CAPÍTULO 53

"!!No, no, no, me vengo, me vengo al sentir como violas mi interior!!".

"!!No me quiero venir, si me vengo mi cerebro se fundirá y no podré pensar en nada más que en ti!!".

Miku cada vez se apretaba más, así que invoque un piercing dragón y lo puse en su clítoris.

"!!Kyaaaaa, deja mi clítoris lo estás estirando, no me vengooooooooo!!".

Miku se vino al sentir como estiraba su clítoris.

"Vamos Miku, esto está muy lejos de terminar".

Así empezé a follar de nuevo a la sexy Miku quien ya había perdido la cabeza debido al placer que estaba recibiendo.

[Se registró a Miku Stafford como esposa del anfitrión]

Miku se hallaba encima mío mientras estaba sentado y apoyado contra la pared de la azotea.

Limpie el desastre que hize con Miku, arregle su uniforme y espere a que despierte.

System dale toda la información necesaria.

"Rika querida, llevaré a dos chicas a casa".

"Vaya que trabajas rápido querido, yo saldré a comprar víveres para lo que ocurrirá en dos días".

Seguí conversando con Rika hasta que sentí que Miku estaba empezando a despertar, así que me despedí y centre mi atención en Miku.

"!!Honey!! jeje, podemos hacerlo de nuevo".

Miku empezó a besarme queriendo iniciar otra sesión.

*Plak* *Mmmmmm*

"Lo haremos más tarde, ahora regresamos a clase, y vendrás conmigo de ahora en adelante mi linda esposa".

"S-Si".

Miku se corrió al sentir la nalgada que le había dado y asintió de forma obediente.

Así pasamos a regresar a clase, en el camino gane los susurros de todos ya que Miku estaba pegada a mí.

Así llegamos las clases se reanudaron y todo fue aburrido ya que conocía muy bien todos los temas.

Así acabaron las clases, Miku estaba muy pegada a mí, ganando susurros de todos en la escuela pero decidí ir a un club en específico.

El club de Kendo ya que había una sexy mujer a la que quería conocer.

Al entrar al club pude ver a una mujer que tenía el pelo morado, liso y brillante hasta los muslos.

Este tiene una franja triangular en la parte delantera que apenas toca la cresta de su nariz.

Tiene ojos azules, es bastante alta para ser una chica japonesa, y sus extremidades relativamente largas contribuyen a apalancar sus poderosos movimientos de espada.

Con unos labios, que tienen una apariencia rosa brillante.

"Buenas a todos he venido a retar al capitán del club de kendo".

Todos me miraron sorprendidos al escuchar lo que había dicho, ya que nunca nadie lo había hecho.

"Esa seria yo, mucho gusto soy Saeko Busujima, capitana del club de kendo".

Saeko saludó para luego quedarse sorprendida al verme, causando un pequeño sonrojo en la mujer.

"Un placer soy Edward Stafford, el estudiante nuevo de la academia".

Saludé sorprendiendo a Saeko ya que vio como Miku sostenía mi brazo y se apoyaba en el.

"Entonces aceptas mi desafío Saeko-san".

Ella como buena espadachín acepto mi desafío, nos dieron un shinai a cada uno, también quisieron darme protección.

"¿Estás seguro rechazar la protección?".

Saeko me pregunto al ver que aparecía sin la protección.

"Si, solo me estorbaría, estoy mejor así".

Ella asintió ante mí comentario y fue al otro lado de la sala, se puso posición y así ambos esperamos a que dieran inicio a la batalla.

Así se dió inicio nuestro duelo, ella se acercó rápidamente para luego intentar golpearme.

Solo me defendí de todo sus ataques ya que parecían que eran en cámara lenta, así llegamos al punto en el que ella empezó a cansarse.

Su respiración se volvió más agitada mientras tanto yo estaba tranquilo como si nada hubiera pasado.

Ella no entendía como era capaz de bloquear todos sus ataques y ni siquiera parece cansado.

Sin más decidí atacar me moví y en un parpadeo aparecí con la punta del shinai en su garganta.

Todos quedaron atónitos ante esto, cuando me había movido, era lo que todo el mundo se preguntaba.

"Es mi victoria, Saeko-san".

"Tienes razón Edward-kun, bloqueaste todos mis ataques y me derrotaste de un solo movimiento".

Saeko acepto su derrota sorprendiendo a todos en el club, ya que nunca esperaron que alguien la pudiera vencer.

Seguimos charlando por un rato más mientras usaba mis feromonas en esta chica.

Pasaron las horas y uno a uno los miembros del club salían y solo quedamos Saeko, Miku y yo.

"Saeko-san, ¿Tú alguna vez has matado a alguien?".

Saeko se sorprendió al escuchar mi pregunta pero trato de permanecer lo más calmada posible.

"¿Por qué lo preguntas, Edward-kun?".

"Te lo pregunto porque yo también mate y puedo ver la expresión salvaje que tienes Saeko, la misma expresión que yo tengo".

Empezé a liberar una pequeña parte de sed de sangre mientras aumentaba la excitación de Saeko.

"La sensación de otra vida en tus manos y poder hacer lo que quieras".

"La adrenalina que tienes al hacerlo y el placer que te da".

Le susurré como si de un demonio me tratase y cuando baje la mirada vi que un líquido goteaba de ella.

"No tienes que preocuparte por lo que los demás piensen Saeko, después de todo quiero ver tu verdadero lado".

"Sabes, siempre habrá alguien al que no le importe tu pasado y simplemente te aceptará tal y como eres".

Empezé a acariciar a Saeko con mi toque orgásmico causando que su mente entre en un estado de confución.

Debido a que había un chico que era igual a ella, él entendía por lo que ella pasaba.

Su respiración se volvió más agitada de lo normal, pero había algo que impedía aceptar su yo real.

"El tiene razón Saeko-san".

En medio de sus pensamientos Miku habló causando que ella le preste atención.

"Tú sabes cuál es la reputación que tengo, pero a Edward no le importo eso y me domestico".

Miku se desnudó y le mostró a Saeko todo su cuerpo.

Ella se sorprendió el ver a Miku de esa forma, vagina mojada y escurriendo líquidos.

Pezones y clítoris estirados mientras tres piercings colgaban de ellos y una extraña marca en su vientre.

"Ambas somos iguales Saeko, ambas buscamos un hombre que nos pueda domesticar".

Miku paso al lado de Saeko y se puso a mi costado mientras usaba mi mano para masturbarse.

"Y te aseguro que Edward, es el único que te puede domesticar, creeme una vez que lo hagas con él, no habrá vuelta atrás".

Miku empezó a bajar mis pantalones y sacó mi miembro, el cual empezó a lamer como si fuera lo más delicioso del mundo.

Saeko estaba perdiendo la compostura, las personas delante de ella eran demonios que querían hacerla caer.

Solo faltaba un poco y ella ya no podría ocultar ese lado suyo nunca más así que decidí romper su barrera.

"Yo puedo asegurarte que nunca más tendrás que esconder ese lado tuyo, podrás torturar y matar a todos nuestros enemigos".

"Entonces, quieres prefieres esconder tu yo verdadero al mundo o prefieres sacarlo y disfrutar de ello por el resto de tu vida...Saeko".

Terminé mordiendo su oreja, esto junto con las palabras, el tono de mi voz y mis feromonas rompieron el caparazón que ella tenía.

Ella se corrió, para luego tirarse encima mío con una cara de excitación, mientras Miku también se acercaba.

"Tendrás que hacerte responsable por lo que acabas de hacer".

"Despertaste un lado oculto y tomarás las responsabilidad".

Saeko había caído y podía sentir como sus jugos escurrían y mojaban mi miembro.

"No te preocupes, tenía pensado hacerlo desde que ví esa mirada".

Entonces ella me besó para luego quitarse la ropa y empezar a lamer mi miembro junto con Miku.

Ella ya tenía una expresión ensoñada asi que las dejé trabajar en mi miembro para luego correrme y manchar a ambas chicas con mi semen.

Ellas no desperdiciaron ni una gota y limpiaron todo, al final abrieron sus bocas y me mostraron como tomaron todo mi semen.

Miku puso su vagina en mi boca y la empezó a mover contra mi boca mientras se jalaba los piercings.

Saeko posicionó mi miembro en la entrada de su vagina y poco a poco metió mi miembro dentro de ella.

Llegué al fondo de su útero, llenándola por completo, ella no aguanto más y se corrió.

Sentí como su útero de apretaba, era momento de disfrutar de la sádica Saeko Busujima.

*Pak* *Pak* *Pak*

Le di nalgadas mientras aceleraba mi empuje, ella tenía la lengua afuera y sus ojos estaban rodados hacia atrás mientras el sudor y la saliva caían de ella.

Miku estaba en las mismas condiciones debido a que estaba lamiendo los puntos sensibles de su vagina.

"!!Me corroooooooo!!".

Ambas chicas gritaron al no poder resistir el placer que estaban recibiendo, pero para sorpresa de Saeko esto estaba lejos de terminar.

Las dos cayeron una contra la otra, sus pechos se apretaron y sus cabezas se juntaron.

"Vamos chicas esto recién comienza".

Reanude mi empuje en Saeko, quien dió un fuerte gemido al sentir su útero ser perforado de nuevo.