Capitulo XXIX-1

Las mañanas de la capital del norte son jodidamente frías.

¿Me pregunto que estará haciendo mi cariño? pienso mientras bebo té, no es tan bueno como el que hace el, pero no hay más.

Me gustaría estar con el ahora bebiendo chocolate en una mañana lluviosa o sentados viendo las estrellas desde el ático. Nunca en la vida me había sentido tan alegre. Cuando estoy con el olvido lo que realmente soy.

Unos pequeños apuntes sobre la región norte imperial y es que es un puto bloque de hielo, ¡enserio no entiendo porque a los humanos y elfos les encanta esta región! Quizá se deba a que la mayor parte de industrial y académica se encuentran aquí o en centro y la región sur es más turística o rural.

Lo he pensado un poco y creo que me voy unos días con mi cariño a la capital del sur, quiero disfrutar del calor y la playa.

Saliéndome de mis sueños, la capital del norte es enorme en comparación con la del centro y la del sur esta es 2 veces más grande que la del centro y 4 veces la del sur, tecnológicamente a la par con la central y mejor que la del sur se debe tener en cuenta que toda la flota imperial esta estacionada en la capital del sur ya que es la punta de la lanza frente a posibles ataques de las tres repúblicas u otros enemigos. También ahí una bruja primordial en cada capital por obvias razones, la capital del norte al estar rodeada de montañas defensas naturales no se preocupan mucho por invasiones.

Posee 3 escudos reforzados antimagia y cuando digo antimagia es antimagia, nada puede atravesarlos, para poder desactivarlos (si es que se puede) se debe apagarlos desde adentro, los escudos fueron diseñados por la gobernadora "la bruja primordial de la tierra" la bruja que más tiempo lleva vivendo en el imperio. Cada reactor mágico se auto sustenta gracias a que son rodeados por un denso bosque sembrado solo con ese propósito, aunque también sirven como atractivo turístico. Además, también se encuentra cerca de múltiples fuentes hídricas las cuales mantienen casi todo el año congeladas.

Edificios sumamente altos, calles atestadas de transeúntes ocupados en sus propias cosas, líneas de metro subterráneo repletos de personas, tiendas donde puedes encontrar todo lo que quieras a buen precio, policías en cada esquina y una maldita nevada que no parece terminar nunca. Nieve por aquí, nieve por allá, su arquitectura es muy parecida a la capital central, alguno que otro edificio construido con ladrillo rojo con ventanales enormes, etc.

En cuanto a mí me encontraba sentada en un mueble de un lujoso café donde muchos ricos se reunían para cotillear o hacer negocios, yo simplemente miraba por la ventana mientras seguía cayendo nieve, por suerte llevaba ropa adecuada para soportar este clima, en especial el saco que "tome prestado" de mi cariño.

Mi misión era sencilla. Debía escuchar una conversación de dos sujetos, los cuales tenía frente a la otra mesa, se supone que son miembros del culto, pero últimamente se han puesto muy habladores sobre los planes de los ocultistas y eso debía parar y que mejor que enviar a la mejor asesina para ello. Se supone que yo no quería volver a hacer estas misiones, pero qué diablos una última vez no me hará daño. Después de todo ya casi es el día seleccionado y cuando cumpla mi cometido obtendré lo que he estado buscando.

Aunque, no solo esos sujetos estaban muy habladores.

La sombra que me siguió durante mi infancia también estaba muy conversadora.

- ¿Vas a seguir con esto? Pregunto en voz baja.

Ignorando esa pregunta sigo mirando por la ventana.

- ¿Ese es tu deseo?

Prefiero tomarme el té antes de que seguir escuchando.

- ¿Acaso no eres feliz ahora junto a?

Golpeo la mesa molesta al escuchar eso, lo que hace que la taza sobre la mesa caiga y se rompa.

Las personas giran a dar un pequeño vistazo a mi error, luego siguen con lo suyo, el mesero se acerca como estoy actuando debo hacerme la tonta y disculparme.

Eso atrae la atención de los sujetos ya que se levantan de sus asientos y me ayudan con el desastre. No era lo que esperaba, pero estoy satisfecha, planeaba acercarme a ellos, pero me ahorraron el trabajo.

- ¿Se encuentra bien señorita? - pregunta uno de ellos, un tipo regordete.

- Si..si, gracias por ayudarme- respondo con tono tonto e inocente.

- ¿De dónde es señorita? - pregunta el otro, un tipo alto y delgado.

- S..soy del sur, vengo a probar fortuna en el norte, de hecho- busco en mi bolso unas falsas hojas de vida y se las entrego a los sujetos. De acuerdo con mi falsa hoja de vida yo trabajaba como camarera y tenía 20 años.

Los tipos leen por fiados mis documentos falsos contentos al saber que tienen una presa fácil de atraer.

- ¿Tiene algo que hacer esta noche señorita? - pregunta el gordo mientras me devuelve mis documentos.

- N.n.no.

Los dos sujetos se miran y el gordo dice:

- ¿Qué le parece si le invitamos unas copas esta noche? Quizá la podamos ayudar con su problema.

- ¡Enserio! - respondo fingiendo emoción, me levanto de mi asiento y le doy la mano "agradecida"

- No hay problema señorita- el flaco saca una tarjeta y me la entrega- nos veremos allí a las 8:00 P.M. señorita y no olvide esa tarjeta, porque si ella no puedes pasar.

- ¡Si estaré allí! ¡enserio les agradezco muchísimo!

- No faltes señorita- comenta el otro sujeto sonriendo.

Los dos sujetos se quedan un rato junto a mi coqueteándome, probándome y sonsacándome información básica. Sujetos así son fáciles de leer. Siempre buscan jóvenes a los cuales seducir con promesas para luego utilizarlos en sus rituales, no puedo culparlos ya que nosotros hacemos lo mismo, pero de manera discreta.

No saben lo que les espera.

- ¿Qué es lo que quieres? Pregunta la sombra.

Esa jodida cosa sí que es molesta.

Los sujetos se levantan de la mesa, se despiden de mi persona para luego salir y dirigirse a sitios distintos.

Se me de memoria sus pasos, llevo días siguiéndolos, cosa que es complicada ya que la policía de esta ciudad mantiene los ojos abiertos ante cualquier comportamiento extraño. Esperé media hora antes de salir a dar una vuelta, fui a algunas tiendas para comprar recuerdos para mi cariño y otras cosas para mí. un verdadero asesino estudia a sus objetivos a fondo. Se que rutas toma, que comen, con quien hablan, incluso se los nombres de sus familiares, lo se todo de ellos dos.

Al atardecer me fui a mi lujoso cuarto de hotel a descansar y prepararme para mi trabajo nocturno.

- Quizá una próxima venga con mi cariño a esta ciudad y creo que voy a llevar la ropa interior más sensual que tenga- digo en voz alta mientras guardo algunas cosas- aunque primero el sur, dicen que en estas épocas el mar se ve azul.

- Quizá deberías de dejar de hacer esto antes de que te arrepientas- interviene la sombra.

- ¿Por qué mejor no te vas? - le pregunto molesta.

- Aun estas a tiempo de.

Dejo que hable sola mientras yo sigo con lo mío, lo cual es sacar mi vestido de gala.

Un fino vestido rojo con sensuales comisuras para que se vean mis muslos, tacones altos y un bolso sencillo donde llevo mis herramientas de trabajo.

Utilizo un tinte especial para cambiar el color del cabello y uso algo llamado lentes de contacto para ocultar el color original de mis ojos, cuando estaba en el café espiando a esos sujetos había usado estas cosas para que nadie me reconociera.