La abuela me sonrió mientras tomaba mi mano, quería mostrarme su lugar secreto.
—¿Por qué estamos aquí, abuela?
—Este sitio es especial para mí, cariño—me sonrió dulcemente—Tu abuelo lo creó solo para mí, nadie sabe que existe. Este será nuestro sitio secreto.
Asentí.—¿Por qué me lo enseñas?—le interrogué, confundida.
Volvió a mirar el sitio—algún día será tuyo, todo lo mío será tuyo.
—¿Y para mamá?—volví a cuestionar.
Se sentó a mi lado—no debe saberlo. Eres muy pequeña para entender la maldad—me acarició la cara—no debes confiar en ella, ¿entiendes?
—Sí, abuela.
—Tú eres diferente, cielo—toco mi mejilla—vas a ser mejor que tu madre, te haré mejor persona y serás mejor persona. Lo prometo.
La abuela no pudo cumplir su promesa, se fue días después y jamás volví a visitar el lugar.
Algún día regresaré....Si es que el recuerdo aún permanece en mí.
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Juliette