Mackenzie Memore, Isabel Castilla, Juliana Severo, Bedivere y Gawein vs los dos de otro mundo-8

- ¿Enserio? ¿eso es todo? - pregunta el de otro mundo burlonamente mientras coloca sus manos en su estomago y empieza a reír- hablan mucho, pero hacen poco.

El humo se dispersa y en un pequeño milisegundo ve que el rostro del hada parece rasgado, casi como si tuviera una mascara de hule, debajo de esa mascara difuminada mente deja ver parte del verdadero rostro del hada, un rostro escamoso e insectoide…

- (qu.equee. que es eso) …- exclama en voz baja el del otro mundo, siento miedo por lo que vio.

- (¿¡Que mierda hacen!? Ya dejen el juego y maten a ese sujeto)- le grita Isabel.

- A sus ordenes majestad- el rostro dañado se regenera y el hada sonríe mientras dice- ¿tienes miedo niño? ¿viste algo que hizo que te orinaras?

- ¡Calla maldito monstruo! - grita ofuscado el de otro mundo- ¡ya no serás parte de mi harem!

Gawain abre sus alas y se eleva quedando justo detrás de su compañera, el hada levanta su dedo índice y medio mientras baja los otros, lo hace con su mano derecha, mientras que con su mano izquierda los junta y levanta, casi haciendo un amague de oración.

- ¿Preparada? - le pregunta Gawain a su compañera.

- Siempre- responde Bedivere.

Isabel estaba ocupada salvando a las personas que estaban escondidas dentro de los edificios con ayuda de sus dos hadas básicas Hist y Gwen, usa su hechicería de tierra para abrir agujeros y literalmente crear túneles por donde hace que entren los civiles, luego los envía a un lugar lejos del desastre.

- ¡Gracias por salvarnos señorita hechicera! - exclama un niño mientras trata de darle un abrazo a Isabel.

- Si,si,si lo que sea, mejor entra- Isabel empuja al niño por el túnel.

- Majestad ¿Por qué hizo eso? - comenta Hist.

- Porque no tengo tiempo para estar riendo y abrazando a la gente- responde Isabel.

Isabel no es apta para el combate de primera línea (según ella), es más del tipo defensa que cualquier otra cosa. Después de todo para eso están sus hadas, ellas combaten por su reina, su hechicería le permite defenderse manipulando la tierra "tierra" es algo general, ya que puede controlar cualquier tipo de mineral existente, luego están sus hadas quienes son las que pelean.

Bedivere mira la hoja de su espada mientras se comunica con su compañera.

- (Su majestad quiere que acabemos con esto rápidamente)- le dice.

- ¿Qué no estabas luchado enserio? - pregunta el de otro mundo mientras levita aburrido, de hecho, se acuesta en medio del aire y bosteza.

Bedivere no responde, lo que si hace es pasar su mano libre sobre la hoja de su espada y empieza a recitar conjuros.

- ¡Solaris! ¡Lux! ¡reflejo! ¡resistencia! ¡absorción! ¡sangrado! ¡velocidad! ¡agilidad! ¡maniobrabilidad! - cada vez que dice algo su espada empieza a brillas, primero amarillo, luego azulada, seguido de rojo y finalmente plateado.

Gawaine hace lo mismo, pero estos conjuros van dirigidos a las dos hadas.

- ¡fuerza! ¡destreza! ¡resistencia! ¡aguante! ¡regeneración! ¡revitalización! ¡refuerzo! ¡agilidad! ¡escudo! ¡X30 ¡- dice Gawaine mientras las envuelve un aura sagrada.

El del otro mundo silva y dice:

- ¿Qué es toda esa chachara que dicen? ¿enserio creen que tienen oportunidad contra mí? Que graciosas.

El del otro mundo se deja de juegos y levanta sus manos creando dos esferas de magia, cuando va a lanzarlas siente que algo caliente se escurre desde sus codos, luego observa en cámara lenta como parte de su brazo cae chorreando sangre. Entonces levanta la vista y ve como la espada de Bedivere se acerca su rostro, pero nuevamente era un señuelo.

- (Monstruo estúpido)- mientras el sujeto piensa eso un haz mágico de luz roza su barbilla, por la mera suerte y sus bendiciones mágicas esquiva lo que seria un golpe mortal no sin antes darse cuenta de que el corte que sufrió no sana instantáneamente. Sin darle tiempo de reaccionar, Bedivere sale por atrás e intenta darle un tajo lateral al de otro mundo, quien alcanza a defenderse creando un escudo mágico el cual se fragmenta, en cuestión de milésimas Bedivere vuelve a dar un tajo con su espada cargada de magia, rompiendo el escudo e hiriendo en un costado a su rival con el mismo resultado que la herida anterior. Además, empieza a sentir dolor, dolor que no había sentido en mucho tiempo ya que su magia le permitía amainar cualquier tipo de daño.