Después de un día de reposar en cama, el Sir. Heliot me explicó que había una academia de caballería, para que el ejército pueda reclutar talentos para la guardia real, ejército o guardias en sus ciudades.
Todos querían unirse a la guardia real y traer honor a su familia, pero lo que yo creí que era mejor sería el ejército y poder hacerme de un alto cargo para poder tener la elección de si ir a atacar a una ciudad o permanecer pasivo en una ciudad y contrarrestar los ataques enemigos, me confundi un poco al pensar en los guardias y el ejército, pero me dijo que los guardias se encargaban de cosas pequeñas en escuadrones, ya sea asaltos o crímenes, si ya fueran ataques con grandes ejércitos el ejército aliado se haría cargo, los guardias son los de menor rango, los del ejército tienen más autoridad incluso pueden arrestar a los guardias que puedan ser corruptos o incumplen con su trabajo, los de mayor rango son los miembros de la guardia real o caballeros, solo los verdaderos talentos son escogidos por antiguos talentos, y tienen que probar su habilidad con maestros de la espada que llevan entrenando toda su vida, mi padre pertenecía al ejército, pero por lo que me dijo Sir. Heliot, el siempre oculto su talento, eso sí me sorprendió, y así como mi padre, yo también me unire al ejército, para poder buscarlo y también... Para poder vengar a mi familia y poder salvar a los futuros objetivos enemigos.
Me enseñó esgrima, me mostró como eran los las posturas para poder defenderme, me dijo que si me atacan por sorpresa y no se defenderme sería una desgracia para mi, también me dijo me dijo que aprender esgrima no se aprende con flores, no entendí por qué me lo dijo pero... Después entendí por qué me lo dijo, pase 8 horas entrenando al día, el resto lo pasé dormido o con medicinas en mis heridas, ya que aunque usabamos espadas de madera no se contenía en su fuerza, o al menos no mucho, creo.
En una semana mis manos ya estaban bastante dañadas por empuñar la espada, lo bueno es que había un médico siempre en la casa de Sir. Heliot, ya que aveces se enfermaba la servidumbre y pequeñas lesiones, muy seguido ponía mis manos en hierbas para adormecer un poco el dolor y acostumbrarme a los cayos en las palmas de mis manos. A menudo, casi 2 veces por mes me ponía a prueba cn la espada y con mis reflejos con la espada haciendo que me concentre más en mis oídos y tacto que en solo mi vista, me vendaba los ojos para que prestará más atención a mi alrededor y concentrarme más en los enemigos que podrían venir a mis espaldas.
Después de 2 años, me hice amigo de una de las hijas de un mayordomo, ella le ayudaba a su papá en el trabajo a ordenar la casa de su amo, ella era un año mayor que yo, para este entonces ya tenía 10, ella tenía 11, a mi aún no me habían empezado a interesar las muchachas pero, al parecer a ella yo le gustaba, ella era linda, tenía ojos café oscuro y su cabello era de color café claro era rizado y largo, eso me gustaba de ella, pero... Aun no me llamaba la atención, la verdad es normal que los jóvenes se enamoren a esta edad, ya que la mayoría de los nobles se casaban a los 16, pero yo tenía otro objetivo más que ser solo un caballero del ejército, quería vengar a mi familia, y encontrar a mi padre, además, el papá de ella es uno de los mayordomos que creen que soy solo un andrajoso, lo supe por que una vez le dijo a ella que yo era solo alguien que Sir. Heliot ayudaba por buen corazón, no se por que Sir. Heliot decidió que no dijera nada de donde venía, pero obedeci sin saber su intención, El había hecho mucho por mí, siempre que no entrenaba, que era casi 2 veces por mes, el me entrenaba 8 horas al día y el resto lo pasaba ocupado con asuntos de su familia, pero había ocasiones que el pasaba demasiado ocupado casi la mayoría de las veces. El me instruyó con teorías y dejaba a alguien encargado de la práctica, aunque el aveces se encargaba de mi, después de mi padre, el era como mi segundo padre.
Ya había cumplido los 12 años, la edad con la que se me permiti asistir en la academia, se hacía desde joven para disciplinar a los futuros soldados u caballeros, Sir Heliot me dijo que mi prueba sería derrotar a uno de los cadetes de la academia, el dijo que con lo que aprendí debería poder estar en ese nivel, lo encontré un poco raro e injusto por que era mas grande y fuerte, por lo que veía tenía unos 15 años, y en la academia uno asiste hasta los 18, me llevaba mucha ventaja, por lo que creí que no ganaría, pero confiaba en Sir. Heliot, el aunque estaba muy ocupado siempre estaba atento de los aprendía, así que, tomaría esto como una practica y una forma de ganar experiencia en combate, así que me presente, "Hola, mucho gusto, soy Aren Rielet", me presente tan bien como pude, con una sonrisa y una media inclinación no quería dejar a Sir. Heliot en mal con una mala presentacion y aunque estaba nervioso lo logre contener.
"Hola", fue lo único que dijo al escuchar esto deshago mi inclinación y observó que el ya había empuñando su espada con intención de herirme, pensé que sería con espadas falsas, ya que seria una práctica pero... No espere que sucediera así de rápido.
Antes de darme cuenta hace una postura ofensiva y me hiere el pecho con un corte rápido de su espada....
(La academia de caballería decide que estatus obtendrán al salir de la academia)