Pude ver cómo las orejas negras de Kuroka estaban caídas, lo cual me indicaba que estaba sufriendo al recordar todo lo que vivió.
Sin dudar yo la abrazé mientras frotaba su espalda poniendo su cabeza en mi pecho.
Orión: "No te preocupes, voy a limpiar tu nombre, haré que te reencuentres con tu hermana y fíjate que te pase nada, aquel que intente hacerte daño.....morirá".
Kuroka: "¿Por qué ir tan lejos por alguien que acabas de conocer, Nya?"
Orión: "Porque eres muy fuerte, puedo sentir que nunca dudaste en proteger a tu hermana".
"Además eres muy tierna y tus ojos y orejas son tan lindos que es imposible no querer protegerte".
Sonreí ante la roja Kuroka quien bajo la cabeza mientras sus orejas se movían de forma muy linda.
Todo estaba tranquilo hasta que escuchamos un sonido proveniente del interior de la cueva.
Kuroka: "¿Que fue eso, Nya?".
Orión: "No estoy seguro, mejor vamos a revisar".
Kuroka asintió y así ambos nos paramos y nos adentramos a explorar la enorme y oscura cueva.
Use un poco de magia de luz para alumbrarnos y así caminamos por unos minutos hasta que llegamos a una enorme camara subterránea, la cual estaba llena de tesoros.
Oro, plata, joyas y muchos objetos invaluables estaban apilados unos sobre otros, pero encima de esas enormes pilas había un dragón.
Kuroka: "Mira Orión nya, ¿Te gusta como me queda, Nya?".
Kuroka cogió un collar de gemas morado y se lo puso en su cuello, iba a decirle que le quedaba bien pero entonces el dragón despertó.
Este empezó a rugir y a mirar a Kuroka mientras mostraba sus afilados colmillos a la pobre nekomata.
Kuroka: "!Nya!".
Orión: "Kuroka sal de la cueva me encargaré del dragón".
Kuroka: "!No Nya, déjame ayudarte!".
Orión: "Confía en mi, estaré contigo en pocos minutos".
Mire de forma cálida a Kuroka, quien se sonrojo y asintió tímidamente mientras se apresuraba a salir de la cámara.
Yo por otro lado giré a mirar al enorme dragón, el cual me lanzó una llama de fuego azul.
Rápidamente centre mi energía y creé un remolino morado delante mío, dicho remolino empezó a absorber el ataque del enorme dragón hasta que éste se detuvo.
Cuando su ataque termino me apresure al costado del dragón y al igual que la lucha que tuve contra Ddraig le dí un potente golpe en su lado derecho.
El dragón escupió algo de sangre para luego salir disparado y golpear el costado de la cueva generando un pequeño temblor.
Me transporté a la cabeza del enorme dragón y con un puñetazo en la cabeza lo lancé contra el suelo generando otro temblor y un pequeño cráter.
Orión: "Ríndete, no quiero matarte, mira, aquí está el collar que mi compañera había tomado".
Arroje el collar morado que Kuroka había tomado y lo lancé hacia la pila de tesoros del dragón.
Orión: "¿Y bien...te rindes?".
Tiamat: "Y-Yo....acepto mi....derrota".
Escuché la voz de una mujer provenir de la boca del dragón, supongo que era una hembra, pensé mientras miraba a la dragona.
Esta empezó a brillar y a convertirse en una hermosa mujer madura con un cuerpo de reloj de arena.
Sus caderas, regordete trasero y grandes pechos dejarían a cualquier hombre sangrando y con la boca abierta.
Su brillante piel, hermoso rostro, cabello azulado y ojos celestes la hacía ver aún más hermosa y espectacular.
Tiamat: "Soy la Caos Karma Dragón, Tiamat, uno de los reyes dragón".
Tiamat se puso de pie y empezó a sacudir su vestido mientras se limpiaba la sangre que tenía en su boca.
Orión: "Un gusto conocerte Tiamat-san, soy Orión Lucifer".
Me presenté ante Tiamat, quien me miró de pies a cabeza como si me evaluará mientras pensaba en algo.
Tiamat: "Bueno aún eres un niño.....pero no creo que haya problema....."
Orión: "¿A qué se refiere Tiamat-san?".
Tiamat: "Bueno, ahora que me derrotaste eres mi pareja y es tu deber el copular conmigo como mi macho".
Vaya que dragona para más directa, no ve que aún soy un niño, pensé mientras le daba una mirada en blanco a Tiamat.
Orión: "Pero aún soy un niño".
Tiamat: "No tienes que preocuparte por eso, las hembras cuidamos a las crías, mientras que los machos dan seguridad y protegen el territorio".
Orión: "Pero yo no soy un dragón Tiamat-san, soy un demonio".
Tiamat: "Llámame solo Tiamat y sé que no eres un dragón, pero eres fuerte y ya te he elegido como mi pareja".
Tiamat se acercó a mí y me dió un beso en los labios, para después separarse de mi y descender a mi cuello.
Ella abrió la boca y me mordió sacándome algo de sangre muy similar a lo que hizo Ddraig cuando me convertí en su pareja.
En medio de mis pensamientos sentí que el agarre de Tiamat se hacía cada vez más fuerte y sentí que su aura empezaba a aumentar.
Tiamat: "¿Cómo?".
La voz tétrica y fría de Tiamat resonó por toda la cueva como si de un fantasma se tratase.
Tiamat: "¿Cómo conseguiste esa marca roja en tu cuello.....y por qué tiene la energía de la perra de Ddraig?".
[Ese compa ya está muerto🎶🎶no más no le han avisado🎶🎶]
Suspiré mentalmente al escuchar la canción que System había reproducido en mi mente, que sepas que no me hace gracia System.
Ahora tengo que explicar muchas cosas a esta dragona enojada que parece odiar a Ddraig.
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Orión: "Y ese es todo el resumen de mi corta vida".
Expliqué rápidamente a Tiamat todo lo que pasó desde que llegué a este mundo, obviamente evitando el ya de Masaomi y que iba marcando a todas las mujeres que me cruzaba por el camino.
Tiamat: "Tch, que sepas que no me agrada compartirte con esa perra".
Orión: "Si que la odias eh..."
Tiamat: "!Por supuesto!, rompió uno de mis preciados tesoros, pero ahora que está libre del Boosted Gear.....jajajajaja".
Tiamat empezó a reír de forma algo aterradora y loca, supongo que no me meteré en este asunto y dejaré que Ddraig se encargue.....sí, ella estará bien lidiando con esto.
Orión: "Hai, hai, haz lo que quieras Tiamat, solo no mates a mi futura esposa".
Respondí de forma cansada ya que por el momento es inútil tratar de romper su burbuja de "venganza" así que la dejaré ser.
Tiamat: "Tch, aunque me lo pidas tú, no sé si podré contenerme cuando la vea y que sepas que tampoco me agrada la idea de compartir la cueva con ella".
Orión: "¿A qué te refieres?".
Tiamat: "Bueno tu deber es cuidarme de ahora en adelante, además no tienes que preocuparte por un hogar, aquí hay suficiente espacio".
"Claro que la perra roja puede dormí afuera, después de todo no creo que eso le importe".
En serio crees que Ddraig es un perro, aunque en ese momento se me pasó por la mente la imagen de la sexy dragona roja con orejas y cola de perro.....Err mejor lo dejo, no quiero viajar con las bolas hinchadas, no gracias.
Tiamat abrió los brazos dando a entender que la cueva era lugar más que suficiente para quedarme a vivir con ella.
Solo suspiré y le dije que no pretendía que mis hijas y esposas vivieran en una cueva, además le dije que estaba de viaje.
Ella parpadeo y me dijo que era algo raro por negar la comodidad de una cueva tan grande.
Volví a suspirar y le dije que iría a buscar a Kuroka, la nekomata que me acompaño cuando llegamos a la recámara.
Giré y me dispuse a salir pero Tiamat me detuvo y me dijo que iría conmigo, pero antes tenía que guardar todos sus tesoros.
Así pase un par de horas guardando los tesoros de una dragona que no paraba de traer y traer más objetos a cada minuto.
Tiamat: "Ese es el último, ahora sí podemos irnos".
Orión: "Ahhh.....si no tuviera mi inventario sería un martirio llevar todo".
Ahora que lo pienso, System puedes unir mi inventario con la Puerta de Babilonia, para tener un solo espacio de almacenamiento.
[Solicitud recibida y cumplida anfitrión]
Con esto terminado salimos de la recámara dónde estaba Tiamat y llegamos a la entrada de la cueva dónde pude ver a una muy preocupada Kuroka.
Orión: "Kuroka".
Kuroka: "!Orión nya, estaba muy preocupada, pensé que no te volvería a ver Nya!".
Kuroka se me lanzó encima y empezó a golpear mi pecho de forma muy tierna mientras Tiamat nos veía.
Tiamat: "Vaya, no pensé que tenías otra compañera, bueno no me importa compartir".
Kuroka: "¿Nya, quién es ella Orión?".
Orión: "Ella es la dragona que encontramos en las recamaras de abajo, Tiamat".
Kuroka: "!Nya, te refieres a la reina dragón!".
Asentí ante la expresión sorprendida de Kuroka quien tenía la boca abierta mientras miraba a Tiamat.
Después de eso cree ropa nueva para Tiamat y para Kuroka, quien seguía sorprendida al ver a Tiamat.
Cocinamos un jabalí que encontramos cerca de la cueva y comimos mientras les contaba sobre mi viaje por el inframundo.