Alexandrita creía que tenía razón en todo, pero al estrellarse contra un tipo con un carisma arrollador no supo que hacer, a él y su grupo le importaba un comino si era una bruja, como la ignoraron entonces Alexandrita hizo lo primero que se le vino a la cabeza y fue retar a su líder a un duelo, solo para demostrarle que era mejor que ellos, Augusto estaba reacio al principio, pero luego su mejor amigo le dijo algo al oído, entonces acepto y la derroto antes de que pudiera siquiera invocar algo.
Cuando Alexandrita le pregunto cómo sabía que era una invocadora sin ni siquiera conocerla Augusto respondió:
- Sabíamos que eras la hermana menor de la general Velvet, no somos estúpidos- le dijo mientras tomaba de su cerveza.
- Hijo de- Augusto la detuvo y le dijo.
- La mejor forma de derrotar a una bruja es alterándola, por eso rechazamos tus peticiones constantemente. Fue muy gracioso ver cómo te molestabas continuamente y mejor aún verte morder el polvo múltiples veces contra mi o mi amiga.
- ¡Son unos bastardos! - comento ella irritada.
- No somos unos bastardos, solo te enseñamos una lección- responde Augusto mientras sigue- es decepcionante el saber que la bruja que enfrento a la armada del rey Lich detuvo junto a su hermana y el ejército imperial a las tres repúblicas se comporte como una niña rica que cree que puede hacer lo que quiera.
Alexandrita se levantó de la mesa iracunda.
Dicho humano se la había jugado.
Augusto se quedó allí riéndose mientras seguía tomándose una cerveza.
Les enviaba cartas a sus amigos para saber cómo estaban, algunas veces los visitaba y animaba, luego se iba a viajar.
Entre sus viajes se volvió a encontrar con Alexandrita la cual seguía molesta, aun así, le dijo que si podían hablar. Cosa que el acepto.
Ella le comento que quería ser aventurera y necesitaba a alguien para comenzar una misión, cosa que le pareció ridículo a Augusto ya que esa bruja era la mejor invocadora que había en el imperio, pero como no tenía nada que hacer le siguió el juego.
Aprendió algo importante, una cosa era ser una buena invocadora y guerrera y otra era no sabía pedir las cosas.
Pasado el nacimiento del hermano mayor de Juliana y luego de 6 meses, su mejor amigo le escribió para retomar sus aventuras mientras su esposa descansaba lo suficiente como para volver a la acción. La carta fue respondida y su amigo se llevó una sorpresa al ver que la molesta bruja acompañaba a Augusto, el rostro de la bruja y de su amigo estaban cubiertos de barro, bromeaba con su mejor amigo quien le respondía y de vez en cuando se ganaba una cachetada. Cuando les pregunto qué paso le respondieron que viajaron en la escoba de Alexandrita, pero por andar discutiendo la bruja perdió la concentración y cayeron en un charco embarrándose ambos, aun si los dos estaban sonriendo como niños.
La bruja de pésima actitud ahora era miembro de su grupo, había cambiado completamente, parecía otra persona, así fue como inicio su nueva aventura y también el inicio de una gran amistad, juntos vivieron muchas aventuras hasta que Alexandrita se embarazo y decidieron dejar todo para dedicarse a criar a sus hijos.