Capítulo 23 Descansa

Narra Alec

~Increíble, jamás había escuchado que el señor Ailie tuviera esa perspectiva de sí mismo, ¿cuánto daño le han causado para que crea que no es alguien que tenga valor alguno?, trataba de decirme algo pero no podía -está bien, no necesita forzarse a decir nada-.

+Gracias.

~¿Ah?, ¿por qué?

+Por haber venido.

~Bueno, eres mi pareja, ¿no?

+¡!

~Ailie se ruborizó y desvió la mirada, me fue imposible no sucumbir a su ternura, así que…-Ailie-.

+¿Qué?

~Cuando volteo a verme lo sujete de la barbilla y lo besé, extrañamente él me correspondió pero no podía perdonarlo aún del todo, así que solo unos instantes después nos separamos.

+¿Qué haces?, ¿por qué te detienes?

~Estás herido, debes descansar.

+¡Ja!, claro.

~En ese momento Ailie se levantó y se dirigió a su escritorio, nunca me hace caso -dije que debes descansar-

+Hay mucho trabajo que hacer.

~En ese momento lo tomé del brazo y lo arrincone contra su escritorio-No fue una pregunta, ni una sugerencia, deja el trabajo por hoy y descansa-.

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Narra Ailie

+Alec tenía una mirada imponente, esos ojos negros tan profundos que es como si pudieran ver a través de mi.

~¿Entiendes?, tienes que descansar, te tienes que poner como prioridad tú para que puedas hacer un buen trabajo.

+¿Yo?

~Así es, ¿cuál es tu herramienta de trabajo más importante?

+....

~Eres tú, es tu cuerpo, tus manos, tus pies, tu mente, todo lo que eres es la herramienta más importante que tienes, si no le das mantenimiento a tu cuerpo ¿como esperas tener un desempeño eficiente?, ¿desayunaste?

+No.

~¿Cuántas horas dormiste?

+No se.

~¿Ves?, a eso me refiero, vamos a casa, necesitas descansar, no te dejaré aquí.

+No -en cuanto me negué Alec me miró enojado-.

~¡Ailie!, ¡por una vez en tu vida hazme caso!, ¡necesitas descansar!, ¡no está a discusión!

+Ya te dije que no y tampoco está a discusión -justo en ese momento Alec me abrazó y hundió su rostro en mi cuello, luego en un tono amable me hablo-.

~Por favor, ven conmigo, necesitas recuperarte, estás herido, no puedo solo dejarte así, solo por hoy, ¿sí?

+Claro que puedes hacerlo, vete, ya te dije que no es nada -Alec no me soltaba-.

~Si no lo haces por ti, hazlo por mi, ¿puedes?

+Alec en ese momento me miró a la cara, sus ojos me miraban con firmeza y angustia, por alguna extraña razón sentí un pesar en mi pecho -está bien-.

~Gracias.

+En ese momento Alec me tomó de la mano y salimos del edificio, Rodrigo se encargó de organizar todo y solo nos fuimos.

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-Una vez en casa de Alec-

~Si quieres puedes darte un baño.

+¿Y tú qué harás?

~Prepararé la comida.

+¿Si sabes que todo esto no es necesario cierto?

~Claro que si, necesitas comer y descansar así que ve a bañarte.

+Estar aquí me trae recuerdos, recuerdo que mi primera vez aquí fue caótico, sin embargo lo que siempre ha sido constante es la amabilidad de Alec, tanto en ese entonces como ahora, no importó cómo lo tratará él siempre me cuido...

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Narra Alec

~Ailie fue a tomar un baño mientras terminaba de preparar la comida, ¿en qué diablos piensa al someter a su cuerpo a esa clase de estrés?

+Mine-.

~Estaba demasiado ocupado pensando en tantas cosas que no escuché cuando Ailie me habló.

+Alec, ¡ya termine!

~¡Ah!, ¿qué?

+¿Acaso no me escuchas?, ya termine.

~¡Ohhh!, claro, si, yo también, ¿te sientes cómodo con esa ropa o quieres algo más?.

+No, está bien, es cómoda.

~Le preste a Ailie un suéter de algodón color negro que le quedaba un poco grande, junto con un pants de cachemira, su cabello mojado y despeinado le daban un toque tierno -de acuerdo, entonces siéntate, te serviré de comer-.

+Gracias.

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-Después de comer-

~¿Y bien?, ¿te gusto?

+Si, estuvo delicioso, gracias.

~Bien, ¿quieres dormir un poco?

+¿Qué soy?, ¿un puerco en engorda?, claro que no, ni siquiera son las ocho.

~Pero tienes que levantarte temprano.

+Quiero salir un poco a caminar.

~¿Quieres que te acompañe?

+No, está bien, iré por aquí cerca.

~De acuerdo, limpiaré mientras tanto, llévate un abrigo.

+Estoy bien, no es necesario.

~Cuando Ailie se negó a llevar el abrigo decidí ya no insistir más, es terco como una mula.

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Narra Ailie

+Salí de la casa de Alec con su ropa y calzado, todo esto es nuevo para mí, tanto que no se que tan bueno sea, iba solo caminando por ahí cuando escuché algo extraño.

° ¿Y?, ¿aún no has podido lidiar con ese tal "Alec Lloyd"?

° Se que él imbécil vive por aquí, pero no sé con certeza aún.

+Al escuchar eso me escondí rápido para ver si podía escuchar algo más, pero…..

-Crack-

+Al intentar acercarme y oír con más detalle pise una maldita lata de cerveza, lo cual hizo que voltearan.

°¡¿Quién está ahí?!

+¡Mierda!, en cuanto me escucharon se dirigieron hacia el origen del ruido, no me quedó de otra y tuve que irme de ahí de inmediato, pero lograron verme.

° ¡OYE!.

+¡Mierda!, ¡mierda!, ¡mierda!, ¡mierda!

° ¡ESE BASTARDO NOS ESCUCHÓ ATRAPENLO!

+¡Carajo!, solo a mi se me ocurre salir con sandalias, en un intento por correr más a prisa solo deje las sandalias en el camino y corrí tan rápido como pude, pero esos malditos no cedían, eran cuatro, si me atrapan estoy muerto.

° ¡MÁS RÁPIDO!,¡NO DEJEN QUE LLEGUE A LA CALLE PRINCIPAL!

+Seguía corriendo cuando pude ver que la avenida principal estaba a solo unos metros, tenía que darme prisa, pero….

-¡CRACK!

+Justo en ese momento escuché una botella de vidrio estrellarse contra algo y rompiéndose en pedazos, cubrí mi rostro en un reflejo instintivo, esos bastardos me arrojaron una botella, pero no fue accidental, lo hicieron a propósito porque cuando me di cuenta caí al suelo y sentía un dolor punzante en los pies.

° ¡SI!, ¡SE CAYÓ!, ¡CORRAN!

+¡Maldita sea!, esos bastardos lanzaron la botella no para pegarme, si no para detenerme pues los vidrios al caer se encajaron en mis pies, tenía uno muy grande en mi pie derecho, tengo que moverme o no voy a salir de aquí.

° ¡RÁPIDO!, ¡ATRAPENLO!.

+En un último intento por escapar saqué el maldito cristal tan rápido como pude, me levanté de nuevo y corrí tan rápido como mis pies me lo permitieron.

° ¡MIERDA!, ¡SE VA!, ¡RÁPIDO IDIOTAS!, ¡NO DEJEMOS QUE SE VAYA!

+Ya estaban cerca, no lo lograré…..y la calle principal....no importa así que en un intento desesperado por librarla grite -¡AYUDA!- nadie me escuchaba así que volví a gritar -¡AYUDA POR FAVOR!- no podía darme por vencido, no ahora y menos cuando Alec podría estar en peligro pero....

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Narra Alec

~Ya había terminado de limpiar y lavar los trastes pero Ailie no regresaba, habían pasado ya casi 40 minutos, pero por alguna razón desde hace 10 minutos me sentía inquieto, como si algo me dijera que debía salir a buscarlo, no lo dude más así que tomé mi saco, mi celular y las llaves para salir a buscarlo cuando recibí una llamada.

-Llamada entrante-

~¿Hola?

° Disculpe, ¿usted es Alec Jones Lloyd?

~Si soy yo, ¿en qué puedo ayudarle?

° Bueno señor, ¿es usted conocido del señor Ailie Hunt?

~Si, ¿qué sucede?

° Ok señor, necesito que no se alteré, pero tiene que venir al hospital F*******, el señor Ailie acaba de ingresar a urgencias, está mal herido, está sangrando y...

~¡¿QUÉ?!

° Señor, por favor no se altere.

~¡Voy para allá!

° Pero se-

-Fin de la llamada-

~No dejé que la señorita al otro lado de la línea terminara la frase y solo colgué, pero....¡mierda!, ¿cómo pudo pasar esto? Ailie estaba aquí conmigo justo hace menos de una hora, tan rápido como pude cerré mi apartamento con llave y baje al estacionamiento del edificio.

° ¡Hola señor Alec!

~Hola Nik -Nik es el guardia del estacionamiento del edificio-.

° Lleva prisa eh.

~¡Si, un poco, nos vemos Nik!.

° Maneje con cuidado.

~Gracias -en ese momento solo quería llegar con Ailie, por favor Ailie, por favor…