---------------------------------------------------------------------------------------------------
Querido Diario:
Muchas personas sueñan con cosas sin sentido, otros tienen pesadillas y los suertudos simplemente no se recuerdan de nada, si es que soñaron algo. Pero conmigo es diferente desde pequeña he tenido sueños con la misma persona, lo raro es que es como si yo fuera un fantasma puedo ver y escuchar todo lo que hace, pero siempre me da curiosidad si realmente existe o quizás, solo quizás, me estoy volviendo loca.
Es raro cómo funciona, al despertar hay veces que solo recuerdo lo último que he estado haciendo durante el sueño mientras otras veces simplemente no lo recuerdo.
Y lo peor de todo esto es que lo siento tan cercano como si fuera una conexión la cual no podría ser capaz de describir, solamente sé que cada vez me siento más atraída por él, pero lo que realmente no sé es qué cosa es peor, el poder estar cerca de él a cada rato y no poder hablarle, ni tocarlo, ni nada o el hecho de que pueda no existir la persona por la que te sientes atraída.
---------------------------------------------------------------------------------------------------
-Skye!!!! Estas despiertas u otra vez estas soñando despierta- me gritó Amil desde la otra mesa
-Puedes dejar de soñar despierta y ayudarme.
-Lo pensaré -le grite, mientras me mandaba una mirada asesina.
-Ya voy, uno ya no puede escribir en su diario tranquilamente -digo mientras ayudo a llevar las cajas que tenía a la parte de arriba del restaurante.
-Podrías hacerlo en mmm, no sé, en tu casa!!!.
Amil es muy hermosa alta, de pelo negro liso y con una linda actitud aunque sea con los patanes que vienen a este restaurante, ella es mi prima y con mi tía trabajamos en este restaurante, nosotras tratamos de pasárnosla bien, digo cuando tienes tanto que ocultar.
Al bajar de dejar las cajas me doy cuenta venían entrando los hombres rata (Así les llamamos a los tipos que son trabajadores del rey), gritando y riendo
-¡Hey! - dijo un viejo rata - sirvan las bebidas.
-muy bien Cariño- dijo una de las meseras, Andrea para ser exacta.
En eso vi que venía corriendo para donde yo estaba mi prima Amil, me agarró del brazo algo duro. – Oye eso duele Amil.
-No lo tendría que hacer si pudieras controlarte, sabes muy bien a que me refiero -dijo en modo gracioso.
-Que!!! Yo no hice nada Amil, -sonreí.
-Si solamente salir con un sartén caliente, e ir directo a pegarles la última vez no fue nada.
-Fue un reflejo, me dan asco estos tipos- llevo mi dedo a mi boca y hago una cara de vomito.
-A todos Skye pero ellos tienen armas y tú un sartén.
-Sabes que tengo más que eso.
-Sí pero tú le haces algo y aquí nos cuelgan a todas, y créeme esa no es la solución –dijo muy seriamente.
Y entonces veo que Andrea lleva un azafate con unas bebidas, -me ayudan tengo que llevar ese azafate de comida también.
-Claro yo te ayudo –dice Amil colocándose el azafate en el hombro como toda una profesional, - y mientras tanto tú quédate aquí.
-Mientras tanto tú quédate aquí- hago una mueca.
Mientras limpio el mostrador, puedo observar que Andrea empieza a servir las bebidas, y Amil la comida.
-Amil cada vez estás más guapa –dice un hombre rata.
-Lo sé recuerdo cuando era todavía una niña, pero quién diría que lograría tener – dice mientras eleva sus manos frente al pecho -tan buenos atributos.
-No solo eso también tiene buena personalidad –mientras que este pone su mano en el trasero de Amil
-Disculpe señor podría alejar su mano de mi trasero.
-Lo siento, Amil solo te estamos admirando – dice el idiota.
-No lo sientas, quien lo sentirá es él. –digo tan enojada que podía sentir el calor recorrer por mi cara.
-Y tú todavía sigues aquí, pensé que te habían despedido, ¡vieja loca!.
Entonces lo veo y lo tengo en mi mano –Fíjate que no, me dejaron para que pudiera hacer esto. –y le tiró una taza de agua hirviendo. Él empieza a gritar de dolor.
-¡Skye que hiciste! – me reprende Amil.
Todos en la mesa se levantan, y sin que pueda defenderme siento el tremendo puñetazo que el hombre me da, lo cual hace que caiga cerca de la mesa, si este tipo quería ver como yo miraba estrellas, créanme el ingrato lo logró.
En ese momento unos brazos me ayudan a levantarme, y para mi sorpresa es Connor, él es mi amigo de la infancia, un tipo reservado, con cabello negro y ojos grises como si vieras las nubes antes de una tormenta, o un tremendo puñetazo.
-Gracias - le digo
-No puedo dejarte ni un momento sola, que ya te estás metiendo en problemas bebe. -dice sonriendo.
Si probablemente es reservado pero con toda la demás gente ya que con nosotros, en especial conmigo es un don juan el cual cree que estoy perdidamente enamorada de él.
-Siempre de tan buen humor. - Al voltear a ver, veo que Connor no venía solo, sino acompañado de Frederick y de su padre el cual es el alguacil.
-Que sucede -dice el alguacil
-Nada, solamente esta chica loca! -dice señalándome el hombre rata
Le hago una expresión como si fuera a morderle.
-Sucedió algo Amil -Pregunta Frederick preocupado por ella, y como no, si son novios desde hace años.
-No sucedió nada.-Mientras ella sonríe.
-Deberían irse -dice el alguacil, viendo fijamente a todos los hombres rata.