Capitulo XXXIX-5

El tiempo regresa a su normalidad sin que nadie fuera de Augusto lo note.

Mientras Augusto se debacle entre la moralidad, la mujer al ver que su "encanto" no funciona en Augusto, decide usar un conjuro ilusorio. Lo que no sabe es que Augusto es inmune a cualquier efecto ilusorio y de otros tipos así que simplemente no le hará nada, pero "Eso" le dejo como un "regalo" de reflejar el conjuro contra su lanzador, quien inmediatamente queda envuelta en su propio conjuro, pero rápidamente sale de su propia pesadilla, cuando vuelve en si a los pocos segundos nota que un líquido caliente y rojizo sale de su pecho, cuando posa su mano sobre ello y ve que es su propia sangre la que está cayendo al suelo lo primero que hace es pensar "¿Por qué?" si nada la había tocado, pero aun así tiene un agujero. Además, ¿solo pasaron máximo 2 segundos? mientras la mujer va perdiendo el color debido a la pérdida de sangre, nota que mientras el hombre intenta hacer reaccionar a "Velvet" la sombra de este parece más un demonio con forma de lobo quien tiene los colmillos cubiertos de sangre, mientras esa sombra deja ver unos ojos rojos llenos de ira, luego la mujer parece escuchar la voz de ese demonio en forma de lobo.

- ¡Si vuelves a acercarte a mi hija te matare de la peor forma posible! – le dice el demonio sombra en forma de lobo.

La mujer se pregunta si está en una ilusión, porque sería ridículo que una sombra le hable o le haga daño, mientras aun está consciente mira a su alrededor y no ve a nadie.

- Cierto…- ella misma había elegido ese lugar, cazo a la pequeña "Velvet". Espero a que estuviera sola, entonces se le apareció de frente sabiendo que la joven aún estaba estremecida por lo de aquel día, entonces uso su "encanto" para dominarla, luego uso un conjuro ilusorio sobre la joven. Tenía planeado llevársela, pero tenía que aparecer ese humano entrometido.

El lobo demonio se desprende del humano mientras se mueve por el suelo sin que la mujer comprenda lo que pasa, entonces el demonio abre sus fauces y muerde la sombra de la mujer, objetivamente su cuello. La mujer siente como los colmillos del demonio atraviesan su piel, mientras la sangre empieza a salir.

- Cambie de idea, voy a matarte ahora mismo- le dice el demonio con odio palpable.

La mujer se pregunta ¿Por qué no me puedo mover?

Ella no lo sabía aún. Pero Tera le había aplicado veneno paralizante por medio de esporas las cuales viajaron por el aire hasta llegar a la mujer.

La mujer para su suerte pierde la conciencia cayendo como un tronco al suelo y liberando a Mackenzie de la ilusión. Lo que hace que Alpha y Tera presten toda su atención a la joven, lo que las hace regresar a sus lugares.

- [Así que inconscientemente te dejaste llevar]-comenta "Eso"- [la hipocresía de los humanos no deja de sorprenderme, cuan más inocente es el humano peor será el resultado…. Pero no debí aceptar dicho trato…. Si sigo tomando todo su ser, me temo que terminare tomándole cariño a cosas que no debería]