Cincuenta Y Cuatro

Boris temblaba aún al sentir el timbre de la última clase, no se hubo animado a salir de ese sector del jardín por temor a encontrarse con Shikadai nuevamente.

Pero se obligó a sí mismo a moverse, no podía seguir allí. Suspiró profundo y se fue rumbo a la parada del colectivo ya que no había quedado con Shura en nada.

Pero Shikadai volvió a acercarse para seguir molestándolo. Boris cerró los ojos tras detenerse. Se odió a sí mismo al volver a temblar, mostrando a ese Nara debilidad.

La voz de ese sujeto lo sacudió con fuerza. Ya no tenía las fuerzas necesarias para enfrentarlo. Al abrir sus ojos las lágrimas lo himedecieron. Shikadai sonrió con crueldad al verlo tan caído.

- ¿Mal Boris? - le preguntó Shikadai - ¿Dispuesto a volver a mí?

-¿Qué dices? - Boris lo miró asorado sin lograr entenderlo -¿Volver a tí? ¿De qué hablas?

- Como mi esclavo sexual por supuesto.

Ante tan denigrantes palabras, al rubio se le oscureció la mirada. Por un segundo creyó que Shikadai le proponía volver a ser su novio, siendo el Nara que fue al inicio de la relación.

Menudo idiota ¿cuántas veces se tendría que dar contra la pared para convencerse de que Shikadai nunca lo amó? Pero le dolía tanto, porque él en verdad sí que lo amó a ese Nara.

Sin embargo tenía que revivir en su mente las oscuros momentos en que padeció a manos de Shikadai para anular ese amor que sintió una vez.

El Nara se le acercó y bruscamente lo sujetó aferrándolo a su cuerpo. Boris no se atrevió a moverse, volvió a cerrar los ojos con fuerza temblando.

- Volverás a mis brazos Boris, serás mío otra vez. Y nadie podrá evitarlo.

- Shikadai....ya basta....por favor.....basta.....

- No, nada de basta. Me pertences - Aquello lo reforzó presionándolo más contra su cuerpo.

-¿Q-Qué quieres de mí realmente?

- A tí, es increíble que no te des cuenta.

- Fuí tuyo, pero elegiste creerle a un monstruo y matar nuestro amor. ¿Por qué ahora vuelves a torturarme? Yo solo te amé y sufrí precisamente por este amor.

Shikadai, furioso, lo presionó más aún contra su cuerpo. ¿Cómo podría decir Boris que padeció en sus manos de arriba?

-¿Qué parte no entiendes Boris? Te amé a más no poder. Enfrenté a mis padres por tí, jamás lo había hecho por nadie antes que tú. Jamás. Eras mi rey, Boris. Mi rey.

- Mentira, todo eso es una maldita mentira. Ahora sueltame.

- Maldita sea Boris, ven conmigo

-¡No! ¡Sueltame!

Shikadai arrastró al rubio a su auto, y sin darle tiempo a nada lo arrojó al interior encerrándolo. Cuando él subió, el rubio enloquecido intentaba salir.

- ¡Déjame ir Shikadai!

-No

-¡Esto es un secuestro!

- No lo es, después de todo soy de una clase privilegiada mientras que tú no. Eso me vuelve alguien inocente siempre.

Boris estaba asustado y en extremo dolido. ¿Cómo podía Shikadai haberse convertido en semejante monstruo? Los vidrios del auto del Nara eran polarizados ya que nadie de afuera podía verlos.

Shikadai coloco el asiento se Boris de forma horizontal y se colocó sobre del rubio inmovilizándolo. Por más que Boris forcejeaba, no conseguía liberarse del agarre del Nara.

Shikadai estaba entre furioso, dolido y enamorado de ese rubio mentiroso. Nunca pudo quitarselo de su corazón. Verlo forcejear con intenso susto, en verdad lo fascinaba ya que aún no dejaba de dolerle su mentira.

-No Shikadai, por favor....no...no...

- ¿Por qué buscaste solo mi dinero? ¿Por qué te guardaste lo de Menma?

- Sueltame....por favor Shikadai....por favor...

Shikadai le sujetó las manos y lo besó con ardiemte pasión. Cuando se alejó, el rubio respiró con desesperación bocanadas de aire. Pero el Nara volvió a besarlo con hambrienta pasión, mientras acariciaba aquel apetitoso cuerpo.

Cuando se volvió a alejar un poco, Boris estaba desesperado. El azabache lo miraba con ardiemte deseo. Hacía tiempo que no lo tenía en sus brazos, su cuerpo empezaba a reaccionar.

Boris sentía cómo el miembro de Shikadai empezaba a endurecerse y e verdad lo aterraba. En esos momentos pensó en Shura con desesperación. Cerró los ojos y desvió el rostro.para no seguir soportando sus besos.

"Shura, mi amor, ayúdame por dios".

- Te deseo tanto Boris, y como bien me conoces te recuperaré. ¿Oíste?

- No....no....¡No! ¡Sueltame maldito aristócrata! ¡Repugnante basura! ¡Me das asco!

En esos momentos la puerta se abrió, y unas manos sujetaron a Shikadai sacandolo a la fuerza para arrojarlo al suelo.

Boris vió a su salvador. Era su amado Shura quien había llegado solo para salvarlo. No podía dejar de temblar.

La furia intensa de Shura se reflejaba en su desfigurado rostro quien miraba a su primo de forma asesina. Boris sujetó su mochila y salió del auto del Nara con intenso terror.

-Te juro que te mataría primo - decía Shura - Por ser una maldita basura.

Shikadai se colocó de pie con burlista expresión. Shura le dió un puñetazo en la cara a su primo arrojandolo al suelo nuevamente - ¡No vuelvas a ponerle un dedo encima a mi pareja!

-¿O qué? - dijo tozudamente desde el suelo Shikadai

- Te irá peor maldita basura.

Luego Shura volteó, y tras abrazar a Boris se alejó del lugar. El rubio lloraba a más no poder.

- Tranquilo mi vida - decía Shura - Yo te protegeré siempre.