Bast no me habla desde que empecé a salir con Liara.
No se trata realmente de que ella no me quiera hablar, solo que cuando estoy con Liara las dos…
- ¡Amo,amo! Mire- señala Alpha.
Era Tera.
Estaba afuera cruzada de brazos con una mirada perdida en el horizonte. Llevaba puesta una toga oscura y un birrete académico.
La milenaria diosa detecta a su maestro y lo que considera su pequeña y tonta hermana/mascota.
- Buenas tardes, maestro y mocosa- dice ella.
- ¡Llámame por mi nombre! - reclama Alpha.
- No se me da la gana niña.
- ¿Estabas en una conferencia? -Le interfiero antes de que las dos se pongan a discutir.
- Si maestro, pero ahora quiero tomar un poco de aire, hablar del pasado me pone melancólica.
- ¿Tu padre? - pregunta Alpha dando en el clavo.
- Exacto mocosa, recordar a mi padre y los otros hechiceros que conocí alguna vez, es algo que aún me carcome, el saber que no pude salvar a ninguno de ellos me molesta-dice ella mientras aprieta los puños.
Me acerco y le doy un abrazo a mi pacto principal.
- Animo Tera, ahora nos tienes a nosotros, somo una familia.
- ¡Sheeee! El amo tiene razón, ahora somos una familia anciana, aunque el amo no quiera hacerlo con nosotras y tu no me dejes comer personas te sigo considerando mi hermana mayor.
- ¡¿Comer que?!
Tera le da un golpe en la cabeza a Alpha.
- No es nada maestro, solo que la mocosa estúpida le gusta inventar cosas ¿verdad?
Alpha se sobaba la cabeza.
- Si…. Responde mientras llora.
Tera me da un beso en la mejilla.
- Gracias por animarme maestro, desgraciadamente no puedo besarlo en los labios ahora- exclama ella limpiándose una lagrima.
- Que graciosa.
- Como sea maestro, ¿a qué vienen al gremio?
- Venimos a verte y también el amo necesita hablar con quién le quito la virginidad en este mundo- señala Alpha.
- Tu elección de palabras es peor cada día Alpha- le reclamo.
Se ríe descaradamente mostrando sus colmillos.
- Aproveche maestro, en este momento ella está libre, si necesita consultarla en temas legales es el momento.
- Vale, entonces vamos Alpha.
- De hecho, maestro, necesito a la mocosa conmigo. Tengo que hablar algo personal con ella.
- Está bien…
Cuando Augusto se va Alpha dice.
- ¿No me vas a matar esta noche?
- Posiblemente si te mate.
- Me gustaría ser un looney tune para que no doliera.
Me adentro en el gremio.
- ¿Por qué le dijiste eso al amo? -Pregunta Alpha mordiéndose un dedo, Tera le da una palmada en la mano.
- Porque el maestro debe hacer ese tipo de cosas solo. Además, Bast ha estado llorando en mi oficina y me rompe el corazón verla así.
- ¿Creí que los dioses no tenían sentimientos?
- Cuando vives con humanos durante tanto tiempo algo se te pega, ¿acaso no tienes sentimientos?
- ¡Si!, odio y amor. No necesito más.
- Demasiado simple, pero viendo que antes eras un perro pues…
El ambiente en el gremio era tenso. Casi sentía las miradas inquisidoras apuñalándome por todo el cuerpo, intento saludar, pero muchos desvían la mirada ¿Por qué lo hacen? ¿Qué hice de malo?
Un joven semihumano felino se ríe, luego me obstruye el paso.
- ¿Entonces eres tú? - el joven semihumano felino es un aventurero que una vez vi, mientras se me acerca rascándose la barbilla me mira como si fuera una especie de herbívoro.
- ¿Soy quién? Pregunto sin comprender.
- Si eres el deberí..- Bast sale de su oficina y le cubre la boca al joven.
- Ya cállate, hermano, eres muy hablador cuando no está papá Seth.
El joven se zafa de su hermana mayor.
- Mira quien habla- el joven se arregla su traje- como sea, te espero en casa de mi hermana mayor Vish, no faltes.
Bast suspira molesta, por razones que desconozco tiene los ojos hinchados.
- Hola Bast, ¿estás bien? - pregunto.
- Si estoy bien- responde triste Bast, por alguna razón tenía los ojos hincados, además llevaba un pañuelo en una de sus manos.
Se ve demasiado recaída, quizá perdió algo que quería mucho. Es mejor que no la moleste.
- Si te parece bien nos vemos otro día, veo que no te encuentras bien y prefiero no molestarte.
- ¡Espera! - Bast me toma de la mano, pero luego la quita rápidamente- si viniste hasta aquí es porque necesitas algo ¿cierto?
- Ayuda legal de la mejor abogada que conozco (Tera siempre dice eso)- respondo sonriendo.
Bast se relaja un poco.
- Gracias por el cumplido, por favor hablemos en mi oficina.
- Vale.
Pasamos a su oficina.
Tan ordenada como siempre.
- ¿Cómo te ha ido Bast? Te noto triste.
- No es nada, solo que perdí algo que quería por tonta. Intento recuperarme de ello, pero alguien siempre me lo cuerda cada vez que puede.
- Lo lamento, espero que puedas recuperar lo que perdiste.
- Lo dudo, ahora lo tiene alguien más y esa persona lo quiere demasiado como para dejarlo ir.
Entonces alguien le quito alguna mascota.
- Se escucha muy mal- digo, lo que hace que ella sonría- animo Bast recuerda que las cosas siempre pueden cambiar.
- No me doy esperanzas- responde ella con tristeza- ¿y bien cuál es tu consulta?
Le comento a Bast sobre lo del libro. Me alegra saber que es la misma de siempre.
- Entiendo- responde ella cambiando de actitud- eso es sencillo ¿pero? ¿cómo sabemos si será un éxito o un fracaso? El gremio no invierte en cosas a menos que den beneficios.
- Bueno realmente no lo sé- respondo rascándome la mejilla avergonzado- pero no dudo que pueda vender bien ya que contiene recetas que aquí nadie conoce.
- Entiendo, es un libro de cocina con todas tus recetas ¿cierto? - Bast gira su sillón reclinable- quizá sea un proceso largo, pero como a papá Garts le ha ido tan bien desde que tú y Alpha trabajan allí entonces las cosas se agilicen, ¿tienes una copia? - pregunta ella- necesitamos leer el material antes que cualquier cosa.
Niego con la cabeza.
- Bosco está retocándolo - respondo. Sabía que esto sería largo, si tenemos suerte quizá en 2 o 3 meses pueda salir a la luz el libro, pero mientras voy a preguntar lo más importante de todo.
- Entiendo, eso no nos da confianza, necesitamos ver el manuscrito si es que queremos invertir- comenta ella seria.
- De acuerdo- respondo con desaire.
- ¿Solo necesitabas eso? - pregunta Bast dubitativa.
- ¿Puedes ayudarme a recuperar a mis hijas?
- Es posible, pero escucha Augusto, lo que te voy a decir como abogada no va a sonar muy bien, pero es necesario, ¿quieres escuchar?
- Si.
- ¿Cómo sé que son tus hijas? ¿Tienes algún documento que pruebe ello, pruebas de ADN, actas de nacimiento, firmas de la notaría donde ellas fueron registradas? Si no tienes nada de eso es igual a nada y solo seria una perdida de tiempo.
Ella nota mi malestar. No tengo ninguno de esos documentos.
- No, todo lo tiene su tía y los que yo tenía se quemaron en mi antigua casa.
- Comprendo- Bast hace la pose clásica de Ikari Gendo de Evangelion- esos documentos se pueden conseguir, tengo algunos contactos en la capital que me pueden ayudar con ello. Pero me gustaría saber quién es la tía de ellas.
- Esto te va a sorprender- le digo- la tía de las niñas es Velvet.
Bast se cruza de brazos seria. Pensé que se sorprendería, pero de hecho parece animada.
- Interesante, ¿me estás diciendo que tus hijas son sobrinas de la bruja Velvet?
- Correcto.
- Ya veo, pero ya lo había notado hace un tiempo, es muy claro el parecido de tu hija mayor a la general Velvet es increíble. - Bast golpetea con uno de sus dedos la madera de su puesto, luego pregunta- por cierto ¿a ella siempre la acompaña una bruja que usa anteojos?
- Si, creo que se llama Verónica, la acompaña a todas partes.
Bast muestra una sonrisa triunfante.
La semihumana toma una tasita que tenia a su lado izquierdo, se levanta de su puesto y va a una especie de cafetera, rellena la tasita entonces le da un sorbo. También me ofrece una la cual recibo con gusto, ella suelta una risita picara.
- Hace mucho no compito contra alguien de mi calibre- exclama ella- dalo por hecho- busca en los cajones de su escritorio, escribe algo y me lo entrega.
- ¿Qué es? Pregunto.
- Mis honorarios- comenta ella, luego me mira a los ojos, su rostro está lleno de confianza- no trabajo gratis y este caso es grande así que.
Santa madre esto es jodidamente caro.
Gracias al cielo que K´vool vendió todo y me gane una cantidad absurda de dinero.
- ¿Pago ahora o después?
- La mitad ahora y luego la otra cuando terminemos, ¿te parece?
- Me parece bien, no dudo en tus habilidades.
Bast sonríe.
- No me esperaba que me fueras a consultar.
- Bueno, eres mi amiga y te considero especial.
La joven semihumana se sonroja. Ella quería preguntarle sobre ¿especial en qué sentido? Pero prefirió no hacerlo, seria incómodo para los dos la pregunta que se le venía a la mente.
- Te agradezco la confianza que depositas en mí. Solo déjame el trabajo y recuperare a tus hijas. Mañana mismo le escribo a un compañero para conseguir los documentos y puedas leer a lo que te enfrentas.
- ¿Enserio puedes hacer eso?
- Si, hice muchos contactos en la capital y mi trabajo en el gremio me permite conocer personas de altos cargos, dejando eso de lado- Bast no quiere preguntar, pero la curiosidad que siente le gana- que has hecho estas dos últimas semanas.
- Bueno, he salido con Liara, también el trabajo, y he aprendido a hacer diferentes cosas.
- Entiendo- escucho lo que no quería escuchar- que bueno que te está yendo bien.
- Gracias Bast, estaré pasando seguido, necesito saber todo- le digo.
- Aquí te esperare.
Me despido de ella emocionado al saber que tengo posibilidades de recuperar a mis hijas.
Bast recuperaría su sonrisa de poco a poco mientras ayuda a la persona que le gusta. Tal vez no sea su novia, pero puede ser su amiga cercana. De igual forma las cosas siempre pueden cambiar.