Ni en sus sueños más salvajes, Gai esperaba esto de Okina.
Gai no sabía en qué demonios estaba pensando este viejo, al solicitar tal disparate.
No importa que tan corta edad tenga Yuki, el hecho que el es peligroso, no estaba en duda, sin mencionar que Okina no lo conoce, para el ofrecer así a su nieta a un completo desconocido, hizo que Gai mirara fijamente a Okina y al mismo tiempo se preguntó si estaba bien de su cabeza.
En cuanto a Okina, él tenía pensamientos completamente diferentes a Gai, el estaba consiente que lo que estaba haciendo es muy arriesgado, prácticamente es una apuesta.
Pero si tiene éxito, entonces las recompensas son ilimitadas.
A pesar que se arriesgaría, a que su conglomerado, estuviera en el futuro controlado por Undertaker o algún otro sujeto, el tenía dos objetivos al casar a su nieta con Yuki.
La primera, al ser Yuki muy joven, Okina aún podía influir en su vida y al ver bien apegada a su nieta, aunque no sabía si eran órdenes de Gai o no, su nieta después de todo heredó su inteligencia, Okina aún podía usar a su nieta como una trampa de miel para atrapar a Yuki.
Y mirando nuevamente a Yuki, Okina asistió satisfecho, con su elegancia y apariencia, adoptarlo como su nieto, no era mala idea.
La segunda, era por supuesto los genes de Yuki, Okina al igual que todos los demas paises, codiciaban sus genes, Okina tuvo un pensamiento, que Yuki era el resultado de un experimento, al ser Yuki un hombre, podia dejar sus semillas a varias mujeres, para que la siguiente generación pudiera tener tanto su fuerza, como su poder.
No sabia porque Gai, pudo obtener a Yuki, pero eso no importaba, lo que le importaba a Okina era que su familia sea más fuerte, y que mejor, que su nieta lleve a la siguiente generación al máximo explendor.
Y al ver a su nieta, no parecía quejarse de estar en compañia de Yuki, por lo que casarse era aún más factible.
"Me temo que no puedo prometer eso, señor Okina"
Con una mano en su cabeza, Gai suspiro con cansancio.
Después de todo, Yuki tenía a Inori y Tsugumi, como sus novias y sinceramente, Gai no deseaba meterse en la vida personal de Yuki.
No habia beneficio, solo problemas.
"¿Puedo saber porque?"
Aún sin rendirse, Okina esperaba esta respuesta, despues de todo el sabia lo valioso que era Yuki, así que la respuesta negativa de Gai estaba dentro de sus cálculos, e incluso le dio más confianza en su decisión, después de todo si se negaba, eso significaba que Gai aún no tiene control completo sobre Yuki, mientras que si era una respuesta positiva, entonces Gai escondía algo.
"Señor Okina, no me gusta meterme en la vida personal de mi gente, por lo que no puedo tomar una decisión, por esto"
"Entiendo"
Asistiendo con la cabeza, Okina estaba muy satisfecho con esta respuesta.
"Eso quiere decir, que no intervendrá si mi nieta y su excelencia deciden progresar en su relación ¿correcto?"
"Es correcto"
Con una sonrisa amarga en su rostro Gai, sabia a donde se dirigía todo esto.
"Hahaha, bien, muy bien, entonces acepto tus términos Gai Tsutsugami"
Riéndose fuertemente, los ojos de Okina brillaron, con un enorme pastel frente a sus ojos, seria una lastima si Okina lo dejaba escapar.
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"Hola hermana mayor... Dime, ¿te gustan los armadillos?"
Mirando de reojo a Gai, que ahora se dirigía hacia Okina, Yuki le sonrió a Arisa.
A Yuki no le interesaba, los negocios que tenía Gai con Okina.
Tampoco le interesaba si habia una especie de trato, usándolo a él como puente.
El prefirió bailar con esta hermosa chica, que hablar con un anciano, así que tomando fuertemente de la cintura de Arisa, Yuki le pregunto con una mirada inocente en su rostro.
Mirando a Yuki, el cuerpo de Arisa tembló, sus palabras hicieron que algo dentro de ella comenzara a temblar, después de todo, los ojos de Yuki, parecían ver a través de ella.
"No... No me gustan"
Recuperando levemente el control, Arisa respondió de manera casual.
"¿Es así? Que lastima, a mi me gustan los armadillos, hermana mayor"
Inclinando levemente su cabeza, Yuki movió su cuerpo, la canción estaba sonando y Yuki no quería quedarse parados como idiotas, también existía el riesgo que Arisa, huyera si no bailara.
"Sabes hermana mayor... Los armadillos son extraordinarios"
Sin apartar la mirada de Arisa, Yuki atrajo más el cuerpo de Arisa al suyo.
"Tienen un duro caparazón, con el cual se protegen de sus cazadores, quienes desean comer de ellos, nunca pelean, solo se protegen con su duro caparazón, eso en parte también los hacen... Unos cobardes"
El cuerpo de Arisa se puso rígido, ella entrecerró lo ojos y miro con enojo al niño que bailaba con ella.
"¡Tu!"
"Pero eso está bien, los humanos son egoístas y todos tenemos algo que debemos proteger, después de todo debajo de ese caparazón, se esconde algo muy hermoso... ¿No es así? Hermana mayor"
Sin importarle, la mirada de Arisa, Yuki recostó su cabeza en pecho suavemente, Yuki ahora estaba muy satisfecho con su estatura, al ser aún un niño al inicio de su adolescencia, su estatura era pequeña, lo suficiente para que Arisa sea más alta que él por una cabeza.
Arisa no sabia que decir, ella nunca conoció a alguien como el niño frente a ella, los ojos de este niño, era como si la estuviera viendo desnuda, algo que nunca antes habia experimentado, era sensación muy extraña, pero ella no lo odiaba, sino que ahora estaba comenzando a disfrutar de su conversación.
Este niño, también sabía algo que otros no sabían, Arisa al ser la nieta de Okina Kuhouin, tenía que estar siempre en guardia ante los fraudes o aquellos que intentaran aprovecharse de ella y su fortuna.
Por lo que ella a través de los años, se protegió a si misma con un caparazón, siempre la estricta, la de calificaciones casi perfectas, sobresaliente en el deporte, ella hacía todo esto, para poner una fachada, de ser siempre la Arisa perfecta, digna de ser la nieta de Okina Kuhouin, pero debido a esto, descuido algo muy importante, olvido realmente quien era Arisa Kuhouin.
"Hermana mayor, tienes un corazón muy hermoso, ¿es esto lo que tu caparazón protege?"
Levantando la cabeza, Yuki toma una mano de Arisa y con un pequeño esfuerzo hizo girar su cuerpo, atrapando de nuevo en sus brazos, al ritmo de la música.
"Hermana mayor, tu eres un armadillo"
Mirándose fijamente, las mejillas de Arisa se sonrojaron, mientras que Yuki sonrió.
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Nota Autor: Uff ya me estoy acercando al capitulo 100
Ya casi