La Ruta de Rojo: Capitulo 1

A/N: Este capitulo contiene algo de material fuerte, así que si eres un poco sensible recomiendo que lo saltes. Pero todos sabemos que si algo lleva la palabra Re:Zero sera fuerte.

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"Duele, Duele, Duele...." Esos fueron los pensamientos que tuvo un cierto joven de cabello negro, el cual estaba en el suelo llenando de sangre la madera debajo de el. A su lado estaba arrodillada una mujer de cabello negro, vestimenta atrevida, y unos Kukri los cuales goteaban un liquido rojo.

La mujer con una melodiosa risa extendió su mano hacia el estomago del joven en el suelo, ella metió su mano en el tajo que había hecho en la carne del chico, el cual estaba agonizando. El joven de cabello negro estaba decepcionado, en verdad lo estaba. El joven paso su mirada hacia la parte de atrás de la mujer que lentamente sacaba sus intestinos de su cuerpo, ahí el joven pudo ver las figuras de dos chicas. La primera con cabello plateado el cual parecía brillar con la luna, un vestido blanco el cual estaba manchado con sangre y unas orejas puntiagudas, la segunda tenía cabello dorado, un dorado el cual parecía valer mas que el oro, estaba vestida con ropas escasas pero el joven aún así le encontró tierna, ella tenía unos ojos carmesí sin vida, los cuales alguna vez brillaron como rubíes.

-Lo sabía, tienes unos hermosos intestinos- Dijo la mujer de cabello negro con una voz manchada de locura, una persona normal ya estaría volviéndose loca en estos momentos, tener tu estomago abierto, tener a una mujer jugando con tus intestinos y que todo lo que habías planeado haya fallado, una persona normal solo pensaría en morir en estos momentos.

El joven de cabello negro había ignorado la voz de la psicótica mujer, parecía que estaba acostumbrado a esto. Lo que alguna vez fue un dolor extremo se convirtió en algo secundario para el joven en el suelo, el chico sabía que lo único que unía su torso con la parte inferior era una delgada tira de piel. Aún así el joven de cabello negro sigui�� mirando a los cuerpos sin vida de las dos chicas detrás de la mujer, su vida se apagaba lentamente mientras en el transcurso sus órganos caían lentamente al suelo. La mujer de cabello negro notó la tranquilidad que tenía el joven con su estomago abierto, aunque no era la expresión que esperaba igualmente encontró fascinante la calma que el joven tenía, eso mas lo hermoso que eran sus intestinos hicieron que la Mujer se sonrojara.

-Mouuu, deberías prestarme mas atención a mi. Es descortés mirar a otra chica en medio de una velada romántica como la que estamos teniendo ahora, ¿Sabes?- Dijo la mujer mientras hacía pucheros, en realidad la Mujer estaba apenada de no poder llevarse a este chico y mantenerlo como saco de sangre o esclavo sexual. La asesina estaba un poco celosa de esas otras chicas, aunque estuvieran muertas el joven que estaba debajo de ella seguía mirándolas con la misma mirada cariñosa.

La mujer de cabello negro pensó en lo que había sucedido, en como había asesinado a la Semi-elfo de pelo plateado y esa mocosa de cabello rubio. En el momento en que el chico había visto caer los cuerpos de las dos chicas dejo de pelear y se quedo quieto esperando que ella lo matara. Por mucho que ella le guste matar gente, esta muerte en especial se sintió tan poco satisfactoria ella disfrutaba cuando sus presas peleaban por sobrevivir, pero este chico en el momento en que vio morir a sus acompañantes se soltó, fue como si fuera una marioneta la cual le habían cortado las cuerdas.

Incluso en estos momentos el joven seguía mirando sus cadáveres, el ya había aceptado su muerte y aunque ella lo este torturando, el ni se inmuta, ni siquiera frunció el ceño por el dolor, ni siquiera gimió. Fue totalmente aburrido pero al mismo tiempo encantador, la mujer notó que su respiración iba cesando lentamente y la luz de los ojos del chico se apagaba. Eso hizo que la Mujer lo mirara fijamente esperando pacientemente a que el Joven de cabello negro muera.

A pesar de que la mujer piensa que el chico de cabello negro no estaba pensando en nada, el joven en realidad estaba totalmente consciente de lo que estaba pasando a su alrededor, de hecho el estaba pensando en algunas cosas.

"¿En verdad he estado haciendo las cosas mal? He intentado todas las cosas posibles para matarla, llamando a los Guardias, tratar de alejar a Felt y Emilia del lugar, incluso cree hechizos de elemento Yin para matarla, logre hacer que una pequeña parte del espacio se contrajera, haciendo que su torso fuera eliminado del espacio, pensé que había ganado... Pero en el momento siguiente morí por agotamiento de Prana. Es imposible, sin Reinhard no puedo matarla. Cada vez que estoy a punto de ganar parece que el Destino me hace una broma cruel y termino perdiendo..." Pensó decepcionado el moribundo joven, después de intentar todo lo que alguna vez pasó por su mente, nada funcionaba. En estos momentos era cuando el joven podía pensar con claridad, sintiendo la fría brisa de la noche entrar en su cuerpo, el joven levantó su mirada.

El hermoso brillo de la Luna inundo el exterior de la Casa de Botines, a medida de que el Joven perdía, en algún momento de las muchas muertes que había experimentado, la luna se había vuelto de un hermoso color rojo, un rojo brillante. El joven pensaba que la luna de había vuelto roja después de que fuera teñida con toda la sangre que derramó alguna vez.

Haciendo una mueca el joven volvió su mirada hacia la mujer. Ella notó que el chico que estaba a punto de morir la estaba observando, ella de inmediato se puso feliz al ver como la única figura que se reflejaba en esos ojos que alguna vez fueron un Marrón llenos de determinación, al mismo tiempo se sentía triste ya que nunca mas podrá ver su figura reflejada en esos ojos ahora casi muertos.

-Es una pena que nuestra reunión termine de esta forma, supongo que ahora que estas a punto de morir, bien podría presentarme...- Dijo la mujer de cabello negro mientras acariciaba la fría mejilla del joven, con una mirada apasionada ella siguió con sus palabras -Me llamo Elsa Granhiert, supongo que todos me conocen como la cazadora de intestinos-

El joven miró como la mujer llamada Elsa siguió acariciando su mejilla como si quisiera que su muerte fuera tranquila, aunque el chico en verdad era débil. Fue la presa que mas molestias le causo, esquivándola de una forma u otra, sabiendo cada uno de sus trucos, el chico casi ganaba contra ella, solo que parecía que el Destino tenía otros planes, Elsa nunca había sentido lastima por nadie. Pero ver a este joven esforzándose tanto para al menos ahuyentarla, y terminar fallando de forma tan decepcionante, en verdad hizo que Elsa sintiera lastima por el joven en el suelo.

-Suba...ru...Na..tsu...ki- Dijo inesperadamente el joven llamado Subaru, Elsa se sorprendió demasiado esta vez. El joven había gastado sus ultimas fuerzas en decir unas palabras, y en vez de maldecirla o insultarla, el joven se presenta a ella. De hecho ahora que lo nota, el joven no la miraba ni siquiera con un indicio de odio, lo único que había en sus ojos era decepción.

-En verdad haces que me enamore de ti cada vez mas- Dijo Elsa mientras se frotaba los muslos aguantando la creciente excitación que sentía en su entrepierna, el liquido empezaba a correr por sus muslos hacía abajo. Aunque eso ya no era importante para Subaru, de hecho en estos momentos ni siquiera podía escuchar algo.

El joven estaba a segundos de morir, así que decidió tratar de recordar todas las cosas que pudiera, unirlas y empezar a formar un plan para el siguiente intento. En eso fue cuando un recuerdo pasajero le vino a la mente a Subaru, una sola palabra fue suficiente para cambiar totalmente la forma en que Subaru mira el mundo.

"Ayamatsu..."

Ese fue el ultimo pensamiento del joven antes de morir.

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A/N: Esto es el primer capitulo de la Ruta de Rojo, lo saque ahora como una forma de celebrar que hayamos llegado a los 100 capítulos. La verdad cuando empece a escribir esta novela no pensé llegar tan lejos. Espero hayan disfrutado el capitulo.

Se despide.

-KOTOMINE