡la Ballena Blanca caerá!!!-
///
A/N: El capitulo de hoy, espero se hayan motivado un poco... El opening de la segunda temporada es SUBLIME, demasiado perfecto... aunque no he visto el capitulo y faltaba un poco de Betty en el. Yo me voy a ver el segundo capitulo.
Se despide.
-KOTOMINE.