Al amanecer del día todos se estaban preparando para un ataque por parte del imperio, por lo cual empezaron a hacer hoyos alrededor de la aldea así como a elevar una muralla de madera,
Los vi construir pero sabía que no sería suficiente con solo eso, así que fui a bosque en busca de suministros que nos puedan servir.
________siete días después
Habían construido la muralla así como habían terminado el hoyo que rodeaba la aldea, todos estaban a la expectativa del vigía que habían enviado a patrullar.
El perímetro era pequeño pero así era más rápido saber si nos atacaban o no.
Al séptimo día no regreso el vigía por lo cual sabíamos lo que significaba.
Todos los hombres esperaban en silencio dentro de las murallas de madera en total espera, no se movían a la espera del primer ataque.
De un momento a otro cayó una horda de flechas a la muralla y a los techos de las cazas, provenían del bosque.
Después de la horda de flechas se escuchaban como avanzaban los soldados a atacar la aldea atacaron por el frente evitando los agujeros.
Eran alrededor de doscientos soldados contra unos poco menos de treinta aldeanos y ocho soldados, aprovechando el amanecer para atacar.
Se lanzaron de frente con sus espadas y escudos, tenían armaduras completas con el símbolo del imperio marcado en sus escudos y hombreras.
Nuestros soldados estaban al frente con sus escudos frenando el avance de los enemigos, se escuchaba el choque de escudos y el impacto de los soldados.
Contra un gran número de soldados era obvio que los harían retroceder pero la estrecha entrada nos dio la oportunidad de contra atacar.
El odio que habían creado en los aldeanos explotó y se les devolvió con ira y con furia, se encabronaron como nunca en su vida lo habían hecho, les arrebataron sus familias y hogares así que solo les quedaba por perder la vida, y que mejor que hacerlo que vengarse de quienes te lo arrebataron todo.
Los aldeanos se elevaron por sobre la formación de escudos atacando hubo un artesano que había llenado una vasija de brea y la lleno de cristales rotos y la arrojó hacia los soldados del imperio pude ver claramente como se quemaron y pude escuchar sus gritos de agonía de los soldados quemándose y cortándose, fue de los primeros soldados en caer y junto a los que tenía alrededor.
El artesano siguió arrojando a los soldados del imperio lo cual hizo que se dispersaran eso hizo que nuestros soldados que estaban al frente tuvieran un respiro y espacio para contraatacar.
Eran habilidosos con la espada: se observaba claramente su manejo de la espada y escudo a los costados había aldeanos con lanzas evitando que se juntara otra vez la formación y logrando mantenerlos al margen.
Los arqueros que habían quedado atrás tuvieron que tomar las espadas para poder apoyar a sus compañeros así que fueron rápidamente a detrás de los suyos, así que salí de entre los árboles donde estaba.
Junto con una espada y una armadura negra ligera, corrí detrás de ellos, no esperarían un ataque por la espalda y al ser los refuerzos no se lo esperarían.
Y para desventaja de ellos era de noche,
"¡¡Ah....!!" No los dejaré arruinar esto" Les tapaba la boca mientras los mataba y se confundía con el grito de los demás soldados. Siendo más joven con una armadura más ligera era más rápido y más silencioso que ellos. Les cortaba el cuello y les apuñalaba el corazón y los pulmones mi ira hacia que mis ataques fueran con toda mi fuerza, la noche no los dejaba verme y los gritos no les permitía oírme era perfecto.
Los arqueros estaban rodeando la aldea y saltaron el hoyo que rodeaba está, al caer se sorprendieron con las estacas ocultas con ojos pero con armadura no le prestaron atención años pequeños cortes.
No al cruzar la muralla de madera ya eran un grupo de veinte arqueros.
"¡¡Ahh!! ¡¡Que demoni...!!" Se habían quedado paralizados, las estacas tenían una mezcla de venenos de animales del bosque.
"¡¡Evite..n las.... Estacas!!" El grito de su capitán fue patético. Los pocos que no se habían cortado revisaron el área rápidamente y no vieron a nadie pero...nadie más subió la muralla.
"¡¡Carajo!!" Grito un soldado pero no podían subirlos por la muralla así que solo les quedaba ganar este combate para poder retirarse pero vieron una mano trepar la muralla con un tipo de armadura diferente, se confundía con la noche... pero las antorchas de la aldea permitían ver sus rasgos.
Subí la muralla cubierto de sangre, parecía sereno pero al ver mi mirada a través del casco decía lo contrario.
".... Ustedes se lo buscaron...."
Moví mi mano rápidamente y les lance unos frascos pequeños arrojándose los al rostro, era veneno sabía que no sería tan efectivo así que le añadí una hoja que con tenerla cerca daba ardor.
Los había dejado ciegos y rápidamente les corte entre su armadura, luego retorcía el filo de la espada y seguía con el siguiente rápidamente acabe con los cinco soldados que estaban de pie. Ya habían controlado el frente quedaban poco menos de ochenta soldados del imperio y quedaban cinco soldados y veinte aldeanos.
Me les acerque a los soldados que estaban paralizados enfrente de mi y los vi a los ojos luego de quitarme el casco, se impactaron que un muchacho de poco más de quince años acabará con cincuenta arqueros antes de paralizar los a ellos.
Sin decir una sola palabra los tomaba del cuello los miraba a los ojos y les enterraba el cuchillo en el cuello. Después de matarlos a casi todos deje vivos a dos de ellos uno era el capitán y otro que estaba junto a él
Me acerqué al capitán y lo vi directo a los ojos "¡No tienes que matarme chico tengo dinero y si me ayudas a escapar te lo daré y si te unes a nosotros te daré un puesto tan alto como el mío, ¿Que te parece? No es un mal trato ¿No?"
Lo vi con seriedad y curiosidad "¿Qué pasara con esta aldea? Dudo que el imperio tenga un orgullo de dejarla libre después de ser derrotado aqui"
"Tienes razón... pero no sabrás nada de esta aldea después... si te unes a nosotros.. en lugar de servir como mercenario al reino podrás tener un mejor pago y... a tu edad es un gran reconocimiento"
"Suena bien, pero mi madre no fue abusada por el reino, fue por tu gente"
Al escuchar esto el capitán quiso gritar pero su cuello ya había sido cortado y ya se estaba desangrando.
Sin oportunidad de gritar solo pudo morir sin hacer nada.
Después de manchar mi rostro con la sangre del capitán me dirigí al soldado que había quedado.
Este empezó a llorar "Por favor... no quise ser parte de esto... somos forzados a luchar...!" Estaba muy sollozo así que decidí escucharlo. "Dime más sobre esto, y cuida tus palabras que no sean mentira" el frío aire de mis palabras llegaron a sus oídos y solo respondió que estaba bien.
Me contó que era de una aldea igual en que está y que tenían a sus familias en capos de concentración como esclavos cosechando víveres para el ejército, se les permitía verlos una vez al año si cumplían con todo sus deberes y forzosamente debían cumplir y el tenía a su hermana y a su madre en esos campos pero solo le permitían ver a su hermana ya que solo se permite una visita.
Empatice con el pero... Lo vi con una cara burlona y con desdén, sabía que estaba mintiendo.
Su mirada cambio de pesar a odio "bastardo" saqué una insignia de su armadura con el símbolo de una casa de nobleza del imperio, aunque era una casa pequeña y poco conocida era muy obvio.
Que soldado forzado tendría una insignia de una casa noble.
"Me gustó tu historia pero que lastima por ti" me reí en su rostro y le corté con el cuchillo el hombro y se desmayó luego de golpearlo.
Aunque quería matarlo debería tener uno vivo al menos cualquier información podría servir lo arrastre hasta una casa y lo ate lo mejor que pude, luego salí a rodear a los soldados del imperio y acabamos con ellos hasta el alba.