Papá está demasiado solo, eso es todo

Al ver a Xander, los ojos de Nora se iluminaron al instante. Sin esperar las órdenes de Trueman, abrió la puerta y saltó del coche.

Xander se sorprendió un poco al verla. Se quedó donde estaba y no avanzó. Como no estaban muy lejos el uno del otro, Nora pudo oír claramente su conversación.

Trueman dijo con impaciencia: —Date prisa.

—No quiero —respondió Xander.

Trueman se burló: —¿Intentas que te obligue a hacerlo?

Xander dijo tercamente: —¡Papá, has cambiado! Nunca me habías hablado así.

Trueman continuó dándole lecciones: —Las cosas son diferentes ahora. Antes tenía todo el tiempo del mundo para jugar y fomentar un vínculo contigo, ¡pero ahora tenemos que darnos prisa!

—... No me atrevo a ver a mamá —dijo Xander.

—¿Porque la has defraudado?

Las palabras de Trueman hicieron que Xander bajara aún más la cabeza. El chico, que tenía la cabeza baja, estaba bastante abatido.