An Almost Perfect Night

Taishi al entrar al balcón para buscar a su pupilo encontró la tensión del lugar mostrando su desconcierto en ese momento pero para su pupilo, fue más un milagro que había entrado justo en el momento indicado.

—Taishi, tiempos sin verte, o, charlar contigo— Mencionó gallardamente el suizo pero fue ignorado por el mencionado quien no dudó en tomar del brazo al kazajo quien no dudó en seguirlo de lleno.

Jake en ese momento quiso correr a su lado pero se detuvo cuando el japonés le dirigió una mirada penetrante al punto de dejarlo inmóvil e incapaz de moverse.

Quería irse con el amor de su vida de la infancia, el canadiense ya lo tenía todo claro a pesar de solo pensarlo pues después de todo lo que compró para Aibek notó que estaba tan enamorado de él, dejando a su ex como una burla.

Además de conocerlo mucho antes, además de conocerlo también en sus gustos, para otros parecía un acosador, pero para algunos un gran amigo.

"El amor es una nube hecha por el vapor de los suspiros"

-William Shakespeare

Aibek Kenes en ese momento estaba ocupado con la prensa mientras JJ estaba a su lado también respondiendo algunas preguntas que se le presentaban.

Ambos estaban juntos pero separados por las preguntas aunque no podían darse unas miradas ahora estaban en silencio escuchando a cierto ruso responder con esa misma forma contundente de ser.

Al final de esa entrevista, el kazajo pidió permiso y se retiró de esa fiesta que por el momento estaba llegando a su fin, solo que no esperaba ser seguido por el rubio de ojos verdes que lo sujetaba con una fuerza de su antebrazo. , lastimándolo en el proceso.

—¿Te has olvidado de mi Bek?— Preguntó cínicamente el ruso, quien con la fuerza que nunca había tenido hasta ahora salió por la ira que sentía en ese momento, lo estrelló contra una pared.

-¡Habla! ¡Maldita sea! Eres un perdedor es lo que eres Aibek Kenes… No puedo creer que alguien como tú haya ganado la medalla de oro, un patinador kazajo patético- murmuró con valentía solo que no esperó a cierto canadiense.

—Y eso es lo que dice el idiota que quedó en tercer lugar… eh, eso debió doler, ¿no? ¿Gatito? - y eso fue suficiente para que se le subiera encima pero no fue suficiente ahora pateticamente estaba en el suelo mientras el jet se acercaba a Bek y ver si estaba bien aunque no dudo en llevármelo, no habia necesidad perder el tiempo con personas que solo querían hacer daño.

"Ya sea que me ames o me odies, te juro que eso no me hará triunfar ni me destruirá".

-Tyra Banks

Cuando volvieron a estar juntos, Jake llevó a su amado a otro lugar fuera de ese lugar y más específicamente a su habitación de hotel donde el regalo que había comprado para su Beky estaba envuelto en la cama.

—No le hagas caso a un idiota que no sabe perder— mencionó JJ mientras descruzaba sus brazos aunque terminó quedándose callado ya que el kazajo se dirigía al pequeño balcón que tenía en la habitación y daba una hermosa vista .

—Beky… vamos pequeño, te tengo una sorpresa—propuso mientras se acercaba a él con mucha delicadeza hasta abrazarlo dulcemente, golpeando su mejilla sobre la cabeza del menor, quien trató de separarse pero desistió después de un pocos segundos.

—¿Qué estás diciendo?— Preguntó confundido pero ser guiado con calma hacia esa cama donde estaba la sorpresa encima de ella en una gran caja de regalo con ositos estampados hizo que el kazajo tuviera un hermoso sonrojo, su corazón latía tan dulcemente como para atreverse a hacerlo. Sabía lo que había dentro de esa caja como si se sintiera relajado al estar junto a ella.

Jake estaba con el corazón en la boca ya que no sabía si a Bek le gustaría lo que había comprado en su totalidad gracias a sus gustos que conocía, su sentimiento era de alerta pero de repente al ver que la tapa de esa caja grande ya no estaba Separándose apretó sus manos en su ropa, ¡No! No debería sentirse nervioso. ¡Él lo sabía! pero la duda de que a Beky no le gustaba lo estaba matando por dentro que mordió el interior de su mejilla en ese momento.

La caja grande mostraba muchas cosas hermosas en el caso de los osos, los ojos oscuros de Kazakh se abrieron con sorpresa y no dudó en tomar los llaveros en sus manos, y luego su atención se dirigió a una linda mochila de osos que no dudó en llevar. abrazar de una manera tierna.

-Jake… esto es… no..no debiste- En pequeños murmullos un sonrojado Aibek quien al verlo se arrojó a sus brazos agradeciéndole con encanto pero por el canadiense, estaba enamorado de él corazón, Kenes tenía una belleza única que empezó a amar desde pequeño.

—¡No pude evitar regalarte algo tan preciado!— Yo tampoco evité levantarlo en mis brazos, dando una vuelta, sacando de esos finos y hermosos labios una dulce sonrisa y una melodiosa risa que llenó su corazón de alegría y alegría. nostalgia, hacía mucho tiempo que no escuchaba esa hermosa risa. Años de no poder volver a apreciarla con el acompañamiento de su dulce sonrisa que adornaba ese rostro fino, hermoso y sin defecto alguno, aunque sus pecas fueron tomadas mal por muchos, la canadiense las amaba totalmente.

—¡Salgamos a desayunar juntos mañana! ¿Sí? - pregunto mientras lo abrazaba.

Pero Aibek estaba pensando en lo dicho, pensó que se negaría pero cuando se mordió el labio pensó que podía negarse para no volver a pasar por las fotos que le habían tomado pero al levantar la vista se encontró con un rostro lleno de esperanza con esos ojos morados brillando a través del deseo de emoción.

-Está bien… pero en un lugar privado- acepto sin decir más solo quería relajarme y Jake le dio calma.

—¡Lo que pida mi Beky!—Había hablado demasiado pero no pudo evitarlo, solo volvió a dejar en el suelo a la nombrada para poder seguir viendo a los presentes.

Pronto tendrían el desayuno de su vida, y eso fue una sorpresa ya que cierto canadiense lo tenía todo planeado.