Interludio II

La última parte fue olvidada involuntariamente por Liara.

Porque tengo ese sueño recurrente….

¿Qué significa aquello? ¿Quiénes son? ¿Qué son para mí?

Despierto con lágrimas en los ojos, lo cual me parece ridículo. Me limpio el rostro y dejo de pensar en esas cosas, ¿Por qué tengo ese ridículo sueño?

Por acto reflejo me toco el estómago.

- ¿Por qué me pasa esto? - me pregunto a mí misma.

Entonces empiezo a sentir nauseas.

Para luego tener que ir al baño a vomitar.

Ese problema se está convirtiendo en una constante.

Las mañanas de la capital del norte son jodidamente frías.

Me pregunto que estará haciendo mi cariño, pienso mientras bebo té, no es tan bueno como el que hace el, pero no hay más.

Me gustaría estar con el ahora bebiendo chocolate en una mañana lluviosa o sentados viendo las estrellas desde el ático.

Unos pequeños apuntes sobre la región norte imperial y es que es un puto bloque de hielo, ¡enserio no entiendo porque a los humanos y elfos les encanta esta región! Quizá se deba a que la mayor parte de industria y academias se encuentran aquí o en centro, la región sur es más turística y rural.

Lo he pensado un poco y creo que me voy unos días con mi cariño a la capital del sur, quiero disfrutar del calor y la playa.

Saliéndome de mis sueños, la capital del norte es enorme en comparación con la del centro y la del sur esta es 2 veces más grande que la del centro y 4 veces la del sur, tecnológicamente a la par con la central y mejor que la del sur, al estar rodeada de montañas no se preocupan "mucho por las defensas" según dicen, pero igual.

Posee 3 escudos antimagia diseñados por la gobernadora "la bruja primordial de la tierra" cada reactor mágico se auto sustenta gracias a que son rodeados por un denso bosque sembrado solo con ese propósito, aunque también sirven como atractivo turístico, no solo eso también se encuentra cerca de múltiples fuentes hídricas las cuales mantienen casi todo el año congeladas.

Edificios sumamente altos, calles atestadas de transeúntes ocupados en sus propias cosas, líneas de metro subterráneo repletos de personas, tiendas donde puedes encontrar todo lo que quieras a buen precio, policías en cada esquina y una maldita nevada que no parece terminar nunca. Nieve por aquí, nieve por allá, su arquitectura es muy parecida a la capital central, alguno que otro edificio construido con ladrillo rojo con ventanales enormes, etc.

En cuanto a mi me encontraba sentada en un mueble de un lujoso café donde muchos ricos se reunían para cotillear o hacer negocios, yo simplemente miraba por la ventana mientras seguía cayendo nieve, por suerte llevaba ropa adecuada para soportar este clima, en especial el saco que "tome prestado" de mi cariño.

Mi misión era sencilla. Debía escuchar una conversación de dos sujetos, los cuales tenía frente a la otra mesa, se supone que son miembros del culto, pero últimamente se han puesto muy habladores sobre los planes de los ocultistas y eso debía parar y que mejor que enviar a la mejor asesina para ello. Se supone que yo no quería volver a hacer estas misiones, pero qué diablos una última vez no me hará daño. Después de todo ya casi es el día seleccionado y cuando cumpla mi cometido obtendré lo que he estado buscando.

Aunque, no solo esos sujetos estaban muy habladores.

La sombra que me siguió durante mi infancia también estaba muy conversadora.

- ¿Vas a seguir con esto? Pregunto en voz baja.

Ignorando esa pregunta sigo mirando por la ventana.

- ¿Ese es tu deseo?

Prefiero tomarme el té antes de que seguir escuchando.

- ¿Acaso no eres feliz ahora junto a?

Golpeo la mesa molesta al escuchar eso, lo que hace que la taza sobre la mesa caiga y se rompa.

Las personas giran a dar un pequeño vistazo a mi error, luego siguen con lo suyo, el mesero se acerca como estoy actuando debo hacerme la tonta y disculparme.

Eso atrae la atención de los sujetos ya que se levantan de sus asientos y me ayudan con el desastre. No era lo que esperaba, pero estoy satisfecha, planeaba acercarme a ellos, pero me ahorraron el trabajo.

- ¿Se encuentra bien señorita? - pregunta uno de ellos, un tipo regordete.

- Si..si, gracias por ayudarme- respondo con tono tonto e inocente.

- ¿De dónde es señorita? - pregunta el otro, un tipo alto y delgado.

- S..soy del sur, vengo a probar fortuna en el norte, de hecho- busco en mi bolso unas falsas hojas de vida y se las entrego a los sujetos. De acuerdo con mi falsa hoja de vida yo trabajaba como camarera y tenía 20 años.

Los tipos leen por fiados mis documentos falsos contentos al saber que tienen una presa fácil de atraer.

- ¿Tiene algo que hacer esta noche señorita? - pregunta el gordo mientras me devuelve mis documentos.

- N.n.no.

Los dos sujetos se miran y el gordo dice:

- ¿Qué le parece si le invitamos unas copas esta noche? Quizá la podamos ayudar con su problema.

- ¡Enserio! - respondo fingiendo emoción, me levanto de mi asiento y le doy la mano "agradecida"

- No hay problema señorita- el flaco saca una tarjeta y me la entrega- nos veremos allí a las 8:00 P.M. señorita y no olvide esa tarjeta, porque si ella no puedes pasar.

- ¡Si estaré allí! ¡enserio les agradezco muchísimo!

- No faltes señorita- comenta el otro sujeto sonriendo.

Los dos sujetos se quedan un rato junto a mi coqueteándome, probándome y sonsacándome información básica. Sujetos así son fáciles de leer. Siempre buscan jóvenes a los cuales seducir con promesas para luego utilizarlos en sus rituales, no puedo culparlos ya que nosotros hacemos lo mismo, pero de manera discreta.

No saben lo que les espera.