En algunas ocasiones
Yo estaba fuera entrenando y Ginny se quedaba sola en la casa
Kreacher no era muy hablador, pero Mimir sí que lo era y le contaba historias maravillosas a Ginny que hasta para mí, eran muy interesantes
- Oh mi hermosa niña hoy te contare la historia de Tyr el dios Aesir de la guerra
- Un dios de la guerra Mimir – decía con extrañeza Ginny
- Sí, pero todos lo amaban
incluidos los gigantes
pese a ser un dios Aesir, Tyr comprendió que de un gran poder viene una gran elección
Siendo un dios puedes centrarte en tus propios objetivos, como la mayoría de dioses o puedes poner tu divinidad al servicio de los demás
Tal y como hizo Tyr
- ¿La gente lo amaba? - dijo Ginny con un toque de sorpresa en su rostro
- Si, un dios de la guerra
pero uno que lucho por la paz
Tenía fama de ser heroico y honesto
Usaba su poder y conocimiento para detener guerras, en lugar de iniciarlas
- ¿Entonces también hay dioses buenos? – pregunto Ginny extrañada, obviamente pensando en el odioso Thor
- Si, una vez cada luna si
En las proyecciones de Mimir se observaba a un gigante hombre con una ruda cabellera y brazos fuertes, aunque de mirada gentil
- Esos son lugares que nunca vi Mimir ¿qué son? – dijo Ginny viendo como los paisajes cambiaban de los fríos pisos de Asgard a la arena del desierto egipcio
- Tyr creía que la mente y no el poder eran la clave para prevenir la guerra y el caos
Y también sabía que visitar otras culturas le daría la perspectiva que no obtendría quedándose en un solo lugar
Mientras que Odín acaparaba el conocimiento, guardándolo celosamente
Tyr era abierto y compartía su sabiduría
Los mortales lo adoraban por esto
Y le mostraban su afecto con regalos en todo el mundo