BROMISTAS

En el reloj había muchas manecillas con fotos de cada uno de los miembros de la familia Weasley, era un reloj extraño no daba la hora, en vez de números había palabras, la foto del señor Weasley se encontraba dirigida hacia una que decía, trabajo

-Está en el trabajo – respondió Ginny con su voz de campana muy hermosa característica de ella

Me quede viendo el reloj por mucho tiempo, Ginny parecía verlo también, aunque no parecía entender el porqué de mi curiosidad

No fue hasta que la Señora Weasley pareció calmarse completamente que al fin perdí un poco del interés en tal reloj y entre completamente a la casa

Era hermosa, no en el sentido estético, las cosas eran de segunda mano, pero desprendían un aura encantadora, los muebles, algunos estaban rotos, los libros igual, no era bonito de ver, pero por alguna razón, transmitían una calidez, que nunca en mi vida había sentido, como si fuera un castillo encantado, llena de cosas misteriosas, pero … Hermosas

El primer espacio que pude ver en su totalidad fue la cocina y el comedor, no era lujoso, mucho menos elegante, era simple una mesa que impresionaba no por su esplendor, sino por su robustez, y su longitud, había muchos asientos, que no me moleste en contar

Estaba tan impresionado por la casa, que no me di cuenta cuando los dos gemelos se acercaron hacia mí y empezaron a tocar mis cuernos con sus manos

-Estás viendo esto Fred – dijo uno – si George, cuanto crees que nos den por estos – ellos decían eso con risas siniestras saliendo de sus bocas

La señora Weasley les dirigió una mirada, que hasta mí me erizo la espalda

Por su parte Ginny quien era más baja que ellos al igual que yo tenía la misma mirada que su madre

-HAHAHAH solo estábamos bromeando – dijeron a coro ambos gemelos

Algo incomodos por las miradas

-Así que eres tú el que aparecía en el periódico, eh, eres mucho más guapo de lo que pude ver en la foto, hahahaha – ambos decían, pero no sabría decir cuál es cual, eran idénticos

Su voz también era idéntica, parecían continuar las frases del otro de una manera irreconocible

-Hola me llamo Arcturus, un placer – extendí mi mano

Pero al parecer ni uno de ellos estaba preparado para tal saludo

Y se echaron a reír inmediatamente después

-Oye, oye no seas tan formal, hahahaha – no parecían nada adoloridos por la golpiza de su madre

Aunque de vez en ratos miraban a Ginny, quien tenía sus manos unidas a las mías

Parecían querer decir algo, pero los ojos de Ginny seguía con ellos, mirándolos con ojos helados

Como una fiera viendo a su presa

Poco después entre risas se alejaron, tal vez para planear su siguiente broma o una venganza, nadie nunca lo sabrá