Mirando a la mujer que yacía acostada en mi cama, sonreí con satisfacción, otra medalla en mi pecho, salí victoriosos en mi campaña militar, atravesé el campo de batalla, llegue hasta la trinchera y plante la bomba, solo queda esperara que explote.
Metáforas a un lado, Sayu es muy hermosa, más cuando esta dormida.
Saque mi teléfono y capture una foto, es como un fetiche que tengo, siempre lo hice en el pasado, es mi manera de recordarlas.
Fui hacia la ducha, y deje que el agua caliente lavara el sudor del coito. Nada mejor que una ducha caliente para calmar la mente y reflexionar sobre la vida, ¿no les pasa?, a mí si, no puedo dejar de pensar cada vez que me baño, es una mala costumbre, ya que siempre pienso cosas deprimentes.
Mientras el agua caliente refrescaba mi cuerpo, mire mi estado, esperando que algún milagro salvara esta corta vida mía..., milagros..., no creo que me sucedan, no cuando un dios me condeno a muerte.
Esperanza de vida: 15 minutos.
-"Ufff, sentir la muerte en mi cuello, no es un sentimiento agradable" Dije mientras tocaba la parte trasera de mi cuello.
Cerré la llave el agua y salí de la ducha, tome una toalla y seque mi cuerpo, tuve que usar la ropa de antes, no tengo nada más. Abrí la puerta de la habitación una vez más, y la mire, que buena conquista, lástima que tenga que dejarla.
Negué con la cabeza y bajé hasta la planta inferior.
Antes de irme, mire el espejo a mi derecha.
Cabello negro como la noche más oscura, ojos azules como el cielo más despejado, una sonrisa que mojaría a cualquier mujer que la viera, y bastante alto para mi edad, según mis datos personales, tengo 15 años.
Si demandara a Sayu, ganaría yo, soy menor que ella, podría decir que abuso de mi frágil cuerpo, y se aprovechó de mi mente adolescente, ¡fui violado por una mujer!, le gritaría al juez y al jurado, con lágrimas en la cara, sniff.
En todo caso, mi cuerpo no es frágil, es fuerte y vigoroso, músculos bien definidos y salud impecable.
El suero que recibí era uno de los mejores, mejor que el del capitán América, o eso decían las estadísticas y los cientos de pruebas.
Se supone que no tenía efectos negativos, pero yo creo que si, después de que lo use, me volví más lujurioso y malvado, pude sentir el cambio con el tiempo, cada vez deseaba a más mujeres, y no dudaba en asesinar.
Como dijo el doctor de la película, el suero tenía la capacidad de amplificar los sentimientos, o algo parecido, considero que me sucedió algo similar.
Levante el brazo, y golpee el vidrio, este se rompió en varios pedazos que cayeron al suelo, deje un pequeño agujero en la pared. Mire mi mano, y estaba ilesa.
Baje la mirada, y mire el único trozo de vidrio decente, donde pude ver mis ojos, eran tan fríos como el invierno, llenos de odio y malicia.
No quiero morir, e intentando llenar mi cabeza de pensamientos inútiles, ¡pero ya no aguantó!
En mi vida anterior, no me importaba morir, ya no tenía nada que perder y nada que ganar, no había mujeres hermosas o comida deliciosas, no quedaba nada, incluso si encontraba la inmortalidad, tendría que vivirla solo, en un planeta oscuro y sin vida.
Sin embargo, ahora, ¡ahora estoy en un mundo de anime!, debe haber muchas profesoras solteras, y lo mejor, hermosas y tetonas. Y la comida, quiero probar todos los manjares que puede ofrecer este mundo.
-"¡QUIERO VIVIR!" Grite lleno de emociones reprimidas, parecía el rugido de un León herido y a punto de morir.
¡No quiero morir!, no, no, no, no, no, no, tengo tantas cosas que hacer en este nuevo mundo, tantas hermosas mujeres que conquistar, y otras tantas que abusar, tantas personas que chantajear y asesinar, tantas familias que arruinar, ¡quiero divertirme y joder todo lo que vea!
-"¡NO QUIERO MORIR COMO UN MALDITO PERRO!" Volví a gritar, ahora lleno de odio e ira, resentido contra esa perra.
Quiero seguir vivo y joder a esa maldita diosa, violarla una y otra vez, hasta que se vuelva tonta del placer, quiero usarla como criadero de semidioses, y luego violar a todas sus hijas frente a ella, ¡quiero que sea mi maldita puta personal!
¡Deseo asesinar a toda su familia!...., si es que tiene familia.
-"¡MALDITA SEA!" Grite, mientras volvía a golpear la muralla.
Respire profundamente, y me calme, no soy de las personas que se altera fácilmente, digamos que esto de morir otra vez me altero un poco.
Ya estoy calmado, sí..., ya no importa, gano la diosa y yo perdí, soy un buen perdedor. Pensé, mientras arreglaba mi ropa desordena gracias a mi momento de locura.
Abrí la puerta y abandoné mi hogar, con el poco tiempo que tengo, disfrutaré de las estrellas y de esta hermosa noche.
Mire al cielo, y vislumbre lo hermosa que era noche, es la primera que veo en años, o décadas. Una sensación de paz llena mi corazón, creo que logre hacer las pases con la muerte.
Mientras caminaba, me di cuenta de que no había personas, quizás porque era muy tarde en la noche, y todos dormían en sus hogares.
Esperanza de vida: 2 minutos.
Borre la pantalla de mi vista, y entre al callejón más oscuro, el que parecía más peligroso, no dude en entrar al lugar más profundo, cuando llegue al final, era un callejón sin salida, detrás de mí, sentí dos presencias que se acercaban, no intentaron ocultarse.
-"¡ey!, tienes hora"
Me di media vuelta, y vi a dos ladrones, los dos armados con cuchillos de cocina.
-"Linda manera de decir que me vas a robar, por lo menos es sofisticado, me agrada eso."
-"Déjate de eso, y danos todo lo que tienes."
Yo sonreí, una sonrisa despreocupada y maliciosa, no me preocupaban unos pequeños matones, incluso los buscaba, no me iré de este mundo sin probar la sangre.
Los dos ladrones temblaron ante mi sonrisa, se sentían como cerdos a punto de ser sacrificados.
Me acerqué a velocidad sobre humana, y lancé un puñetazo a la barbilla del ladrón más cercano, él ladrón voló 3 metros en el aire antes de caer al suelo, quedo inconsciente.
El segundo ladrón me miro con miedo, sus manos temblaban y el cuchillo se tambaleaba.
-"¡D-demonio!"
Si soy uno, no negaré eso, le quite el cuchillo de las manos, y se lo enterré en el cuello, con mi fuerza, atravesé la carne como si fuera mantequilla, la sangre salpico mi cara y ropa, corte la yugular.
Con el cuchillo todavía en su garganta, lo baje lentamente hasta dejarlo acostado en el piso, dejando que se desangrara lentamente, no aparte la mirada de sus ojos, me agradaba ver como la vida desaparecía dentro su mirada, el idiota balbuceaba algunas cosa, no entendí una mierda.
Solo quería verlo morir, y ver mi reflejo dentro de su pupila, ver mi cara manchada de sangre,.
Mis ojos sonreían, disfrutando de la escena que devoraba dentro de sus retinas, y quedaba guardado en mis recuerdos.
Lamentablemente, mi cuerpo se enfriaba rápidamente, mi vida se escapa cada segundo, el frío beso de la muerte toco mi mejilla, como una madre cariñosa que va a buscar a su hijo al colegio, y lo besa para recordarle que siempre lo encontrara.
Y lo hace, la muerte nunca te abandonará, siempre estará a tu lado..., esperando el momento adecuado para llevarte en sus brazos, y acunarte como a su hijo recién nacido.
Agarre el cuchillo entre mis dedos débiles y fríos, y volví a cortar al hombre frente a mí, queriendo liberar..., no sé, quizás el odio acumulado en mi corazón, o el miedo a saber que no volveré a existir, quien sabe, solo quería apuñalar.
La sangre se desparramó por todos lados, creando un charco bajo el ladrón, parecía un colador.
[Esperanza de vida: 0 ]
Mi corazón dejó de latir, mi cuerpo se enfrió rápidamente, parecía que dormía dentro de un maldito congelador, mis manos perdieron la fuerza, y solté el cuchillo, intente levantarme, tuve que apoyarme contra el muro para mantenerme de pie.
No podía sentir mis latidos, y mis pulmones dejaron de respirar, cada órgano de mi cuerpo colapsaba como un tablero de dominós.
¡Vamos Arthur!, grite en mi mente, intentando mantenerme con vida, queriendo liberarme de las cadenas de la mortalidad y vencer a un dios..., no funciono..., no soy el protagonista de una manga shounen, no puedo vencer la muerte nada más que con el poder de la amistad y la perseverancia.
No soy especial, no sé magia y no tengo amigos, no tengo un collar con mis ancestros dentro, que me enseñaran todo lo que saben, mi mano no destruye la magia y no enamora a las chicas cuando las golpeo, bueno, algunas eran masoquistas y si se enamoraron.
Tampoco un engranaje sagrado, o un demonio que duerme dentro de mí, y no comí un maldito pelo.
Ahora lo entienden, ¡soy un hombre normal!, uno que puedes encontrar en cualquier lugar.
Y peor, ¡soy el villano!, y ya saben que dicen de los villanos, siempre pierden, y no tienen finales felices.
Mire al cielo, y pude sentirlo, como esa diosa miraba mi muerte, ¡no le daré en el gusto!
-"Nunca olvides quien beso tus labios y toco tu cuerpo." Susurre con mis últimas fuerza, dando una sonrisa desafiante, y con una mirada digna.
Hasta mi último aliento, ¡no caí!, me mantuvo de pie, que sepa esa diosa que incluso muerto..., ¡No me inclinaré ante un dios!