Al día siguiente, me prepare para el duelo, afile mi espada y me guarde el guante que me había dado Sir. Heliot. Me prepare para todo a la hora del duelo, también pensé en varias formas de ganar dependiendo de el primer movimiento que el hiciera, no quería alargar mucho el combate dado que parecía mayor que mi, fui a la academia determinado a terminar el combate lo más rápido posible, en la entrada de la academia me encontré con Eymi parecía un poco ansiosa así que le pregunté. "¿Que sucede? ¿Paso algo?"
Ella me ve y me dice. "Mi primo me dijo que te dijera que renunciaras si no sólo te avergonzras delante de toda la academia."
La observe y vi que ella me lo decía como abvertencia, me lo tome mas en serio al oírla decirme eso, no iba a dejar que ella sufra solo por que alguien más lo decida.
Llegue al campo de entrenamiento a enfrentarme con el primo de Eimy, el campo de entrenamiento tenía un gran espacio para los duelos, era un círculo de al menos 15 codos de largo y de ancho.
El ya estaba esperandome así que me apresure un poco esperando que terminará rápido. Lo observe y mire que que tenía dos espadas una en cada mano, no sabía que se podría usar más de un arma en el duelo pero si lo habían permitido estaba bien, al parecer no rompía ninguna norma.
Después de haberme puesto la maya de metal el me grito: "Espero que te hayas preparado para perder, no tienes ninguna oportunidad. No conteste a sus palabras solo me concentre en ganar.
Me habia preparado para el combate, era mi primera vez luchando con alguien en la academia, no había restricciones al método de combate que apliques, sólo debías evitar que el contrincante siga luchan evitando dejarlo en un estado crítico.
La adrenalina ya está en mi cuerpo recorriendo cada parte de mi ser, pensando en que movimientos hará, y de un momento a otro, el instructor grito: "Empiecen".
Llegó la hora .