Capitulo XIX-6

Entonces me siento.

- Hola Alex y hola yo, me gustaría hablar con ustedes. Llevo casi un año y 4 meses desde que estoy aquí, agradezco que me dieran una nueva oportunidad en especial el de darme una hermosa familia la cual puedo proteger. Pero lamentablemente no pude hacerlo, porque no tenía como- les digo a ambos- pero ahora es distinto, quizá no fue el mejor método para usar, pero me di cuenta de que mi hechicería solo me permite hacer pactos y aumentar mi vida, no puedo hacer nada fuera de eso, hasta para recolectar éter soy malo. Tuve que entregar la mitad de mi vida para obtener algo que me permitiera proteger a las niñas en un futuro, quizá fue estúpido, pero no quiero depender de mis pactos, sé que ahora les puedo entregar el éter que sea posible. Aunque me estoy desviando de lo importante- algo apenado me pongo de rodillas- ¡me gustaría que me dieran su permiso para salir con alguien más, en especial tu Alex! Parece ridículo lo que hago, pero me gusta contarle todo lo que hago a ellos dos, siempre lo hago cuando puedo- no soy el mejor hombre que existe, pero ahora.. ahora me gusta alguien más, no sé si tu Alex te molestes por hacer esto aun sabiendo que nunca te dejare de amar y siempre serás mi primer amor, es solo que… ella me gusta demasiado.

Me gustaría obtener una respuesta, pero sé que nunca la voy a obtener.

Alex siempre me decía que si quería saber su respuesta que mirara las estrellas. Siempre que vea una estrella fugaz es un sí de ella. Ahora el cielo está cubierto, así que es imposible saber.

- Solo quería contarles esto, las niñas parecen aceptarlo a medias, si ellas no están felices con eso juro que me detendré y jamás volveré a intentar amar a alguien.

Algo me golpea en la cabeza.

Una rama me golpeo haciendo que me desmaye.

- ¡Despierta tonto!

Me levanto asustado.

Estaba lleno de baba en el rostro.

Alguien saca un pañuelo y me limpia.

- Deberías de dejar estudiar hasta desfallecer- exclama preocupada la persona.

Era Alex.

- Hola Alex.

- ¡Nada de holas! - me grita- ¿y bien que me querías decir?

- ¡Si! ¿Cómo vas con los exámenes?

- No es eso lo que quieres preguntarme.

- ¿A qué te refieres?

Ella cierra su chaqueta, estaba haciendo demasiado frio, yo hago lo mismo.

- No te hagas el tonto. Preguntaste que si te gustara alguien cuando yo no estuviera, ¿crees que me pondría furiosa?

- Bueno.. no lo sé, a la única que amo es a ti.

- ¡Mentiroso! - me señala furiosa- ella te gusta ¿cierto?

- ¿Quién? - en verdad no entiendo que pasa, ¿no se supone que estamos en la universidad? ¿Por qué me pregunta eso? - ¿de quién hablas no entiendo nada?

- ¡Enserio! - ella se cruza de brazos, luego mira hacia otro lado- me preguntaste si te dejaría salir con esa chica llamada Liara.

- Lia..liara ¡Liara! ¿en dónde estoy?

- En tu cabeza, bueno todo esto es un sueño, solo quiero decirte algo nuevamente- Alex se me acerca- ¿te gusta? O ¿No te gusta?

Desvió la mirada. No puedo decirle a mi esposa que me gusta otra mujer.

- Augusto….

No le voy a decir, sería el colmo.

- Sabes bien que ya no estoy aquí, sé que me amas y nunca vas a dejar de hacerlo- ella se sienta a mi lado- nunca me gusto verte triste, tu sonrisa fue una de las cosas que me atrajo de ti, son muchas las cosas que jamás te dije, pero ahora estas enamorado nuevamente y eso no me parece malo, pero si estoy celosa, después de todo no me gustaría compartirte con alguien más.

- Me pregunto cómo fue que te enamoraste de mi- le digo mientras la miro a los ojos.

- Quien sabe, quizá esa chica sienta lo mismo que yo siento por ti.

- ¿Qué cosa?

Ella se ríe.

- Sigues siendo el mismo de siempre, nunca notas nada…

- No entiendo.

- Solo espero una cosa y esa es que no te rompa el corazón- ella se acurruca contra mi hombro izquierdo- ¿y qué piensa ######?

- Se puso furiosa.

- Esa niña no va a cambiar nunca, es demasiado celosa contigo.

- No es solo ella- respondo riendo.

Alex me da un puño en el brazo.

- Tonto- exclama Alex molesta.

- ¡No hablaba de ti! - le digo mientras me sobo el brazo.

- ¿Entonces de quien hablas? - pregunta mientras hace pucheros.

- De….

Cuando volví en si habían pasado cerca de unos 10 minutos.

Me sobo la cabeza, una pesada rama se había caído.

¿Qué sucedió?

Regresamos a casa y me siento raro.

Ese sueño con Alex fue demasiado raro.

Mi mente está hecha estragos, sigo soñando con mi difunta esposa (lo cual no me parece mal) pero es solo un ¿fragmento? De mis recuerdos con ella, ya que después de todo ¿Cómo sabría lo que vivo ahora? ¿Esa Alex es la Alex que yo conozco?

Realmente estoy mal de la cabeza.

Viernes en la tarde.

Le dije a Vish que hoy no podría acompañarla ya que tenía algo importante que hacer.

- ¿Y a este que le pasa? Se pregunta Vish- es raro que no tenga ganas de trabajar.

Vish mira a Alpha. Ella niega con la cabeza.

- No tengo ni idea.

En verdad ella no tenía idea. Últimamente le era imposible leer la mente o sentimientos de su amo.

Mis dos amigos me esperaban.

K´vool me ayudo a elegir lo mejor que podía comprar, mi forma de hablar e incluso de caminar, mientras que Enrs me ayudo con los chocolates caseros y la flor, escribí un poema y se los leía a ambos varias veces, los dos me dieron su aprobación.

- Ya te lo sabes de memoria- me pregunta K´vool ayudándome con la corbata.

- ¡Si! ¡siii..si me lo sé de memoria!- le digo mientras empiezo a temblar y sudar.

Enrs me pasa un pañuelo.

- Intenta no sudar tanto, relájate y ten confianza en ti.

- Lo..loo se.

- ¿Ya usaste el perfume?

- No..no..no.

Enrs busca en mi mesa de noche y lo saca.

K´vool lo huele y lo aprueba, entonces lo uso.

- Creo que estas listo muchacho, ahora todo depende de ti.

Tomo la flor, los chocolates caseros los cuales están en una caja roja decorada, doy una última mirada al espejo, me arreglo el cabello y salgo.

Preparado y sabiendo que la señorita de las flores estaba en su casa me dirijo a pedirle una cita.

Solo para estrellarme contra la realidad.

La vi bajarse del lujoso carruaje el cual siempre la recoge, unos sujetos bien vestidos le dejan regalos en su casa. Frente a esos tipos yo parecía un vagabundo. Eso no es lo único, un sujeto que por alguna razón que desconozco veo borroso, por un momento vi una larga cola con una punta y patas de carnero junto a unos cuernos, pero luego vi a un sujeto extremadamente guapo quien le besa la mano a Liara, para luego buscar en su bolsillo una caja la cual contiene un anillo, el cual le coloca a Liara en el dedo.

La verdad es así.

No puedes esperar que una mujer tan elegante, alegre, sarcástica y sincera se fije en un tipo como yo.

Un viudo con tres hijas y un trabajo sencillo.

Decepcionado, abatido miro mis humildes regalos, unos chocolates caseros no pueden competir con un anillo de compromiso, una flor sacada de una montaña no es rival contra esos lujosos regalos. Tampoco un poema sirve de nada contra eso.

Tal vez esto no es para mi.

Lo único que puedo hacer es darme cuenta de la realidad decido irme al parque y esperar un tiempo para luego volver a casa derrotado.