CAPÍTULO 25

Pasaron unos cuántos días desde que enseñé a compartir a mis esposas, Katerea y Sarafall ahora eran como mejores amigas.

"Katerea puedes llevarme al hospital donde se encuentra Ingvil"

"Si mi amor, me visto y salimos".

Era momento de salvar a su sobrina Ingvil Leviathan, sabía que Hades la usaría.

Así que era mejor salvarla ahora antes que empiezen las vacaciones y la reunión de jóvenes.

Ella me dió la ubicación, entonces nos transportamos al hospital donde se encontraba Ingvil.

Al llegar pude ver a una hermosa chica con un cabello hermoso color púrpura, ojos naranja.

Tenía un rostro bonito y piel blanca asi como con pechos de gran tamaño.

Viste con lo que parece ser un traje de noble con aberturas, exponiendo su escote y una falda corta.

Ingvil tenía la enfermedad del sueño, y sabía que poseía el Sacred Gear Nereid Kyrie, que permitía controlar a los dragones con sus sentimientos.

"System hay alguna forma de sacarla de su enfermedad".

[Afirmativo anfitrión, usted tiene que absorber su enfermedad]

[Usted posee muchas energías en su cuerpo, solo necesita devorar la enfermedad]

Sin esperar más me acerque a ella, la besé y empezé a devorar la enfermedad del sueño que la aquejaba.

"Ugh".

Ingvil abrió los ojos lentamente y lo primero que vio fue a mí besando sus labios.

Ella se sorprendió al principio, pero luego el placer que recibía del beso la sometió.

Katerea veía todo esto y sabía que era lo que seguiría, así que me dijo que regresaría a Gaia a descansar.

Pase a empezar a apretar sus pechos, mientras intercambiábamos saliva.

Mi mano fue a su vagina, la cual ya estaba mojada debido a lo que estaba haciendo.

Me eche encima de ella y con mi miembro empezé a frotar su vagina, al hacerlo ella empezó a gemir.

"¿Puedo saber tu nombre?".

"Soy Edward Stafford, el hombre que te saco de tu enfermedad y tu futuro esposo".

Ella estaba respirando de forma pesada y se sonrojo aún más al escuchar mis palabras.

Nos quitamos la ropa y con delicadeza metí mi miembro dentro de ella.

Pude sentir como atravesé su himen, al hacerlo ella dió un gemido muy erótico, así poco a poco entre a su útero.

Pude ver cómo ella tenía la lengua afuera y los ojos estaban rodados hacia atrás.

Empezé a moverme lentamente, frotando todos los puntos de Ingvil, ella al sentir esto me abrazo como si no quisiera dejarme ir.

"!!Aaaaah, que bien se siente, no quiero que salgas de mí!!".

"!!Siento que si sales me quedaré sola de nuevo, mi interior se quedará solo de nuevo!!".

Ella me apretó más fuerte mientras pequeñas lágrimas salían de sus ojos y sus piernas se cerraban detrás de mí.

"Tranquila mi reina no me iré, siempre estaré contigo".

"!!Pese a qué no nos conocemos siento que eres el hombre de mi vida, así que no me dejes!!".

"No tengo planeado hacerlo, serás mi esposa y futura madre de mis hijas, nunca estarás sola".

"!!Sí, seré una buena esposa y una buena madre, así que amame por favor!!".

Al ver el rostro de esta chica me dije a mi mismo que nuca la dejaría sola.

Invoque mis piercings dragoniacos y estos se pusieron en sus pezones y en su clítoris.

Ella se corrió al sentir los piercings en sus zonas sensibles.

[Se registró a Ingvil Stafford como esposa del anfitrión]

"Mira Ingvil, este anillo simboliza que eres mi esposa".

"Está marca significa que tú interior es mío y para nuetras hijas".

"Y estos piercings significan que tú cuerpo es solo mío".

Al terminar de hablar aumente la velocidad, causando que ella se corriera una y otra vez.

"!!Si, todo de mi es tuyo, así que vierte todo tu semen dentro de mí, haz uso de mi cuerpo como te plazca!!".

"!!De ahora en adelante soy solo tuya, Darling!!".

Al terminar de decir esto me corrí dentro de Ingvil.

"!!Me corroooooooo!!".

Ingvil también de corrió al sentir expandirse su útero debido a mi semen.

Al terminar acerque y abrazé a esta linda chica que ahora era mi esposa.

"Te amo Ingvil Stafford, mi querida esposa".

"Yo también te amo darling".

Así procedí a llevarla a Gaia, dónde nos limpiamos y procedimos a ir a la habitación para descansar.

Al día siguiente desperté para ver a Ingvil, abrazarme como un Koala, solo sonreí al verla.

Pude ver al resto de mis esposas dormir, salí de la mansión y decidí invocar otro espíritu guerrero.

[Invocando, clase Avenger: Gorgona]

Delante mío apareció una hermosa mujer que tiene su cabello púrpura, está tenía los ojos cubiertos.

De la parte baja de la espalda salía una cola larga de serpiente, pero aún así conservaba sus piernas humanas.

Algunos de sus cabellos tienen en sus puntas cabezas de serpientes y tiene escamas en distintas partes de la piel.

Dichas escamas son de color ámbar y negro, su ropa era muy escasa, se podía ver gran parte de sus pechos y su blanco abdomen.

"Saludos, Clase Avenger, Gorgona a su servicio, maestro"

El tono furioso que uso al referirse a mi como maestro, daba a entender que ella odiaba a los humanos.

"Soy Edward Stafford, un gusto conocerte".

Si quería conquistar a esta mujer sabía que ni sería igual a Artoria, tenía que ser agresivo con ella.

"Gorgona, fue una vez una diosa, renovada como una existencia de un monstruo que devora a los humanos".

"Una parte de su cuerpo se parece al de un humano, pero su disposición es la de un poderoso depredador, un vengador que encarna la ferocidad".

Ella estaba sorprendida al ver que un simple humano estaba contando su historia.

"Los vestigios de lo que alguna vez fue una de las diosas de cabello morado, no es más que su apariencia exterior, porque su interior ya es cercana a la de un monstruo".

Al decir esto ella empezó a derramar un poco de su sed de sangre mientras apretaba sus puños.

"!Cállate, cállate!"

Empezó a repetir esas palabras mientras sus serpientes me empezaban a rodear.

"Un simple humano nunca lo entendería, es por eso que los odio".

Las serpientes estaban a punto de atacarme solo esperaban que Gorgona diera la orden.

"Pues te equivocas Gorgona".

Ella iba a replicar pero entonces empezé a entrar en mi forma híbrida.

Ella miró como cuernos negros salían de mi cabeza, dos alas negras salían de mi espalda.

De mi espalda baja una enorme cola negra salía y mis brazos y piernas cambiaban a garras y escamas.

"Lo ves, soy igual a tí".

Me acerque a ella y le quite la tela que cubría sus ojos, pude ver que ella tenía una expresión de incredulidad.

Pude ver unos hermosos ojos morados y un hermoso rostro, el cual empezé a acariciar.

Aumente poco a poco la excitación en su cuerpo, mientras mi rostro se acercaba al de Gorgona.

Gorgona no podía creerlo, el chico que tenía frente a ella no era humano, tenía cuernos, alas, escamas y una cola negra.

Al verla en ese estado de shock, envolví la serpiente que tenía como cola con mi cola.

Me acerque a su rostro y la besé, nos transporté a una de las habitaciones de la mansión de Gaia dónde empezé a tocar su cuerpo.

Sentí como empezaba a liberar sus feromonas en señal de que estaba dispuesta a aparearse.

Yo respondí con mis propias feromonas y aura, mientras aún nos besábamos.

Las serpientes en su cuerpo empezaron a frotarse contra mi cuerpo, lamiendo y mordiendo mis alas y mi espalda.

Nuestros cuerpos se enrollaron y empezamos nuestra sesión de apareamiento.

Gorgona no podía creer lo bien que se estaba sintiendo, su cuerpo por si mismo estaba dispuesto a aparearse.

Y el chico encima de ella estaba dispuesto a aparearse con ella, incluso sus serpientes estaban mordiendose y frotándose contra él.

Sin esperar más empezamos a aparearnos como dos animales, empezé a morder el cuello de Gorgona.

"!!Hyaaaa, sí, sigue así amo cuando muerdes mi cuello, amo que tu cola frote mis serpientes".

"Tú eres muy erótica Gorgona, no necesitas a ningún humano, solo a tu esposo y a tus hermanas".

Me hallaba encima de ella, mordiendo su cuello y apretando sus grandes pechos con mis garras.

Éramos dos bestias una serpiente y un dragón, dos especies no tan diferentes la una de la otra.

"!!Sigue así, golpea mi útero más fuerte, quiero que me destruyas!!".

"Lo que órdenes mi bella Gorgona".

Cuando dije eso empezé a morder su oreja y con mis garras empezé a apretar sus pezones.

"!!Hyaaaaa, sí, sigue así vuélveme más y más loca!!".

Ella empezó a mover sus caderas por cuenta propia, mientras sus serpientes me acercaban más a ella.

Así seguimos por tres horas, hasta que que Gorgona perdió el conocimiento, incluso sus serpientes cayeron dormidas.

[Se registró a Gorgona Stafford como esposa del anfitrión]